Dos desafíos: esperanza o la incertidumbre

¿Es posible democratizar el capitalismo?

Todo lo que ofende, altere o vulnere la Madre Tierra afecta el modo de vivir en comunidad, por consiguiente, trastoca la cultura, las formas de vida, genera enfermedad.

05/04/2021
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
tierra_ambiente.jpg
Ilustración: https://www.pinterest.es/
-A +A

Introducción: El punto de partida del autor Paul Hersch Martínez, para hacer su crítica a una medicina cuantitativa y no social es el indicador sobre “Esperanza de vida al nacer”. En otras palabras, se trata de ver el número de personas de diferentes edades que mueren ese año, y proporcionar un panorama general de las “características de mortalidad” de la población para ese periodo. 

 

Es un indicador cuantitativo que no toma lo histórico ni las condiciones de vida, es decir, no mide la calidad de vida. 

 

Walter Benjamín decía: “El capitalismo hizo del tiempo un “tiempo homogéneo y vacío”. O sea, no se considera las diferencias de clase social que hace la realidad heterogénea. A lo cual se hace caso omiso de “historizar o contextualizar la reflexión filosófica”.  

 

Además, se puntualiza la relevancia de la vida cotidiana y la articulación compleja de múltiples situaciones sociales: Reyerta callejera, alcohol, venganza familiar, contaminación de COVID 19 que produce depresión que favorece al suicidio, violencia de pareja. 

 

En síntesis, en la epidemiología cuantitativa está ausente el análisis dialéctico de la totalidad histórica de los fenómenos cuantitativos y cualitativos de la realidad social en relación con la salud, enfermedad. 

 

Ante esta situación de probabilidad, potencialidad y posibilidad de los fenómenos, se plantea la certeza o probabilidad del 100% que ocurra los fenómenos, la incertidumbre que es el 0% que no suceda. Asimismo, se relaciona la esperanza con la posibilidad abstracta o concreta de que se desarrollen la construcción de la esperanza y si no ocurre sería la desesperanza o incertidumbre.  

 

En el marco de todo este planteamiento, se retoma en este artículo las consideraciones sociológicas y epistemológicas de Boaventura de Santos, quien toma 3 consideraciones: el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado, que son fundamentales en la generación de la epistemología del sur, la ecología de saberes y el mejoramiento de la democracia como una condición fundamental para construir la esperanza. 

 

Tal como señalamos anteriormente, no es el propósito confrontar los puntos de vista de los autores citados, sino escribir un ensayo en donde planteamos una conceptualización diferente a la salud y sobre todo al enfoque de la pandemia del coronavirus Covid 19 tanto a nivel internacional como en referencia a lo que sucede en uno de los países más pobre de América Latina como es Honduras. 

 

Reduccionismo y determinismo en la pandemia del COVID 19  

 

La causa de la pandemia es un agente viral (COVID 19) y prácticamente es un enfoque ahistórico, biológico, y se abstrae lo político universalizando el problema, por lo tanto, las soluciones estarán centradas en lo biológico, neutralidad, en lo ahistórico, en lo no ético y en la ausencia de lo geopolítico, lo militar y lo económico. 

 

¿Porque es determinista? Porque todo se atribuye que la causa es el virus y la forma de propagarse es el vector, por consiguiente, hay que controlar al vector y entre los vectores el principal es el ser humano. 

 

Para ilustrar mejor esta situación utilizamos el caso del dengue, cuyo vector es el mosquito y en el caso del coronavirus el principal vector que hay que eliminar o controlar es el ser humano. 

 

En consecuencia, las soluciones que se proponen pueden ser falsas, el mejor ejemplo son las vacunas, que si bien es cierto contribuyen a mejorar la situación de la pandemia, pero si todo se reduce al virus la variabilidad de este agente puede ser alta y, por lo tanto, la duración del efecto de la vacuna va a ser muy corta y si no mejoran otras condiciones de salud y vida del sujeto a largo plazo, las vacunas no van a ser tan efectivas. 

 

Holobiosalud 

 

Según las consideraciones anteriores, el enfoque universal causal o etiológico de la pandemia resulta pobre e insuficiente y, por lo tanto, no apegado a la realidad y consideramos no solo la necesidad de un enfoque más integral y no reduccionista ni determinista.

 

Holobiosalud como la salud de la totalidad viviente es decir de todos los seres vivos. El término a su vez involucra Holos=totalidad, bios =vida y salud. Sin embargo, el término Holobiosalud es mucho más complejo y será desarrollado en el curso de esta reflexión. 

