Un colectivo y dos conversatorios, para conocernos mejor

01/10/2020
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Nos agrada y anima como Colectivo haber tenido la oportunidad de promover estos Conversatorios, y resaltar las voces y conocimientos indígenas desde los territorios, desde el “Panamá profundo”. Ambos eventos tuvieron considerable participación, incluso de personas del exterior: para el primero más de siete mil visitas vía Facebook”.

 

El país de la diversidad

 

¿Cómo se conformó esta tierra que habitamos? Participaron, con fuerte protagonismo, islas volcánicas y desplazamientos de dos gigantescas placas tectónicas que chocaron entre sí - obligando, la del Caribe, a la del Pacífico, a deslizarse lentamente por debajo. Intervino además el desplazamiento de masas enormes de tierra: la península de Azuero, por ejemplo, vino derivando desde lejos y el istmo la retuvo.

 

Hace unos tres millones de años se terminó de formar este puente del mundo que desde lo cielos se ve como una “s” recostada. Abrió paso a flora y fauna terrestre de sur y norte y dividió el mar en dos. Cambiaron las corrientes marinas y el clima global, favoreciendo incluso las condiciones que hicieron posible el desarrollo de nuestra especie, en África.

 

Son miles de miles los animales y plantas que pueblan el país. Ni qué decir de los peces de ambos mares y de los 500 ríos continentales. Uno se imagina no más, la variedad de invertebrados. En una hectárea de selva tropical prístina, puede haber más especies de árboles y de mariposas que en Europa. Y todo esto montado en escena en un paisito bastante pequeño.

 

No es únicamente diversidad biológica la que nos distingue: es la diversidad cultural. Desde tiempos prehispánicos hemos sido lugar de encuentro de culturas humanas. Aunado a esto, los antepasados de la población panameña provienen de una impresionante variedad de países. Solo a la construcción del Canal vinieron trabajadores de unos 80 países - y no todos se fueron.

 

Pero en la base de todo, en la raíz de lo que somos, están las culturas originarias, descendientes directos de los primeros pobladores de América: hoy en día los y las naso, bri-bri, ngäbe, buglé, emberá, wounaan y guna; culturas que mantuvieron un proceso cultural propio, un desarrollo in situ.

 

Para saber quiénes somos – asunto demasiado importante – hay que aprender con respeto quiénes son esas raíces nuestras, dónde están, qué las hace nobles y valiosas, y qué dificulta sin necesidad su vida.

 

El Colectivo de Aliados Indígenas

 

A partir de la irrupción del Covid-19, un conjunto de personas nos hemos interesado en la situación particular de los pueblos indígenas y en la posibilidad de incidir a favor. Pertenecemos a organizaciones indígenas, a la academia, a ONG e instituciones internacionales; o participamos como individuos. Propicias han sido relaciones previas entre nosotros de amistad o labor profesional.

 

Desde hace 4 meses nos reunimos semanalmente. Autoridades y técnicos de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP) y otras organizaciones indígenas, del Vice-Ministro de Asuntos Indígenas del MINGOB, y la Dirección de Salud Indígena del MINSA, han participado o son parte activa del Colectivo. Hemos ofrecido aportes concretos como un mapa en actualización permanente sobre la situación del Covid-19 en áreas indígenas (rainforestfoundation.org/covid-panama-gis-map/), un análisis preliminar de la situación de la población urbana y un documento propuesta de desarrollo agrícola en los territorios.

 

Queremos destacar ante el Estado y la ciudadanía lo que las instancias indígenas de organización, sus comarcas y tierras colectivas y la gobernanza que se ejerce en ellas, significan como recursos formidables al hacer frente a situaciones como esta pandemia. Para esto hemos realizado dos conversatorios virtuales cuya razón y resultados narramos a continuación. Vale destacar la decidida colaboración en su organización de TV Indígena, COONAPIP, CEASPA, SPG-PNUD, el Centro de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Panamá, OMIUBP, Global Brigades, Rainforest Foundation y Futuro Nativo.

