¡Cuba vive y vivirá!

¿Hasta cuándo es el genocidio?

Doce Administraciones norteamericanas han mantenido una posición intolerante, por el solo hecho de ser Cuba diferente, un país que ama y defiende su libertad, ante la amenaza y la práctica del imperio de derrotar una genuina revolución.

15/07/2021
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Doctora cubana en Pakistán.
Foto: Roberto Suárez/Juventud Rebelde.
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Resumen: Casi 30 años la comunidad internacional se suma a Cuba para rechazar el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos de América (EUA) sostiene contra la mayor isla de las Antillas. El imperio del Norte ha hecho caso omiso a las voces de casi todos los representantes del mundo, su postura se establece por encima de la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Doce Administraciones norteamericanas han mantenido una posición intolerante, por el solo hecho de ser Cuba diferente, un país que ama y defiende su libertad, ante la amenaza y la práctica del imperio de derrotar una genuina revolución.

 

Introducción

 

No ha existido en la historia de la humanidad un país de mayor desarrollo, de más de 300 millones de personas que haya mantenido una pequeña isla bloqueada por 60 años. Bloqueo, tan multifacético que para algunos se llama embargo, palabra mal utilizada en cualquier idioma, cuando las acciones de ese país grande que es el mayor imperio del planeta están ubicadas en las esferas económicas, comerciales y financiera y para fortalecer ese cerco se suma una aberración de ley del gobierno norteamericano llamada Helms-Burton[1], que prohíbe la comercialización bajo sanciones a terceros países que comercialicen, ofrezcan financiamiento o utilización de créditos a Cuba.

 

Este pequeño artículo apoya aún más, el informe presentado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba ante la Asamblea General de la ONU.

 

El 23 de junio del 2021 una vez más desde el año 1992 se denuncia ante la Asamblea de las Naciones Unidas el bloqueo del Gobierno de Estados Unidos de América (EUA) contra nuestro país. La votación fue aplastante 184 países votaron a favor de la Resolución, tres abstenciones y dos países votaron en contra, el propio EUA y su lacayo de siempre Israel.

 

¿Acaso la nueva administración norteamericana pretende continuar la historia genocida?

 

“Estados Unidos está con todos en la defensa de la libertad de Cuba. Los cubanos, como todas las personas, merecen el derecho a libertad de expresión, reunión, cultura", dijo por su lado en la Asamblea el coordinador político de la misión estadunidense ante la ONU, Rodney Hunter.

 

Ningún gobierno debe silenciar a sus críticos mediante violaciones de sus derechos humanos. Estados Unidos se opone a esta resolución", agregó (Hunter, 2021)

 

Sin embargo, es necesario acentuar que recientemente el destacado académico estadounidense William LeoGrande dijo que “una política eficaz hacia Cuba requiere una mentalidad realista que reconozca, de una vez por todas, la incapacidad de Washington para imponer su voluntad a Cuba. Los responsables políticos deben abandonar la ilusión de que las sanciones producirán la victoria, y ponerse a trabajar con un régimen que puede no gustarnos, pero que no va a desaparecer pronto”. (LeoGrande, 2021)

 

LeoGrande objeta la lógica norteamericana de mantener la presión como forma de procurar avances en el tema de los derechos humanos, exponiendo que, en el pasado, cuando ha habido momentos de más tensión con Washington, nada se ha progresado. “La lección para el gobierno de Biden en su revisión de la política hacia Cuba es doble. En primer lugar, la intensificación de la coerción no solo no produce avances en materia de derechos humanos en Cuba, sino que empeora la situación. En segundo lugar, una política de compromiso que mejore las relaciones bilaterales en general crea una atmósfera en la que los avances en materia de derechos humanos son más probables, no garantizados, pero sí más probables”, señaló. Para LeoGrande, una política de compromiso permitiría “a Washington reanudar el diálogo bilateral con La Habana sobre derechos humanos que el presidente Obama inició y el presidente Trump abandonó. También hará posible que Estados Unidos se coordine con nuestros aliados europeos, que tienen una consulta permanente con Cuba sobre estos temas”.  (LeoGrande, 2021)

 

¿De qué derechos humanos habló el representante del imperio?

