El Salvador: Hojas sueltas de nuestra historia

03/07/2020
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Foto: Victor Regalado
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¡El enemigo jamás debe volver a encontrarnos divididos!

 

Introducción

 

Estas dolorosas hojas sueltas de nuestra historia que les traigo, comenzaron a escribirse el 13 de junio de 1524, cuando Atonal, jefe de guerra de la nación de los Izalcos, con el uso de las armas opuso resistencia al invasor.

 

Estas hojas vienen del árbol sagrado de la historia patria, hacen parte de la memoria que marca el sendero por el que avanzamos, textos para que las nuevas generaciones y las personas que no conocieron o no se implicaron en la gesta de liberación de doce años que vivió la patria, puedan reflexionar.

 

Desde de la independencia de España en 1821 el gobierno fue controlado por un sector minoritario de la sociedad, poseedor del poder económico. Esto les permitió controlar el Estado para modelar y blindar sus estructuras políticas y jurídicas a su favor, colocar funcionarios incondicionales para defender sus intereses, hacer uso de los bienes del Estado como si fueran suyos, y hacer leyes que los protegen. Pero, además, el poder económico le permitió a la oligarquía corromper a militares, convertirlos en sus sirvientes y ponerlos a gobernar.

 

Ahora, muchas cabecitas huecas que se dicen revolucionarios se han dejado engañar por los cantos de sirena de la derecha representada en Nuevas Ideas y andan corriendo atolondrados como hormigas locas de allá para acá y de acá para allá detrás del nuevo partido de derecha.

 

Para estos falsos revolucionarios la guerra no sirvió para nada y era cosa normal vivir bajo la bota militar, que los niños no recibieran sus paquetes ni sus meriendas, que no hubieran unidades de salud en cualquier parte, que la medicina que compraba el Estado estuviera vencida y hubiera que enterrarla para tapar la evidencia; piensan quizás, que estaba bien no poder manifestarse so pena de desaparecer o aparecer muerto tirado en la calle, pagar las consultas en los hospitales y que los gobernantes nos robaran a los salvadoreños pueblo. Tampoco entienden que dividir es hacerle el juego a la derecha y permitirle que vuelva a gobernar.

 

Estos analfabetos políticos, que un día creyeron ser revolucionarios no realizan que la lucha que se hizo y que ahora les permite disentir y hablar disparates cuesta sangre y lágrimas. Muchas vidas fueron sacrificadas en el crisol de la historia y no podemos ignorarlas y darles la espalda. No realizan que estamos regresando al tenebroso pasado del PCN y ARENA, porque GANA y Nuevas Ideas son partidos populistas de extrema derecha con preocupantes tintes fascistas en su manera de proceder y que aspiran a instaurar una nueva dictadura. Pobres desmemoriados, como no leen y no estudian nuestra historia, ni siquiera entienden lo que significa la superestructura del Estado y por eso tampoco pueden ver, muy a pesar de todo, las cosas buenas que se han logrado.

 

Qué nos queda ante esta realidad a los que no cejaremos en nuestro empeño de seguir avanzando, sino resistir y ganar la calle ocupando todos los espacios culturales, radiales, redes sociales, y trabajar por la unidad popular y el resurgir del movimiento popular. Ahora se necesita impulsar el movimiento social y popular y las luchas sindicales y estudiantiles. Pero para llegar a esto, se necesita crear las condiciones subjetivas en la población atrasada políticamente, organizando círculos en los que esa parte rezagada del pueblo estudie y comprenda nuestra historia. Ahora debemos explicar a la gente que luchamos por un ideal. El trabajo revolucionario debe regresar a los viejos métodos de trabajo para esta nueva guerra.

 

Si somos de izquierda, si somos revolucionarios, si somos comunistas, debemos aceptar que el gobierno de Bukele se lo debemos a los errores de la izquierda; al nepotismo y a la falta de ética de muchos en quienes confiamos para que avanzaran en la vanguardia, pero que seguimos luchando porque nuestro compromiso es con un ideal de justicia y con la verdad, para que el pueblo pueda romper las cadenas de la opresión a la que se encuentra sometido; que jamás le haremos el juego a la derecha tratando de dividir. La depuración de las filas revolucionarias se hará por si sola más luego que tarde.

 

Los troles y las cabecitas huecas o llenas de suciedad (valga el eufemismo) cacarean que todos roban, pero hasta ahora nada hay de probado de que, a quienes ellos quieren nombrar al decir “todos”, han robado. No se dan cuenta de que es una matriz instalada por la derecha en la imaginaria popular para esconder sus robos y fechorías. Igual que lo han hecho en Argentina, en Brasil, en Ecuador con dirigentes y luchadores políticos probados por la historia. Los pobrecitos ni siquiera se enteran del acontecer internacional y su capacidad de análisis es la de un niño que llega a su primer día de escuela para párvulos. Otros engolan la voz para decir “más de lo mismo”, “yo por eso no me meto en nada y no voto”, recio análisis al que cualquiera en el parlamento griego de hace dos mil quinientos años le hubiera dado una bofetada con su discurso.

 

Lo que pasa en Bolivia, en Chile, en Brasil, en Ecuador, significa que la izquierda necesita dar un salto cualitativo. Hay dos maneras de llegar al poder, en la contienda política o arrebatándole el gobierno a la derecha con las armas en la mano, pero poco importa la forma, lo importante es que llegada al poder, la izquierda debe dar un giro brusco de timón y tomar medidas audaces para enfilarse por el buen rumbo en la conducción del Estado. La derecha es implacable, necesita pues de su medicina para entender que su rol en la historia ha quedado atrás. Ya los burgueses tuvieron su revolución en 1789, ahora son otras fuerzas las que deben tomar la conducción del Estado. Sólo una sociedad que ya no gire alrededor del consumismo y en donde los beneficios económicos no sean nada más para una minoría, es viable para el futuro de la humanidad.

 

Para eso traigo estas hojas sueltas, para que estudiemos nuestra historia, discutamos, reflexionemos y no dejemos caer la bandera de todas esas mujeres y hombres que van a encontrar en estas páginas y que ofrendaron su vida para conquistar un futuro mejor. Un auténtico cristiano, un revolucionario íntegro, y un verdadero comunista, no pueden ignorar que la lucha continúa y que estamos comenzando una nueva etapa.

 

Estos textos esperan desde hace más de dos años para ver la luz, hice múltiples esfuerzos para su publicación, pero no fueron del agrado de mucha gente, ¡Mejor! Ahora emprendo este nuevo intento.

 

Víctor Regalado

 

El Salvador, 29 de junio de 2020

 

Texto completo en el PDF adjunto

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/207654
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