 

Voces desde los Territorios”

 

Este fue el título escogido para los conversatorios. El primero se realizó el pasado 15 de julio y reunió a representantes emberá, wounaan y guna: Sara Omi, presidenta del Congreso General de Tierras Colectivas del Alto Bayano; Aulina Ismare Chamarra, del Congreso Nacional del Pueblo Wounaan; Reginfo Navas, cacique de la Comarca Guna; y Dialis Herman, abogada guna de Nisbundor-Alianza de Mujeres Indígenas. El evento está en línea: youtube.com/watch?v=oI-llqad97w

 

El segundo conversatorio, el 12 de agosto, contó con relevantes figuras de los pueblos del Oeste del país: bribri, naso, buglé y ngäbe. Bellanira Araúz, del Consejo del Pueblo Bribri; Alexis Santana, Rey del Pueblo Naso; Marcelo Guerra, cacique general del Pueblo Buglé; y Elsy Pedrol, presidenta de la Coordinadora General de Mujeres Ngäbe Buglé.

(Enlace: youtube.com/watch?v=a1kKiqIumvs&t=31s)

 

En ambas oportunidades se habló de la situación del Covid-19 y las prácticas propias implementadas con éxito. En una sola palabra, la presidenta del Congreso General Tierras Colectivas de Alto Bayano describió la situación de su pueblo: crítica. Son muchos los desafíos que enfrentan en su territorio. La asistencia médica viene desde Chepo y el único puesto de salud está en Ipetí emberá: los territorios indígenas no son necesariamente prioritarios. Demandan ser escuchados. Marcelo Guerra, del pueblo buglé, dijo: “Hemos estado y convivido trabajando, por mucho tiempo, en Veraguas y Bocas del Toro. Para nosotros el saber ancestral es importante y la medicina tradicional nos ha apoyado mucho”.

 

Las comunidades no solo esperan a que lleguen las soluciones: las gestionan en base a su gobernanza. Ahí están los bugodai, seguridad auto-sostenida ngäbe, instalada en los accesos a la Comarca ejerciendo labor preventiva. Ahí está también la labor de las mujeres, no siempre relevada. Y las estrategias consensuadas a lo interno y con el MINSA, ante el eventual regreso a territorio de paisanos que viven en las ciudades. Se habló también de las dificultades y los esfuerzos mutuos, para el necesario dialogo inter-cultural. La medicina tradicional y su alcance comprobado en los territorios... Fue mucho lo conversado, demasiado para resumirlo aquí. Pero quedan los enlaces para quienes deseen acercarse.

 

Nos agrada y anima como Colectivo haber tenido la oportunidad de promover estos conversatorios, y resaltar las voces y conocimientos indígenas desde el “Panamá profundo”. Ambos eventos tuvieron considerable participación, incluso de personas del exterior: para el primero más de siete mil visitas vía Facebook.

 

Ha sido un afán por mostrar no solo carencias y reclamos - como muchas veces sucede al hablar de los territorios indígenas, llegando solo a la superficie y a los prejuicios citadinos. Señalando a través de sus voces las propuestas y labores implementadas, los aciertos y desaciertos, en las comunidades y por sus comunidades, con consulta previa y sin ella… Para, a fin de cuentas, aprender un poco más todos, como país, en estos complejos tiempos de pandemia.

 

Sabemos que tras la pandemia será importante identificar las vulnerabilidades que surjan, como incomprensión de los sistemas de curación indígenas, dificultades de comunicación, ocupación ilegal de territorios, paralización de procesos de titulación colectiva, restricciones de movilidad, discriminación por posibilidad de contagio, contagio por foráneos, etc.

 

Es el afán del Colectivo de Aliados Indígenas, afrontar el momento del Covid-19 consolidando nuevas y mejores vías de co-responsabilidad, creando hacia delante una interrelación que perdure y sea de beneficio para el conjunto de la sociedad panameña, y para la valiosa diversidad que la sustenta y fortalece.

 

Contacto: ventocilla.jorge@gmail.com

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/209139
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