 

El canciller nuestro expresó, con énfasis y enérgico:

“No es posible contabilizar la angustia de un cubano que no puede acceder a un medicamento específico porque una entidad estadounidense se negó o se le prohibió enviar los insumos necesarios para su producción” (Rodríguez 2021)

 

El primer derecho humano que existe es el derecho a la vida, sin embargon no hay un reconocimiento tácito de este derecho en el pensamiento político de los gobernantes del norte. En los medios de comunicación occidentales se suele definir y presentar la política de Estados Unidos contra Cuba como un “embargo”. Pero, el conjunto de medidas extraterritoriales de persecución económica, comercial y financiera contra Cuba, exceden el plano bilateral, por lo que en realidad constituye un bloqueo, puesto que aplica sanciones contra terceros países en sus relaciones con La Habana.

 

A pesar de ello, Cuba, en varias ocasiones, ha tenido la intención de cooperar con Estados Unidos en materia de salud y se ha demostrado que con voluntad política mucho se puede hacer en ese ámbito a pesar de las dificultades.

 

Durante la segunda administración de Obama existió un buen ambiente para la cooperación en sectores claves como las ciencias y la salud. El inicio del proceso hacia la “normalización de las relaciones” entre ambos países durante los últimos años de la administración de Obama propició una serie de avances en ese sentido. Se reconoció lo que Cuba podía ofrecer en materia de salud por parte de Estados Unidos. Dos de los 22 memorándum de entendimiento que se firmaron entonces fueron en temas de salud.

 

Entre los ejemplos que pueden citarse figura un programa de becas en biomedicina, viajes que hicieron enfermeras cubanas para compartir sus conocimientos pediátricos en universidades de Georgia o Maryland, el grupo Medical Education Cooperation With Cuba (MEDICC), organización con sede en California que promueve la colaboración en salud entre Estados Unidos y Cuba, donde se solía patrocinar a científicos cubanos interesados en compartir sus conocimientos en Estados Unidos. Un ejemplo de ello fue la experiencia de un grupo de oftalmólogos cubanos que fueron a Chicago o el de cuatro enfermeras del Hospital Pediátrico William Soler en La Habana que viajaron a universidades estadounidenses para enseñar y aprender sobre el cuidado de niños con problemas congénitos del corazón (MEDICC, 2020).

 

Estas y otras iniciativas se vieron paralizadas y revertidas a partir del arribo de la administración de Donald Trump. A partir de ese momento el deterioro de las relaciones se ha hecho evidente. Uno de los primeros indicadores fue la acusación contra Cuba de supuestos ataques sónicos contra los funcionarios de la embajada de Washington en La Habana. Los medios de prensa se convirtieron en cómplices del gobierno de Trump, refiriéndose a estos diplomáticos como víctimas y todos siguieron esta línea que Trump difundió para recrudecer las contradicciones y manipular a la opinión pública. A pesar de los esfuerzos de la parte cubana por la participación de científicos de la isla en estas investigaciones, dicha estrategia anticubana no resultó.

 

En los medios se publicaron noticias falsas sobre el zica para que no viajaran turistas a Cuba. El New York Time publicó un artículo con el titular “Brote de zica en Cuba que no se informó.” El fin era no viajar a Cuba. Esto se convirtió en otro ejemplo en que los científicos no respetaron la ciencia cubana. Otro blanco de los ataques estuvo dirigido contra la OPS que enfrentó una demanda por parte del gobierno de EUA por su participación en la cooperación “Mas Médicos” en Brasil, en la que 45 millones de personas fueron tratados exclusivamente por cubanos sobre todo en el Amazonas.

