Palabra de Antígona

El PRD y la igualdad sustantiva

11/08/2013
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La igualdad sustantiva es la igualdad de hecho o material por oposición a la igualdad de derecho o formal. Supone la modificación de las circunstancias que impiden a las personas el ejercicio pleno de los derechos y el acceso a las oportunidades a través de medidas estructurales, legales o de política pública.
 
Hasta ahora los sectores más avanzados del país se han pronunciado por la igualdad sustantiva, la desgracia es que sólo lo hacen en el discurso. Me imagino las tremendas discusiones en 1917, a la hora de armar la constitución, donde muchos constituyentes pensaban, auténticamente, cómo arreglar al país, pero se negaron a dar el voto ciudadano a las mujeres, por omisos, torpes o simplemente por la costumbre que los avalaba.
 
¿Cuál es la diferencia? Han pasado casi cien años. Entonces, allá en 1916 a instancias de Hermila Galindo, llamada la primera congresista del país, parecía inminente que el nuevo pacto social resolvería entonces los derechos ciudadanos de las mujeres, pero no fue así, el tiempo fue corriendo y hasta 1953 se consiguió el voto ciudadano.
 
Mirar el tamaño de la resistencia machista es increíble. Apenas hace un año para conseguir el 34 por ciento de mujeres en el Congreso, hubo que recurrir a dos sentencias que serán históricas, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) luego de una presión sistemática de un grupo de mujeres plural que la empujó. Grave que solo se cumplió parcialmente por los partidos políticos en las elecciones de 2012. Lo cierto es que hay esa obstinación increíble e insostenible, se manifiesta sin repudio social.
 
Es clarísimo que los partidos políticos y sus dirigencias son las responsables visibles que obstaculizan la participación política de las mujeres. Están obligados, incluso y por ley, justo en el camino de la igualdad sustantiva, a destinar el dos por ciento de sus prerrogativas a empujar el liderazgo femenino. Nadie sabe qué hacen con ese dinero y el Instituto Federal Electoral, que multa por todo y en todo a los partidos, tampoco endereza las violaciones a la ley electoral en este sentido, no juzga legalmente el cumplimiento estatutario. Me gustaría saber si en otros partidos hay la paridad pregonada en sus documentos básicos, como el caso del PRI.
 
Ahora resulta que pasará a la historia María Beatriz Cosío Nava, una militante del Partido de la Revolución Democrática que planteó un incidente al TEPJF porque, sencillamente, su partido que en los estatutos señala como una obligación la paridad, se resistió hasta el último momento a cumplir, no digamos los estatutos, sino una sentencia del Tribunal que debió haberse resuelto en un Consejo Nacional el pasado 8 de agosto a más tardar.
 
Fue hasta el último momento que cumplió. Ya en el último tramo de sus discusiones esta domingo. Ante el Consejo Nacional reunido estos días, sólo escenificó otros asuntos, otras discusiones, su postura en el Pacto Por México o el asunto de la anunciada reforma energética, pero de la paridad, nada.
 
Beatriz Cosío, apoyada por un nutrido grupo de mujeres del PRD, puso contra la pared el machismo en la dirigencia de su partido. Se había dispuesto para acudir a instancias internacionales porque no se vale que se burle así la ley. Pero nada, parece ser importante para los hombres que dirigen en mayoría al PRD, como no les importa el asesinato de mujeres, como no les importa la trata de mujeres con fines de explotación sexual, ni se enteran del litigio sobre la urgencia de parar la violencia contra las mujeres, en regiones que el PRD o sus aliados gobiernan y donde ello sucede con una impunidad que asusta.
 
Lo cierto es que la Sala Superior del Tribunal ordenó el 26 de junio al PRD convocar a su Consejo Nacional para incorporar cuatro mujeres a la Comisión Política y seis al Secretariado Nacional; el Consejo fue citado de manera informal en tres ocasiones y en ninguna de ellas se concretaron los cambios.
 
A pesar de su resistencia absurda, de última hora, la noche del domingo el Consejo Nacional del PRD acató la sentencia del TEPJF: aprobó con 186 votos a favor, 1 en contra y 0 abstenciones los cuatro cambios en la Comisión Política Nacional, así como cinco movimientos en el secretariado Nacional. Para la Comisión Política, Dulce Romero Aquino sustituye a Enrique Romero Aquino; Karen Quiroga Anguiano a Héctor Serrano; Guadalupe Acosta Naranjo “cedió su cargo a Sonia Ibarra e Iván Texta deja su lugar a Rocío García Melchor.
 
Eso nos obliga a señalar que vivimos en la peor de las antidemocracias posibles. Los machos, no tienen otro adjetivo, ojo, se alían para violar su propia ley. De ello la comentocracia que toma los espacios de discusión política para amarrar navajas, para sorprenderse de hechos denunciados sistemáticamente, ni siquiera ha tomado nota de la acción ciudadana y valiente de María Beatriz Cosío Nava, una mujer, para quien la conozca, tiene calidad personal y capacidad política suficientes, y no quiere el puesto, quiere la ley. Hoy ya pasó a la historia.
 
Desde el 15 de julio el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, afirmó que se respetaría el estatuto. Lo cierto es que no había forma de resolverlo, se escudó en el tema de los grupos, de las sectas, de que al dejar los puestos unas mujeres, otras sectas, no la suya, conocida como de los Chuchos, no llegaban a un acuerdo. Eso, me parece es el colmo.
https://www.alainet.org/es/articulo/78356
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