Argentina: Alberto y Cristina, una unidad política

La oposición macrista y aliados ejerce un ataque feroz al gobierno de Alberto Fernández intentando su fracaso, debilitar su base y provocar su caída.

04/02/2021
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Foto: https://chacoenlineainforma.com
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Desde que el Frente de Todos ganó las elecciones nacionales en octubre de 2019, el gobierno ha asumido una tarea difícil: dejar atrás el proyecto neoliberal del gran poder financiero transnacional e instalar un proyecto de país nacional y popular. Para ello encaró a) crear y recrear instituciones devastadas; b) recuperar valores de solidaridad y conciencia de nación federal y soberana; c) lograr la recuperación económica, cultural, educativa, científica y tecnológica, de la salud, del ambiente, las relaciones internacionales, el funcionamiento constitucional del estado; d) afianzar nuevos derechos y abrir expectativas de mejor vida al pueblo.

 

A poco de iniciar sobrevino la pandemia del Covid 19. El gobierno nacional está encarando con política federal y fundamentos científicos la campaña contra la pandemia y por la vacunación masiva para defender al pueblo de toda la nación.

 

Cada uno de los pasos que va dando son saltos cualitativos dentro de una infinita cantidad de pequeños y grandes cambios cuantitativos en todas las áreas. Claro, no se trata de una revolución, pero sí de un salto gigantesco en calidad al vencer electoralmente al macrismo, mantener la gobernabilidad e iniciar la aplicación del programa nacional y popular del peronismo histórico en este siglo XXI, en un país con cuatro años de vaciamiento, endeudamiento y destrucción de valores y cultura; en una región golpeada por el mismo enemigo de clase y en un mundo en crisis de magnitud no vista nunca antes.

 

La oposición macrista y aliados ejerce un ataque feroz al gobierno intentando su fracaso, debilitar su base y provocar su caída. Sus ideólogos han usado varios discursos, pero el más sólido sigue siendo intentar el rompimiento de la unidad entre Alberto y Cristina y diversos integrantes del Frente de Todos. Con discursos venenosos, falaces y fake news tratan de provocar fricciones cuestionando al Presidente, alentando un anticristinismo en unos y un cristinismo fanático en otros tratando de destruir la cabeza política del gobierno del país, la unidad de Alberto y Cristina.

 

Complica el cuadro que desde dentro del F de T haya voces críticas por fuera de contexto que exigen más rapidez y contundencia en las decisiones del Poder Ejecutivo, más firmeza al Presidente, posturas que los lleva hasta hablar de debilidad que son aprovechadas por el campo opositor que las refuerza.

 

Alberto y Cristina constituyen una unidad dialéctica

 

La categoría científica unidad dialéctica que ha desarrollado Federico Engels es útil para explicar la unidad que constituyen Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, emblema de creatividad científica. Como producto de una de esas encrucijadas increíbles de la historia han constituido una unidad política nacional y popular en torno a un proyecto de país soberano, justo, solidario, con distribución equitativa del ingreso, apuntando a recuperar la Patria Grande y la unidad de los pueblos, banderas del peronismo histórico en el marco del Siglo XXI, hoy, aquí, en Argentina, en esta región y en este mundo en crisis planetaria.

 

Cristina y Alberto son dos polos de la unidad que al compartir van haciendo la historia de la misma, aportando su respectiva formación política, cultural, social; sus experiencias de vida, de gestión, sus valores personales, sus múltiples matices de vidas ricas y potentes. Ambos dirigentes con vocación patriótica, capacidad política y decisión en la gestión son indiscutiblemente la cabeza política del conjunto del pueblo argentino.

 

Justamente con sus diferencias dentro de la unidad que conforman radica la fuerza que ha permitido al F de T no solo ganar las elecciones sino afrontar la complejidad que produce una Argentina devastada, más la pandemia, más la feroz e irracional oposición antigubernamental y antipopular.

 

¿Alberto solo o Cristina sola podrían hacer una revolución como reclaman algunos? Las revoluciones la hacen los pueblos empoderados con conciencia, ganas y decisión, tal que constituyan un sujeto colectivo con los dirigentes que los representan para emprender semejante hecho de la historia dentro de escenarios donde se conjugan factores que la hacen posible o que las dificultan.

 

Los cambios que se necesitan hoy también requieren un pueblo empoderado para lograrlos, es más que pedir, es más que votar. Estamos ante la posibilidad de que contando con la unidad política del Frente de Todos en el gobierno y con valiosos cuadros y dirigentes de masas, “cada hombre y mujer del pueblo trabaje de ciudadano”, que sea militante de este proyecto nacional y popular.

 

¿Por qué? ¿Para qué?, porque desde adentro de este fascinante y complejo proceso histórico podría gestarse la fuerza popular con poder tal que pueda recortar, controlar y limitar el poder de la oligarquía financiera y sus socios hasta que se desmoronen los cimientos de la sociedad capitalista. Mientras irían surgiendo las bases de organización, experiencia y conocimientos para construir una sociedad superior. Hay muchas experiencias históricas que nos muestran lo difícil que es dejar atrás al capitalismo pero hay otras que ya nos muestran las formas de transición como la Revolución Bolivariana, ejemplo de construcción de democracia con poder popular.

 

SI no logramos crear un fuerte poder asumido por millones de argentinos y argentinas, y dirigentes que lo expresen en una necesaria etapa de transición, difícilmente podamos poner en caja al violento e inhumano enemigo de los pueblos y de la humanidad toda.

 

Buenos Aires, Argentina, 18 de enero de 2021

 

Irma Antognazzi

Historiadora argentina.

Universidad Nacional de Rosario

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210821?language=en
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