¿Trump o Biden? ¿Latinoamérica tendría alguna preferencia?

06/11/2020
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Demócratas o republicanos

 

A las 19 horas del 5 de noviembre, Biden habría logrados 264 votos electorales de los 270 que necesita para ser ungido como Presidente de EEUU. Trump, apenas ha logrado acumular 214, por lo que podría decirse que ya se tiene un ganador. Pero en EEUU no siempre está dicha la última palabra, sobre todo cuando el posible perdedor está judicializando el proceso electoral en varios Estados.

 

Cualquiera sea el resultado final, demócratas o republicanos en el poder, siempre verán a Latinoamérica como su patio trasero y tendrán la OEA como su Ministerio de las Colonias desempeñando roles como el golpe que patrocinó “exitosamente” en Bolivia-2019. El regreso de gobiernos progres (México, Argentina, Bolivia y la nueva Constitución en Chile, entre otros) y, de otro lado, el desprestigio de gobiernos derechistas (Brasil, Colombia, Ecuador, etc.), debe tener preocupada a la Casa Blanca, sobre todo cuando la presencia china es creciente.

 

La nueva configuración política de la región, podría sugerir a la nueva administración que incluya en su agenda permanente el tema latinoamericano en lugar de tenerlo como un tema marginal, de tratamiento esporádico. Veremos si esto es así dentro de muy pocos días.

 

Por su parte, Latinoamérica no tiene un rol relevante para EEUU. Así lo muestra el poco interés de Trump que, en sus cuatro años, no ha visitado oficialmente a ningún país de la región y cuando se ocupaba de ella focalizaba su interés en temas de seguridad derivados de las migraciones y el narcotráfico. En contraste, B. Obama lo hizo 15 veces, incluyendo a Cuba, eso no garantiza que no habrá intentos intervencionistas cuando algún país se atreva a poner en cuestión su dominio imperialista. Lo está haciendo con Cuba y Venezuela, y lo hizo con Allende.

 

No obstante, el tema crucial que separa a los demócratas y republicanos es el de la democracia. Ésta se ha vuelto un problema para Trump, prefiere la autocracia, mientras que Biden se convierte en el que la reivindica mirando su frente interno y diciéndole al mundo que es respetuoso de la institucionalidad, por lo que es previsible el retorno de EEUU a la OMS y otros espacios multilaterales.

 

Países rojos, casi rojos y los otros

 

Seguramente Cuba, Nicaragua y Venezuela, dada la desproporcionada campaña de Trump contra ellos, esperan que Biden morigere la agresión norteamericana de los últimos años que, en varios momentos, alcanzó sus niveles más visibles de intervencionismo disfrazada de sanciones. Estos tres países, pero sobre todo Cuba y Venezuela han estado presentes en el discurso de ambos candidatos.

 

Trump no ha perdido ocasión para prometer más “mano dura” contra “los comunistas” que amenazan su seguridad nacional y la democracia en la región. Si es reelecto seguramente cumpliría estas promesas. Mientras que Biden, sin negar lo dicho por su competidor, promete “nueva política exterior” y nuevas relaciones diplomáticas con estos países, especialmente con Cuba, en línea con los avances de B. Obama. Modales y matices que no distinguen en lo esencial a los competidores por la casa blanca.

 

Jair Bolsonaro de Brasil e Iván Duque de Colombia, sentirán la derrota de Trump como si fuera la suya propia dada su explicita obediencia a las indicaciones del actual inquilino de la casa blanca. Estos dos, con mayor estridencia Bolsonaro, se la jugaron por la reelección porque se sienten protegidos en sus criticadas políticas sobre medio ambiente, derechos humanos y temas referidos al COVID 19. Biden, en relación a estos anunció sanciones para Brasil si no detiene la “destrucción de la selva amazónica.”

 

En el caso de México, la situación es un poco más compleja. Un gobierno abiertamente de izquierda tuvo que transar con Trump, promotor del “muro de la vergüenza”, para evitar una guerra de aranceles (como la hace con china y otros países) o una política más drástica en asuntos migratorios y reducción de apoyo a lucha contra el narcotráfico. AMLO optó, por ahora, por el mal menor. Dada la aparente diferencia de estilos de gobierno, se espera que sus relaciones mejoren con Biden.

 

Los casos de Bolivia y Chile adquieren relevancia particular por los últimos hechos ocurridos. En Bolivia, volvió al gobierno el MAS, movimiento izquierdista y muy amigo de Venezuela, con más del 55% de los votos. En chile, movimientos más ligados a la izquierda, aprobaron de manera contundente la elaboración de una nueva constitución. Estos hechos, per se, hablan de que las relaciones con EEUU no serán de subordinación como lo han sido con Añez y Piñera.

 

El resto de países, incluido Argentina de signo izquierdista, han preferido mantener cauteloso silencio ante la polarización que se viene dando en los EEUU. No es para menos, pues ese país sigue siendo para muchos su principal socio comercial y su principal proveedor de recursos tecnológicos y financieros, tanto para propósitos de desarrollo como de seguridad.

 

Siendo peruano, no puedo dejar de decir algo sobre la actitud del gobierno peruano frente a las elecciones en EEUU. Todos sabemos el papel que ha jugado el gobierno de Vizcarra, sucediendo a P. P. Kuczynski, en la crisis venezolana. Se convirtió en el “líder” de países que, desconociendo el principio de libre determinación de los pueblos, exigían un cambio de gobierno en Venezuela azuzados por la OEA y los aplausos de Trump. Entonces, perder al “aliado mayor”, no les hace ninguna gracia, por lo que prefirieron guardar prudente silencio, aunque de hecho ya deben estar pensando en cómo sacudirse del nefasto Grupo de Lima.

 

Lima, 5 de noviembre de 2020

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/209661
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