 

Todas las culturas tienen una forma de ver, sentir percibir y proyectar el mundo, al conjunto de estas formas se conoce como Cosmovisión o Visión Cósmica. Las comunidades de los pueblos ancestrales, la cultura de la vida e inspirados en la unidad en la biodiversidad donde todo está conectado, interrelacionado, nada está fuera, sino por el contrario “todo es parte del uno y del todo y donde existe el conflicto de clases, género, el racismo, la armonía, el caos, la certeza y la incertidumbre. 

 

En la cosmovisión de los pueblos vamos a relacionar la idea de la Madre Tierra no sólo como un organismo vivo sino como un ser que se ama, cuida y respeta, por lo tanto, no se explota y la vida, se comparte. El amor y la solidaridad con la Madre tierra son sagrados. La esencia de la cosmovisión de los pueblos ancestrales: Maya, Azteca, Inca, Quechua, Aimara Mapuche y en otras culturas está vigente en siglo XXI. El convivir no solo se refiere a los animales y plantas sino también a las rocas y montañas. Las ideas ancestrales chocan con las políticas y prácticas de fragmentar y triturar las rocas en la explotación minera cuyo fin es aumentar la tasa del capital de las empresas. 

 

En esta visión todo lo que ofende, altere o vulnere la Madre Tierra afecta el modo de vivir en comunidad, por consiguiente, trastoca la cultura, las formas de vida, genera enfermedad tanto de las personas, familias, comunidades; así como de todos los seres vivos 

 

Crítica al manejo de la pandemia Honduras 

 

Se aplicó la línea general de la OMS, distanciamiento social, confinamiento (quédese en casa) a pesar de la desigualdad social, la mayor parte de la población no podía quedarse en casa por desempleo, pobreza y problemas de vivienda, lávese las manos con agua y jabón o con gel antibacterial y alcohol, uso de mascarillas, este mecanismo resultó impracticable porque el Estado no proporcionó medidas de bioseguridad a los trabajadores de la salud y puso en alto riesgo a la enfermedad, morbilidad y muerte, por otra parte debido a la pobreza millares de ciudadanos no pudieron comprar las mascarillas recomendadas; cierre de mercados públicos y mantenimiento de los supermercados y cadenas multinacionales de alimentos refrigerados, lo cual indica que se le dio preeminencia a la importación de alimentos y en consecuencia, se afectó profundamente al campesinado y al consumo de alimentos por los pobres, porque resultaron de mayor costo. 

 

Todas estas medidas generales se realizaron bajo el estado de excepción que se ha vuelto permanente en el país y que desde luego incrementa la criminalización de la protesta, la defensa de los derechos laborales, alimentarios, de salud, vivienda, transporte y la precarización de la vida. 

 

En otras palabras, incrementó la violación sistemática de los derechos humanos, la tortura los tratos crueles inhumanos y degradantes, la utilización masiva de bombas lacrimógenas, no solamente en las marchas sino dentro de las viviendas, agravando la pandemia, generando terrorismo de estado, estrés, insomnio, depresión, debilitamiento de la inmunidad y suicidio, en un país que se caracteriza por tener una de las tasas de homicidio más altas del mundo. Uno de los datos relevantes es que la tasa de mortalidad materna es más alta que la tasa de homicidios. 

 

El aislamiento social, contribuyó a fragmentar en mayor grado la sociedad, a romper los lazos de comunidad y a considerar el sujeto infectado o vector como un enemigo, a tal grado que se llegó a rechazar el trabajador de la salud porque se consideraba un peligro para la vida. Esta medida rompió toda idea de organización y el comportamiento humano se tornó individualista y no solidario. 

 

Las familias confinadas presentaron los siguientes problemas: incremento de 

conflictos familiares, mayor violencia contra la mujer, aumento en el consumo de alcohol, tabaco, drogas adictivas, psicofármacos, estrés, soledad, depresión y tasa de suicidio, inactividad física, disminución de la masa muscular(sarcopenia) mayor tendencia a la trombosis venosa y serios trastornos en la inmunidad, disminución a la exposición solar y la respiración en ambientes libres. 

 

 El lavarse las manos fue complejo porque hay problemas serios en la disponibilidad de agua y la propagación de otras enfermedades que son producto de los serios problemas de manejo de las aguas residuales, pérdida de la biodiversidad y contaminación de fertilizantes insecticidas, plaguicidas y presencia de metales pesados y tóxicos por la minería, la explotación minera y la construcción de múltiples represas. 

