Bloqueo de EEUU a Cuba será condenado otra vez en la ONU y van...

09/10/2013
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El 29 de octubre la Asamblea General de la ONU votará en contra del bloqueo estadounidense a Cuba. El resultado está cantado, como en las veintiún oportunidades anteriores. Washington perderá por paliza.
 
En algunas cosas la ONU ya tiene establecidas sus costumbres y no se crea que todas son negativas. En ciertos temas, desde la década del '70, con las derrotas del imperio en Vietnam y los aires de cambios que soplaron entonces, el salón del Edificio de Cristal de Nueva York se puso a tono con la época. De todos modos tuvieron que transcurrir otras dos décadas para que un asunto clave latinoamericano tuviera su primer pronunciamiento positivo: en 1992 la Asamblea General votó por el levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba.
 
Esa medida ilegal había nacido como respuesta del mal vecino ante la revolución de enero de 1959 y recrudeció frente a las disposiciones revolucionarias cubanas, que por entonces aún no eran socialistas. En febrero de 1962, ya fracasada la invasión de Bahía Cochinos y con el inicio de la transición hacia el sistema socialista, tal bloqueo se hizo total. Se quería rendir por hambre y enfermedades a quienes habían osado convertir un prostíbulo y semicolonia en una nación independiente, culta y solidaria.
 
Postura a favor
 
La mayoría de la población del planeta, puesta a elegir entre la superpotencia y la pequeña isla socialista, en ese conflicto por el bloqueo, tomó postura favorable a la segunda. Y no lo hizo principalmente por razones ideológicas, que también pesan, sino por una consideración elemental de humanidad. Los 11 millones de cubanos eran la víctima de esta historia. Y el victimario era el imperio, el mismo que oprimía a Puerto Rico, que había robado tanto territorio a México, el predestinado a caer sobre América en nombre de la libertad como lo había denunciado Simón Bolívar, el depredador que se llevaba tres dólares para el Norte por cada uno que supuestamente invertía, etc.
 
A veces las cosas tardan, pero llegan. Hubieron de transcurrir treinta años de bloqueo para que por primera vez la Asamblea General tratara y votara sobre el proyecto de resolución anti-bloqueo de Cuba. Y el mismo fue aprobado por la mayoría de países representados. Nuevamente no fue un asunto ideológico sino político. Esos gobiernos, más allá de su sistema social, consideraron que la agresión estadounidense afecta a la población de la Mayor de las Antillas, es violatoria del comercio internacional y tiene aspectos por las que califica como un acto de guerra.
 
 Desde 1992 hasta hoy
 
Las estadísticas no definen la justeza o no de la política en todos los casos, pero ilustran ciertas tendencias y permiten sacar algunas conclusiones.
 
En noviembre de 1992, en la primera vez de la votación contra el bloqueo a Cuba, fueron "sólo" 59 países los que levantaron la mano para condenar esa medida ilegal. Sólo (ahora sin comillas) tres se opusieron, entre ellos Estados Unidos y su fiel escudero sionista, Israel. Y unos cuantos, 71, se abstuvieron, en una postura relativamente oportunista que se iría achicando año a año, como se verá líneas más abajo.
 
Conviene contrastar cómo fue la votación de noviembre de 2012, la última que se produjo al respecto (el 29 de octubre próximo se realizará la nueva, correspondiente a la de este año, en la 68º Asamblea General). En la votación del 2012, el resultado fue de 188 países a favor de Cuba, nuevamente tres en contra (EEUU, Israel y Palau) y sólo dos abstenciones (Micronesia e Islas Marshall).
 
La comparación entre el punto de partida (1992) y el de llegada (2012) revela claramente el crecimiento exponencial de las naciones que votan la resolución presentada por el gobierno socialista de Raúl Castro, que pasaron de 59 a 188. cabe recordar que en la ONU hay un total de 193 miembros...
 
 Cero alianzas
 
Se nota también que el team de los bloqueadores es verdaderamente escuálido e inmutable, con cero alianzas mundiales. Está allí un imperio decadente y arruinado en todo sentido, sin argumentos capaces de atraer el voto favorable ni tan siquiera motivar abstenciones. A su lado está el agresivo Israel, que aprendió a bloquear a Gaza de su jefe norteamericano en Cuba, y una isla ignota, Palau.
 
Entre lo más significativo que pintan estos números es que el ancho campo de las abstenciones, que fueron mayoritarias en 1992 puesto que 71 países optaron por esa posición, ha desaparecido. Las abstenciones se fueron convirtiendo a paso acelerado en votos favorables a la Patria de José Martí: bajaron de 71 a apenas 2. Esta es la victoria estratégica del gobierno cubano porque es obvio que el grueso de los países europeos y de otros continentes que antes se abstenían y ahora sufragan a favor de La Habana no lo hicieron porque se hubieran convertido al socialismo.
 