 

La verdad se impone ante la avalancha de las fakenews sobre la verdadera historia diaria de los médicos cubanos en el mundo. Los que han conocido el proceder de cada médico, enfermero, especialista cubano o el sacrificio de nuestros científicos en búsqueda de vacunas o medicamentos preventivos, saben que verdaderamente merecen el premio Nobel de la Paz, que más de 40 organizaciones sociales, políticas y sindicales de Europa han reclamado para las Brigadas médicas cubanas Henry Reeve que enfrentan la COVID- 19. Durante 57 años los profesionales de la salud cubana han prestado sus servicios a los pueblos de África, Medio Oriente, América Latina, Asia y Europa. Hay que preguntarles a los enfermos atendidos por el personal médico cubano cual ha sido su realidad.

 

Por el recrudecimiento del bloqueo Cuba no puede acceder a tecnologías médicas con más de un 10 % de componentes de EUA, sin embargo, en la isla se dio un anuncio importante el lunes 21. Abdala, una de sus cinco vacunas contra el Covid-19, alcanzó una eficiencia de inmunidad contra el virus del 92,28 % después de aplicarse tres dosis. “Apenas dos días antes, se había informado que otra vacuna cubana, Soberana 02, arrojó una eficacia de 62 % después de dos dosis, y que todavía se esperaban los resultados de una tercera.

 

“En agosto de 2020, cuando Cuba se disponía a anunciar la primera de esas vacunas contra el virus, Google censuró los perfiles en YouTube de los medios Granma, Mesa Redonda y Cubavisión Internacional. Se justificó en “supuestas infracciones de las leyes de exportación estadounidenses”, (Rodríguez, 2021).

 

El derecho a sentirse todos los cubanos con los mismos deberes y derechos quedó refrendado una vez más en la nueva constitución que a principio de este año más de un 80% de cubanos aprobamos. ¡Qué paradoja! el imperio del norte tiene una constitución de más de 200 años de existencia 7 capítulos y 27 enmiendas, que le haría falta una mayor actualización acorde a los tiempos que se vive en el siglo XXI.

 

Desde el siglo XVI con la conquista por los españoles territorios norteños comenzó el desarrollo del racismo en los futuros Estados Unidos de América los cuales llegaron al país como fruto de la inmigración forzada en condición de esclavos desde África, la cual llegó a ser la más nutrida del mundo.

 

En los orígenes de la colonización estuvo presente la discriminación a las poblaciones indígenas, llevada al punto del exterminio masivo, los supervivientes fueron concentrados en reservaciones hasta el día de hoy. Al igual que los de origen asiático, hasta el 1940 no podían optar por la ciudadanía estadounidense.

 

Por otra parte, sería bueno recordarle al actual gobierno de EUA que, en el 1790, el Congreso de Estados Unidos de América, decretó la primera Ley de Naturalización, donde establecía la ciudadanía estadounidense solo para las “personas blancas libres”, lo cual fue ratificado por la Corte Suprema en el 1857.

 

Pero no fueron los negros las únicas víctimas de la xenofobia del naciente Estado, muchos inmigrantes europeos blancos en diversas etapas fueron víctimas de la xenofobia como resultado de su origen nacional, irlandeses, franceses y alemanes, judíos, italianos, eslavos, fueron despreciados por no ser anglosajones.

 

El racismo y la xenofobia tienen su causa fundamental en la necesidad de los grupos dominantes de segmentar la sociedad y estimular diferencias que limiten las posibilidades de articulación política de las clases subalternas, algo particularmente funcional en Estados Unidos, debido a su extraordinaria heterogeneidad social.

 

En los EUA, tradicionalmente han sido, y son, las formaciones de extrema derecha las que alimentan y promueven el sentimiento de xenofobia, debido al creciente fenómeno migratorio, los conflictos interculturales derivados de su mala gestión y las crisis económicas.

 

Desde el estallido de la pandemia, las personas asiáticas y de ascendencia asiática han sido blancas de lenguaje despectivo en los medios y así como en las plataformas, donde el discurso de odio relacionado con la COVID-19 también se ha propagado ampliamente.

