Tirar alimentos es inmoral

10/04/2013
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La leche en la infancia y adolescencia es un alimento de primera necesidad.
 
Conflictos gremiales existen y los paros son formas de presión para obtener beneficios laborales y también datos de una realidad democrática y cívicamente activa.
 
Sin embargo, eso de tirar miles y miles de litros de leche al detenerse la industrialización láctea por luchas obreras, o por lo que sea, es algo que no nos podemos permitir con ningún alimento.
 
En nuestro país hay gente de diversas edades que todavía padece pobreza extrema y sabe lo que es el hambre. En la tierra hay hambrunas, de verdad, no la simple costumbre de comer.
 
Así fuera una sola familia, imaginemos qué sentirán ante el desperdicio y en qué nos transformamos como comunidad con dicha injusticia extrema.
 
Tal vez no estemos aún preparados para tener un banco de alimentos pero habría que iniciar un proceso hacia obtenerlo.
 
La alimentación de la humanidad va a ser un problema real en un futuro cercano y no estaremos ajenos al mismo.
 
Teniendo en cuenta declaraciones de la FAO “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio nos han hecho avanzar. Pero con 870 millones de personas que siguen padeciendo hambre, la lucha contra la inseguridad alimentaria está lejos de haber terminado.”
 
Cuán desigual es el sistema que en algunos puntos del planeta la gente muere de hambre y en otros lugares de obesidad.
 
 “...los gobiernos son los principales responsables de garantizar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos. Así lo aseguró el Director General de FAO, José Graziano da Silva, en una reunión de alto nivel sobre la visión de las Naciones Unidas de una estrategia contra el hambre en el mundo para después de 2015, año en el que se cumple el plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.”
 
Siguiendo al organismo especializado: “ya que el mundo produce alimentos suficientes para toda la población, el énfasis debe ponerse en el acceso a los alimentos y a una nutrición adecuada a nivel local. Necesitamos que los sistemas alimentarios sean más eficientes y equitativos”. Advirtió que “… a pesar de que los gobiernos nacionales son los primeros responsables de garantizar que sus ciudadanos se alimenten, la economía globalizada de hoy significa que ningún país puede actuar solo.” En esto como en otras cuestiones de sobrevivencia social, o nos ponemos de acuerdo o a la larga lo pagamos todos.
 
Tal vez sea hora de tomar iniciativa en políticas de seguridad alimentaria, que no necesariamente pasen por declaraciones de servicios esenciales que no resolverían el meollo del problema.
 
Los trabajadores de áreas de procesamiento de productos alimenticios de corta durabilidad tienen derecho a defender sus plataformas sindicales, y la ciudadanía tiene derecho a que sea garantizada su alimentación suficiente y sana. Y a no padecer la violencia moral de ver la comida arrojada a la basura.
 
Como ejemplos de esfuerzos multilaterales en apoyo a las actuaciones nacionales para reducir el hambre y lograr un desarrollo más sostenible, el representante de FAO citó el fortalecimiento del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial y el Equipo de tareas de alto nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Seguridad Alimentaria Mundial. Otro ejemplo sería el desafío Hambre Cero lanzado por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, durante la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Río+20. “Las políticas públicas deben también crear oportunidades para los más desfavorecidos, entre ellos los agricultores de subsistencia y a pequeña escala, las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas”, concluyó.
 
Aprovecho para felicitar al Parlamento uruguayo por la aprobación del proyecto de ley de alimentación saludable en escuelas y liceos.
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/75240?language=es
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