El Frente Amplio de Izquierdas y su proyecto de “Cambio en democracia” Destacado

30/06/2013
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El viernes 21 de junio, en una reunión multitudinaria, quedó constituido en Lima, el Frente Amplio de Izquierdas, con miras a las próximas elecciones municipales y regionales de 2014, y las presidenciales de 2016.
 
Esta nueva organización, que se declara como parte de un proyecto político a largo plazo, esta constituida por el partido ecologista Tierra y Libertad, el Partido Comunista, el MAS (Movimiento de Afirmación Nacional, liderado por el Partido Comunista “Patria Roja”), por el grupo “Ciudadanos por el cambio” (que apoyó la candidatura del actual Presidente Ollanta Humala), y Fuerza Social, el partido dirigido por la actual alcaldesa de la ciudad de Lima, Susana Villaran.
 
La génesis de ese nuevo proyecto
 
En el Perú, como en el resto del mundo, la izquierda es plural. Plural y, digámoslo sin ambages, extremadamente minoritaria. Su implantación en el seno de las poblaciones (urbanas y rurales) y en los movimientos sociales, es muy limitada. Lo mismo ocurre con sus conquistas electorales. Individualmente, ninguno de los grupos participantes de ese Frente representa una verdadera fuerza política a nivel nacional.
 
En esta situación, la unidad representa el único medio de mutualizar las capacidades y potencialidades de cada uno y de adquirir algún protagonismo en la vida política de ese país. Sobre todo que, en el Perú, hay un antecedente, el de la Izquierda Unida que, en 1983, impuso la candidatura de Alfonso Barrantes Lingan, a la alcaldía de Lima. Ese primer Frente Amplio, sin embargo, no alcanzó los resultados esperados en las presidenciales de 1985 y, unos pocos años después (en 1989), terminó disolviéndose para adquirir, a partir de ese momento, la calidad de un verdadero mito.
 
Aparte de esta nostalgia unitaria siempre presente en las bases militantes, las izquierdas están confrontadas a una cierta efervescencia socio-política, provocada por la conducción errática del Presidente Ollanta Humala, tanto a nivel interno como externo, con la cual ha conseguido poner un término radical -y sin duda definitivo- a toda esperanza de algún cambio de signo progresista.
 
No cabe entonces la menor duda que este proyecto unitario responde no sólo a la voluntad de los organizadores sino también a las expectativas de sectores importantes de la población, intelectuales, obreros, campesinos, poblaciones indígenas, estudiantes, etc. Sin embargo, para los que tenemos un mínimo de experiencia política y de conocimientos de la realidad peruana, no representa ninguna perspectiva halagüeña para el futuro inmediato. He aquí las razones de nuestro pesimismo.
 
- ¿La unidad para hacer qué?
 
En general, todos los procesos unitarios con vista a elecciones, aun coyunturales, son muy difíciles de concretizar habida cuenta de la diversidad de identidades, de objetivos y de experiencias de los participantes. Curiosamente, este no parece haber sido el caso del Frente que comentamos, a pesar que en el se encuentran reunidos, verdaderamente, tirios y troyanos.
 
 Tal vez, la explicación tenga que ver con la formulación etérea de sus objetivos : “justicia social”, “consolidación de la democracia”, “sostenibilidad ecológica”, “seguridad alimentaria”, “seguridad energética”, etc. etc. Dicho de otra manera, nada que cuestione explícitamente el sistema capitalista.
 
Más aún, de acuerdo a lo que afirma uno de sus principales promotores, el Doctor Antonio Zapata Velasco (2), de lo que se trata, esta vez, es de “refundar el pais” (léase con una nueva constitución), “de la elaboración de un nuevo pacto social” (que garantice “una distribución más justa de la ganancia”,) y de resolver una de las causas principales de la crisis de la izquierda, a saber: la incapacidad “de conectar el socialismo con las aspiraciones democráticas y capitalistas de las mayorías”.
 
Para tener este discurso, que se pretende de izquierda, era necesario (cuando menos) una precisión: no se trata de la vieja izquierda, la que pasa su tiempo repitiendo “formulas antiguas”, sino de una nueva izquierda, moderna, “para el periodo neo-liberal”, que deje de despotricar contra el capitalismo “lo que genera una audiencia escasa, puesto que la mayoría nacional estaría interesada en el mercado y en la propiedad privada”. Por si quedara alguna duda sobre esta novísima orientación seudo-izquierdista, el Doctor Zapata lo dice con todas las letras: “Alentamos las aspiraciones de la gente a enriquecerse en libertad”.
 
Resulta difícil creer que estas orientaciones sean compartidas por todas las organizaciones participantes. Mas difícil resulta constatar que, hasta ahora, no haya salido ninguno de los otros dirigentes de ese Frente, a desautorizar y, más aún, a criticar severamente esas declaraciones por lo menos estrafalarias de alguien que pretende incluso “venir del marxismo”.
 
¿A ese extremo ha llegado la crisis de las izquierdas en el Perú?
 
Sábado, 29 de Junio de 2013 18:27
 
Notas:
 
 
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/77263
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