 

Se suma a todo lo anterior, la política de reducción de gastos sociales particularmente, en salud, educación, alimentación, vivienda y transporte público, mejoramiento y protección ecológica y se les da prioridad a los gastos militares, burocráticos y a la corrupción, los sectores más afectados son los indígenas, campesinos, garífunas, misquitos, mujeres, niños, niñas, ancianos así como la clase trabajadora; El Estado se garantiza por ser policial militar, persecutorio, carcelario, militarización de casi todas las estructuras del Estado, todo se justifica en la guerra contra narcotraficantes, maras y subversivos, prevalece un Estado sin derechos , genocida y practicante de los crímenes de lesa humanidad, todo en nombre de la lucha contra el narcotráfico; el personal de salud, es uno de los más afectados con altas tasas de mortalidad de médicos, enfermeras y todos los trabajadores de salud véase Carta Pública y CARTA A LA NACIÓN ULTRAJADA 

 

Observaciones críticas a la mortalidad por COVID   

 

Es muy complejo afirmar si la cantidad de muertos que se atribuyen al virus por el COVID 19 corresponde a la realidad o es atribuible a otras causas por las siguientes razones: 

 

En la mayor parte de los casos no hay autopsias ni tan siquiera es posible afirmar que se trataba de COVID; la población es multienferma; las pruebas de laboratorio no son confiables en mayor parte de los casos ya que esta pandemia ha coincidido con otras enfermedades previas de naturaleza viral tales como: influenza, dengue, obesidad diabetes, hipertensión arterial, profundas alteraciones de la biota intestinal, obesidad mórbida, desnutrición, precariedad de sistema de salud , contaminación minera, plaguicidas, abusos de antibióticos, número insuficiente de médicos y las decisiones de salud no han sido consultadas a profesionales con capacidad y valores éticos, así como sólo fueron consultados sectores de las grandes empresas y muy pocos empresarios honrados y casi nunca fueron tomado en cuenta las organizaciones obreras, campesinas, mujeres organizadas  y los dirigentes y directivos del Colegio Médico y las organizaciones de microbiólogos, enfermeras,  técnicos de anestesia y la mayor parte de los equipos de salud. 

 

Esta profunda crisis múltiple, donde prevalece la incertidumbre y la ausencia de esperanza nos hacemos las siguientes consideraciones: 

 

La democracia está ausente, es incompatible con este capitalismo donde prevalece a devastación, el aplastamiento de la verdad, la neocolonización, el genocidio, la prevalencia de la violencia estructural, el feminicidio y la violación sistemática de los derechos humanos y de la madre tierra.  

 

En consecuencia, ¿Es posible construir la democracia en el marco de este capitalismo salvaje?  En respuesta, no es posible mejorarla ni construirla, es necesario cambiar el sistema, transformar el sistema capitalista, racista, patriarcal y genocida, para lo cual necesitamos la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire. 

 

Ernest Bloch trazó, el camino de la utopía en su libro “Principio de la Esperanza” en tres momentos históricos: el presente, el pasado y el futuro. Se analiza el presente a partir de los sueños despiertos que contrasta con los sueños dormidos que corresponde al inconsciente de Freud. 

 

En el estar despierto, se desarrolla la conciencia anticipadora que es un componente fundamental en el desarrollo de la interpretación y tal como dice Marx, no basta con interpretar la realidad, hay que transformarla” en el momento del pasado, Bloch se apoya en Walter Benjamín, el desarrollo de la memoria histórica que según este último autor es la memoria de los vencedores y es necesario construir la memoria de los oprimidos y luchadores por la vida. 

 

En la memoria del futuro, nos indica que no solo la ciencia y la epistemología puede conducirnos a la construcción de la esperanza, se requiere el arte, lo lúdico, la poesía y todas las formas de cultura que enriquecen el camino de la transformación de la realidad. La democracia requiere un enfoque radical del sistema capitalista y que nos acerque a formas de convivir en comunidad y solidaridad humana, que es incompatible con una idea de ampliar o mejorar la democracia en el marco de un sistema económico, hegemónico que violenta los derechos de la madre tierra y la humanidad planetaria. 

 

 Agradecimiento:  

 

Se agradece el artículo que nos envió el Dr. Paul Hersch Martínez titulado "Esperanza de la vida y Esperanza en la Vida” que nos ha inspirado a realizar una reflexión sobre la situación que pasa en Honduras y el mundo sobre la pandemia del COVID 19 y que nos ha motivado a escribir este ensayo y un futuro poema. 

 

Se hace un reconocimiento a Jefry Izcano que nos apoyó en la asistencia técnica de este artículo. 

 

Tegucigalpa, 11 de marzo de 2021 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/211659?language=es
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS