Los trabajadores de Google y Amazon se organizan en sindicatos
Amazon y Google son dos de los gigantes digitales que han obtenido un gran saldo económico en este período de pandemia pero que no se ha traducido de ninguna manera en un beneficio para sus trabajadores.
- Opinión
Dos ingenieros de software, Parul Koul y Chewy Shaw, fueron elegidos en enero de 2021, presidente y vicepresidente ejecutivos del Alphabet Workers Union (AWU), el sindicato de los trabajadores de la corporación Alphabet. Él AWU está afiliado al Communications Workers of America, un sindicato que representa a los trabajadores de las telecomunicaciones y los medios de comunicación en los Estados Unidos y Canadá.
El AWU es la primera experiencia sindical en el territorio del Silicon Valley, donde se gestaron la red Internet y el conglomerado de empresas que hoy se encuentran sumamente concentradas en las conocidas GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft). En su webi, se pueden leer algunos de sus postulados centrales: confianza, estar al lado de las comunidades, en contra de todo totalitarismo, por la justicia social y la equidad de sueldos. Nuestro sindicato de más de 800 miembros se esfuerza por proteger a los trabajadores de Alphabet, a nuestra sociedad global y a nuestro mundo. Promovemos la solidaridad, la democracia y la justicia social y económica. AWU busca promover el bien social en nuestro lugar de trabajo, así como el bien de todos los usuarios que interactúan con nuestros productos y las comunidades que impactamos. Parul Koul, presidente ejecutivo de AWU afirma, “Vemos como nuestro papel, asegurar que la empresa crezca y tome decisiones de manera saludable. Es importante señalar que un crecimiento saludable requiere flexibilidad. Queremos que AWU pueda guiar cuidadosamente la dirección de Alphabet. Somos los trabajadores que formamos la compañía y utilizamos la comunicación compartida y la acción colectiva para asegurarnos de que nuestra empresa haga todo lo posible para no ser malvada”.
Después de un año de organización, los trabajadores se unieron, para exigir que se cumplan los principios de igualdad en el trabajo y los principios éticos en el modelo de negocio, sus políticas de privacidad de los datos o posibles abusos de posición dominante en el mercado. La formación de este sindicato es inédita, ya que, dentro del mundo del Silicon Valley, históricamente no se registran el activismo sindical o de negociación colectiva, en parte porque los beneficios laborales y los buenos sueldos estuvieron siempre presentes. Sin embargo, como bien lo aclaran en su web, ese no es el fin de esta unión, ya que comenzó a gestarse a partir de los casos de acoso sexual por parte de altos ejecutivos de la compañía y por la colaboración que ha hecho con el ejército estadounidense.
Timnit Gebru, investigadora líder en inteligencia artificial (I.A.) y una de las pocas mujeres negras en su especialidad, denuncia que fue despedida por su implicancia en combatir los prejuicios con una mirada crítica sobre los modelos y el sesgo que se utilizan en I.A. a gran escala.
En 2019, los empleados de Google publicaron una carta pública dirigida a Alphabet, pidiéndole que redujera todas sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Los trabajadores también firmaron una petición en la que condenaban un contrato de computación en la nube que Google tenía con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. sobre el papel de la agencia en la separación de inmigrantes y familias en la frontera.
Cualquier trabajador de Alphabet podrá afiliarse mediante el pago de una cuota equivalente al 1% de sus ingresos, cifra que puede servir para solventar actividades, equipo legal e incluso una caja de resistencia en caso de una huelga laboral. La mayoría de los afiliados trabajan en Silicon Valley, pero el resto de los integrantes se encuentran en Nueva York, Massachusetts y Colorado. Pese al impacto que ha tenido la formación del sindicato, aún está lejos de obtener el reconocimiento como figura de negociación colectiva de trabajo en Estados Unidos, ya que la ley exige que estén representados al menos el 30% de los trabajadores de un centro de trabajo o de una división en concreto. Hasta ahora, el sindicato tiene un alcance leve: apenas representa 225 trabajadores de los 120.000 que tiene todo el grupo.