Las quimeras de la regulación de alquileres y el New Green Deal europeo

El Banco de España publica la lista de emisiones de deuda corporativa que puede comprar el Banco Central Europeo

02/02/2021
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Este documento explica, con lenguaje divulgativo, cómo la enorme creación de dinero nuevo y fresco del BCE trata de apuntalar los negocios de la banca y de las grandes corporaciones europeas en la crisis pandémica. Esas políticas se concretan en la compra de deuda a las grandes inmobiliarias españolas que, con la tesorería bien llena, se pueden reír de las leyes de regulación de los alquileres de los Parlamentos o de la supuesta lucha contra el calentamiento global, mientras las petroleras y gasistas se llenan los bolsillos. Por lo tanto, con sus acciones, las autoridades monetarias europeas – EuroSistema- diluyen, como un azucarillo en café caliente, el teatro de la Soberanía popular parlamentaria.

 

Las compras de deuda del BCE apuntalan el mercado inmobiliario

 

Dos SOCIMIS españolas, Merlín Properties y Inmobiliaria Colonial, han emitido deuda por valor de 4.250 millones de euros desde el 2016 para financiar sus planes de expansión. Una cifra que supone casi 2 veces el presupuesto de una ciudad como Barcelona. A esa deuda la llaman renta fija, pero de fija no tiene nada. Los inversores la compran en forma de bonos con un tipo de interés inicial que varía según la demanda. Cuánta más demanda menos rentabilidad. Como ocurre con los bonos soberanos alemanes, que tienen tanta demanda que los inversores pierden dinero, al situarse los tipos de interés en el surrealista terreno negativo.

 

Desde la crisis del 2007, la política del Banco Central Europeo -BCE - se ha concentrado en el mismo objetivo, disfrazada con el discurso mediático de luchar contra la crisis y crear inflación. Esa es la razón por la que se ha convertido en un inversor privilegiado en la compra de bonos de las grandes corporaciones europeas con cuatro objetivos. El primero, como en el caso de nuestras SOCIMIS españolas, reducir la rentabilidad de sus bonos de deuda (pagar menos hasta acercarlos a cero) al aumentar la demanda. El segundo, aumentar el prestigio de esas compañías como Merlín o Colonial, con lo que, el tercer objetivo, la mejora del rating, hace también que aumente la demanda de sus emisiones de deuda, reduciendo a largo plazo su coste en un encadenamiento de refinanciaciones infinito. Y en cuarto lugar, la inundación de liquidez se destina al aberrante -según la teoría económica con mando en plaza- objetivo de recomprar sus propias acciones: al bajar la rentabilidad de los bonos, ésta se dirige a la renta variable y las corporaciones se forran recomprando sus propias acciones y repartiendo dividendos suculentos.

 

Para Christine Lagarde y los anteriores presidentes del BCE esa debe ser la política de las autoridades monetarias europeas: la creación a espuertas de dinero nuevo de los bancos centrales puede mantener ese castillo de naipes del capitalismo con rasgos muy parasitarios y aplazar de momento la crisis de, al menos, esos todopoderosos actores.

 

Su plan: el rescate de las grandes corporaciones europea

 


Consejo Ejecutivo del BCE con Christine Lagarde en el centro

 

Todos los medios de comunicación usan el mismo discurso para disfrazar este "capitalismo de amiguetes", que socava los principios sagrados del sistema de la mercancía al eliminar de un plumazo la igualdad de oportunidades en los negocios y potenciar el monopolio eliminando la competencia.

 

Merlín Properties, la única Socimi del IBEX35, tiene entre sus principales accionistas al Santander, con un 22%, que, según las “malas lenguas”, es el caballo de Troya en España de Blackrock, el gigantesco fondo de inversión americano, que también tiene una porción de un 4% de las acciones. El entramado societario de esta Socimi - REIT- se entiende mejor observando la composición del Consejo de Administración, con gente de Bankinter, Sabadell, Testa ( participada por Blackstone al 50%), Banif y consejeros de la SAREB, Metrovacesa y Sacyr: lo más granado del gran capital rentista y parasitario de la piel de toro.

 

El gran potencial futuro de Merlín se encuentra en su rol de socio minoritario del desarrollo inmobiliario de Distrito Castellana Norte, empresa del BBVA que es a su vez propietaria de gran parte de los terrenos de la conocida como Operación Chamartín, revalidada desde la izquierda "mainstream" como Madrid Nuevo Norte por el equipo de Manuela CARMENA de Ahora Madrid (*1). Nuestra web Prouespeculació se hacía eco de este "capitalismo de amiguetes" en Operación Chamartín y Fira Barcelona: el mismo urbanismo con visión EXTRACTIVISTA y DEPREDADORA que comparten las élites de Madrid y Barcelona.

 

{arquitecto Eduardo Mangada} Me atrevo a calificar la Operación Chamartín como uno de los mayores escándalos del urbanismo europeo: la entrega de 3 millones de metros cuadrados de suelo público a un banco para que dé cabida en él a sus negocios financieros durante dos décadas. No lo llamemos Operación Chamartín o Madrid Nuevo Norte, por favor, llamémoslo por su nombre: Cortijo BBVA. Un área privilegiada de la ciudad donde ir colocando fondos de inversión venidos de cualquier continente en beneficio de un banco.

 

¡¡Allanarse al TAMAYAZO!!

 

Así es como se expresa este arquitecto, que trabajó para la alcaldía de Tierno Galván, ante este tinglado del Cortijo BBVA, inconcebible sin la colaboración política activa de todos los partidos de la capital del Reino, que acaba en un proyecto que canaliza el dinero creado a espuertas por la banca central de la Reserva Federal de EE.UU y el BCE a través de fondos de inversión venidos de cualquier continente: 3 millones de metros cuadrados de suelo público en la capital.

 

¡¡ llamemos a la OPERACIÓN CHAMARTÍN por su nombre ... CORTIJO BBVA !!