 

“El racismo y los ataques físicos contra las personas asiáticas y de ascendencia asiática se han propagado con la pandemia de COVID-19, y los líderes gubernamentales deberían actuar con decisión para abordar la tendencia”, dijo John Sifton, director de incidencia de Asia de Human Rights Watch. “Los gobiernos deberían tomar medidas para ampliar el alcance público, promover la tolerancia y contrarrestar el discurso de odio mientras investigan y procesan enérgicamente los delitos de odio”. (Sifton 2020)

 

No había nada novedoso en las políticas contra los inmigrantes de Donald Trump, sino una reversión a la más primitiva xenofobia para justificarlas, asumiendo como propios los presupuestos más groseros de los ideólogos de la supremacía blanca. El Ku Klux Klan es un ejemplo de esto. El 15 de junio el propio presidente de EUA, reconoció la existencia de un terrorismo doméstico y se propuso luchar contra este flagelo universal.

 

Cierre inconcluso.

 

¿Qué expresaría el gobierno de los EUA si en su territorio usurpado existiera una base naval extranjera?

 

¿Cómo sería la reacción de la administración norteamericana si se le impusiera el sistema político económico y social que quisieran otros países?

 

¿Qué reacción tendría el gobierno estadounidense si se le acusa de terrorismo de Estado, hacia fuera y dentro de su país?

 

¿Con qué derecho universal las Fuerzas Armadas Norteamericanas invaden saquean y destruyen otros países del mundo lejos de sus fronteras?

 

¿Con qué moral los gobernantes norteamericanos critican otros países de no tener libertad de prensa y expresión, cuando en las cárceles estadounidenses hay miles de presos políticos, e invaden los medios de difusión masiva y las redes sociales con una especie de infodemia y llenas de fakenews?

 

¿Qué facultades tiene el gobierno de los EUA para sancionar a cualquier país del mundo que quiera comercializar con nuestro país?

 

El sentimiento Mesianista de las grandes elites norteamericanas, su expresión de Excepcionalismo, conlleva a no reconocer el valor de un pequeño país, que solo tiene un “pecado”: hacer una revolución socialista, luchar y mantener sus ideas, desarrollar la solidaridad internacional y continuar la revolución una nueva generación, que quiere vivir en paz, sin bloqueo y por la continuidad y perfeccionamiento del socialismo.

 

Seguiremos combatiendo frente a cualquier embestida imperialista, algún día se hablará de nuestro pueblo, por su estoicismo y solidaridad universal.

 

 

- Mario Antonio Padilla Torres es Dr. en Ciencias Filosóficas, Universidad de la Habana, Máster en Ciencias Históricas, está Diplomado en Cultura, Licenciado en Ciencias Políticas, es Profesor e Investigador Titular.

 

Bibliografía.

 

Hunter, Rodney, intervención en las ONU, el 23 de junio 2021, consultar: https://www.msn.com/es-mx/noticias/mundo/emite-onu-29ª-condena-al-embargo-de-estados-unidos-contra-cuba/ar-AALmvCM

 

Rodríguez Parrilla Bruno. Intervención ante el Plenario de la Asamblea General de la ONU “Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Nueva York, 23 de junio 2021.Consultar: https://www.presidencia.gob.cu>

 

Veiga Gustavo consultar: https://kaosenlared.net/en-la-onu-la-condena-al-embargo-de-estados-unidos-gano-por-184-votos-a-dos/

 

Vicent Mauricio, El País, 23 de junio. Consultar: https://elpais.com/internacional/2021-06-23/la-onu-condena-una-vez-mas-el-embargo-estadounidense-contra-cuba.html

 

 

 

[1] La ley establece que cualquier compañía no norteamericana que tiene tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales, y que los dirigentes de la compañía pueden ver prohibida su entrada en Estados Unidos. Esto significaba que compañías internacionales debían elegir entre comerciar con Cuba o comerciar con los Estados Unidos. Aprobada en 1996.

Esta ley desde el punto de vista político, pretende perpetuar el clima de hostilidad en la política de EUA hacia Cuba, para forzar la destrucción de la Revolución Cubana y desde el punto de vista económico, intimidar por todos los medios posibles a los empresarios extranjeros para tratar de evitar las inversiones y el comercio internacional con Cuba.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/213086
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