¿Por qué tanto odio en nuestro país?

Las próximas elecciones permiten visualizar cuál es el binomio menos servil a los intereses capitalistas tanto nacionales como internacionales.

13/01/2021
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En estos 4 últimos años el odio ha sido una característica nacional. Esto comenzó por el mismo presidente y se regó por todo el país. Ese odio ha buscado el apoyo de los partidarios de la derecha tradicional ecuatoriana y de las instituciones y poderes del Estado, empezando por una cuarentena de asambleístas que se cambiaron rapidito de camiseta; y no olvidemos la dedicación constante y perversa de los grandes medios de comunicación comerciales. Todo eso fue confirmado nacionalmente por un referéndum amañado para que se vote 7 veces sí a proposiciones que destruían la institucionalidad del país. Así se pudo poner a la cabeza de las instituciones judiciales y de control personas afines a los distintos partidos y grupos que pactaron con el gobierno traidor. Se fue utilizando el odio y la mentira para condenar sin mayores pruebas, encarcelar, perseguir, exiliar, difamar…

 

¿Por qué motivos los ecuatorianos nos hemos dejado envenenar por el odio y engañar por tantas mentiras? Nos estamos quemando al fuego que hemos que hemos entretenido. Ya que ahora vemos el resultado catastrófico de 4 años de desgobierno y despojos. Personalmente veo 3 razones mayores que nos involucran a todos: la venganza de la derecha, la corrupción de las autoridades y el sueño capitalista de muchos ecuatorianos.

 

Los grupos tradicionales de derecha, o sea, los banqueros, los grandes empresarios y terratenientes, los negociantes internacionales… encontraron su gran oportunidad para volver a ganar -o sea, robar- sin medida y mandar su dinero en los paraísos fiscales tal como se lo facilitó el presidente de la república. ¿Por qué el presidente traicionó al que llamaba su amigo y mejor presidente del Ecuador? No veo más razón que la ambición desmedida de poder y dinero…

 

Es que se dieron 4 grandes rupturas con la llegada de Rafael Correa. Primero, con el cierre de la base naval de Manta a la marina norteamericana, esta misma derecha dejaba de tener en casa el apoyo incondicional del gobierno norteamericano. Luego al aparecer medios de comunicación públicos con contenido relevantes, se le quitaba a la derecha la exclusividad de la información sesgada y deformada. Por otra parte el Servicio de Rentas Internas (SRI) tuvo más poder para cobrar impuestos a las empresas, negociantes y grandes propietarios que nunca los pagaban. Durante el gobierno anterior los grupos de derecha ganaron bastante dinero, pero habían perdido el liderazgo de la economía y del control del país. Otro disgusto de la derecha fue la creación de instituciones latinoamericanas tanto comerciales como bancarias que obligaban a tener una contabilidad más transparente y productos de mejor calidad… Estas pérdidas de poder hegemónico y de ganancias desmedidas, nunca se lo iban a perdonar a Rafael Correa. Con el presidente Moreno encontraron una oportunidad única para vengarse y volver a robar descaradamente. Por eso el país ha dado una marcha atrás de 20 años: Estamos en un ‘feriado bancario’ permanente.

 

Segunda razón por la que todo esto fue posible: gracias a la traición de los asambleístas de Alianza País y de las autoridades que se puso a la cabeza de las instituciones de control y de justicia, que aparecen como inmensas cuevas de ladrones. Esos son los ‘nuevos tigres’ de la política -de la clase media- porque utilizan sus puestos estatales de servicio al país para su beneficio personal y financiero: los nuevos ricos que no tienen ni moral ni ética. Las denuncias de corrupción y de posesión de cuentas bancarias en los paraísos fiscales se quedaron archivadas y las salidas del país -flagrantes en el caso de los Bucaram- fueron silenciadas por los medios corruptos de comunicación. Y nos quedamos desde 4 años sin obras sociales de alguna envergadura: no se tapan ni los huecos de las nuevas carretas que, gracias al gobierno anterior, recorren todo el país. ¿Adónde fueron a parar los miles de millones entregados por el FMI (Fondo Monetario Internacional)? ¿Por qué no nos hemos beneficiado los ciudadanos de a pie de estas multimillonarias ‘ayudas’… que vamos a tener que pagar con creces?

 

En cuanto a la tercera razón por la que se permitió tanto desbarajuste, es la falta de reacción de la población, de los más afectados en general, o sea, de la clase popular. Claro se levantaron los indígenas en octubre de 2019, apoyados por grupos de jóvenes y pobladores de todo el país. Pero pronto los dirigentes de la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador), a pesar de haber tenido una docena de muertos, más de mil heridos en especial a los ojos entre los jóvenes y otros tantos de presos, se sentaron a pactar con el presidente que ya tenía un pie en el avión.

 

No hubo más valentía y solidaridad porque los cobardes estaban bien acomodados en sus casas, muy contentos de los logros alcanzados por los que murieron, fueron heridos o apresados: ¡qué hipocresía y sinvergüenza! Ese es el Ecuador de la tristeza profunda… ¿Por qué? No basta decir que los dirigentes barriales son unos ladrones, los dirigentes sindicales unos vendidos, las directivas de partidos unos corrompidos… Hay que reconocer que todos tenemos adentro un capitalista salvaje al asecho de dinero, poder y fama… que no descarta ninguna oportunidad malvada para enriquecerse a costa de los demás. Tenemos el gobierno, las autoridades, la pobreza y los problemas que nos merecemos. El cáncer de la corrupción es el virus más desarrollado en nuestro país. ¿Dónde está el Ecuador católico lleno de personas generosas, organizadas, coherentes, solidarias, valientes, capaz de dar hasta la vida al ejemplo de su Maestro?

 

Las próximas elecciones nos dan la oportunidad para dejar el odio de un lado, evaluar nuestra manera individualista y aprovechadora de vivir afín de cambiar. Nos permiten también visualizar cuál es el binomio menos servil a los intereses capitalistas tanto nacionales como internacionales. Si somos cristianos, no podemos dejar el país a la ‘buena de Dios’. Es responsabilidad de todos construir el país que nos merecemos con las autoridades más adecuadas para enrumbarnos hacia un futuro mejor.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210503?language=en
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