Cuando el huracán… es un paquete de harina pan

18/05/2013
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Estamos viviendo tiempos complicados, la “reflexión acción” es imperante, impostergable hacia el interior de cada uno de nosotros y nosotras. No nos podemos quedar con los brazos cruzados, esperando que dos o tres o cuatros “lideres”, o el Estado con la tecnoburocracia hecha pedazos y que muchas veces no pone el corazón en tierra, comience a bajarnos “las líneas” para que obedezcamos sumisamente en el accionar cotidiano.
 
Los tiempos están cambiando y las relaciones de cómo practicar el poder también, así como las nuevas formas de hacer política. Todo en estos momentos está en revisión y la clave está en buscar los mecanismos acertadamente viables, en los que el autoritarismo, la manipulación en sus diferentes modalidades represivas y subestimadora, no sigan ocultando la realidad, para que el sonido del huracán no nos siga atormentando en los oídos, pues cuando el viento sopla el huracán se acerca.
 
¿Por qué no hemos producido lo suficiente?
 
No debíamos haber llegado a esta situación trilógica: desabastecimiento-especulación-golpe estomacal, que estamos viviendo en estos momentos, si ya se había invertido tanto en agricultura.
 
Recuerdo que hace seis años atrás existían más de 300 mil cooperativas agrícolas, se crearon los fundos zamoranos, Centros de Desarrollos endógenos, se expropiaron haciendas productivas en manos de latifundistas, luego llegó la Gran Misión Agrovenezuela, sumándole a todo esto los grandes presupuestos a instituciones como Ciara, Fondas, el INTI, entre otras, las cuales tenían las arcas llenas… cerrando con el blufff de Agropatria… ¿cómo es posible que a estas alturas del partido, 14 años después, tengamos desabastecimiento en el orden agrícola?
 
Eso amerita una autocrítica, una revisión objetiva para precisar dónde la tecnoburocracia fracasó al igual que los receptores de esos créditos que “sembraron” carros, televisores, lavadoras o se lo bebieron… es vergonzoso recurrir a la principal empresa monopolizadora de alimentos del país como es la Polar, que ya en este tiempo debíamos haberla quebrado con nuestra producción y transformación alimentaria. Además permítanle decirles que lo peor del maíz es la Harina Pan, no alimenta en lo absoluto.
 
Se impone una autocrítica seriamente en la cacareada seguridad alimentaria, sabiendo que desde hace cinco años la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación viene advirtiendo el aumento de la comida debido, entre otros factores, al cambio climático, la utilización de alimentos animales y humanos para producir etanol y por supuesto, a la cadena de especulación. Este año se prevé un aumento de un 20% y será más alto para aquellos países que no hemos logrado producir para nuestro propio abastecimiento teniendo buenas tierras y agua suficiente.
 
La Harina Pan no se debe convertir en un huracán.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/76134?language=en
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