Tal cambio se verificó completamente en el año 2000, cuando la votación en la Asamblea General mostró que las abstenciones habían disminuido de 71 a 4. Touché, imperio.
 
Más denuncias de la isla
 
La 68 Asamblea General comenzó a deliberar el pasado 23 de setiembre, con una ronda de intervenciones de presidentes y jefes de gobierno que se refirieron a los asuntos mundiales que consideraban más importantes.
 
La crisis en Siria, motivada por la guerra de grupos terroristas organizados por EEUU y algunos aliados en contra del gobierno de Bashar Al Assad se llevó buena parte de los mensajes. Otros oradores también se refirieron en forma muy crítica a la situación de la economía, que sigue haciendo agua con la crisis, sobre todo en Europa y EEUU. Mandatarios como Dilma Rousseff le dieron gran espacio a la denuncia contra el vergonzoso espionaje de agencias de seguridad estadounidenses, que violaron la soberanía de Brasil y su gobierno.
 
En la agenda internacional destacada también ingresó el bloqueo de EEUU contra Cuba. Unos 40 presidentes y representantes de países hablaron del tema y expresaron su solidaridad con Cuba. La cancillería de este país, a cargo de Bruno Rodríguez Parrilla, había presentado en tiempo y forma el proyecto de resolución 67/4 para las Naciones Unidas, titulado "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EEUU de América contra Cuba".
 
El 7 de octubre pasado el vicecanciller cubano Abelardo Moreno Fernández presentó el Informe de Cuba sobre esa resolución ante la prensa nacional y la extranjera acreditada en La Habana.
 
El vicecanciller aseguró que el bloqueo provocó cuantiosas pérdidas al bloqueado, que hasta abril de 2013 ascendían a más de un billón (millón de millones) de dólares. Para ser exactos, 1.157.327.000.000 dólares, afectando al país, su educación universitaria, el deporte, el comercio exterior y la salud.
 
Por primera vez en estas presentaciones de la cancillería isleña, la cita con los periodistas no se realizó en el ministerio sino en el Cardiocentro Pediátrico "William Soler". Es uno de los centros médicos que más sufre por el bloqueo, "con los obstáculos para la adquisición de medicamentos, reactivos, piezas de repuestos para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental y otros insumos", según reportó Prensa Latina.
 
 Obama, duro bloqueador
 
En los últimos informes cubanos, al fundamentar su condena del bloqueo, ha venido aumentando el tono crítico hacia el presidente norteamericano. Esto tiene que ver con el recrudecimiento de aquella disposición ilegal e inhumana. En su cancillería hay decepción por el giro de Barack Obama hacia posturas aún más adversas a la normalización del comercio y las relaciones bilaterales.
 
En La Habana habían tomado debida nota de declaraciones del afroamericano, en los momentos iniciales de su mandato y en vísperas de su reelección en 2011, cuando habían insinuado promesa de un nuevo tiempo de diálogos entre las dos partes.
 
Sin embargo, así como Obama recibió en una Cumbre de las Américas el obsequio del libro de Eduardo Galeano "Las venas abiertas de América Latina", de manos de Hugo Chávez, y hoy la Casa Blanca alienta el golpismo en Venezuela y no reconoce la victoria electoral de Nicolás Maduro, respecto a Cuba ocurre algo parecido.
 
 Única  duda
 
Obama no cumplió su promesa de cerrar la prisión ilegal de Guantánamo y nunca consideró devolver esa tierra cubana a su legítima dueña. Luego puso un "guiño a la izquierda", flexibilizando algunas normas para los viajes y remesas familiares a la isla, pero luego dobló violentamente "a la derecha".
 
El informe de Rodríguez Parrilla a la ONU documentó que el presidente norteamericano duplicó la triste marca de su antecesor en sanciones a empresas yanquis y europeas por haber comerciado con la isla o tramitado pagos. "Durante el gobierno del presidente Obama, las multas por sanciones ascienden a 2 mil millones 259 732 dólares y duplican las correspondientes a ambos periodos de George W. Bush", leyó, lapidario, el canciller.
 
Con estos fundamentos, es un hecho que el 29 de octubre EEUU perderá otra vez por goleada la votación sobre el bloqueo en la ONU. La única duda, dolorosa, es saber cuándo algún miembro del Consejo de Seguridad hará votar esa moción en ese órgano, el único con carácter resolutivo. Con 22 votaciones a favor de Cuba en la Asamblea General, ya es tiempo de que esa resolución votada por la abrumadora mayoría de países se lleve a la práctica.
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/80008?language=en
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