Asdrúbal Baptista y la postpandemia venezolana

29/06/2020
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Acaba de partir hacia el infinito el amigo y maestro de generaciones Asdrúbal Baptista. Pérdida inmensa para un país que agoniza debido a los embates del imperialismo neoliberal y de una catastrófica gestión política del progresismo asistencialista liberal.

 

Este pensador que tuvo la virtud de defender a ultranza la sustantividad histórica de la Economía Política, nos legó el constructo teórico que aclara el destino de la renta petrolera en los cien años de historia hidrocarburera del país: el capitalismo rentístico. Esta contribución epistémica la hizo afincado en las cumbres más altas de la Economía Política Clásica.

 

Baptista más que ningún otro economista criollo, desnudó a la burguesía parasitaria venezolana, al sostener que el proceso de acumulación de capital en estas tierras, se sustenta en una renta internacional del suelo suministrada por el petróleo. Este economista nos descubrió los verdaderos mamantones del petróleo. En tal sentido afirmó refiriéndose los empresarios venezolanos: “…los capitalistas al final de cuentas, dejaron de ser tales, y más allá de la forma y apariencia, su conducta verdadera adquirió otros matices asociados con lo que se suele denominar el parasitismo rentístico” (A. Baptista. 2004. 200)

 

Uno de los grandes aportes del “Pita” Batista a la economía política de Venezuela fue aclararnos el colapso del capitalismo rentístico, determinado fundamentalmente por la caída de los salarios reales. Para el periodo 1950-2001, la caída del salario real en Venezuela fue abismal: “…el salario real, desde su valor máximo hasta el presente, experimento una caída cercana al 67 por ciento Las encuestas de hogares, por su parte, dan una cifra muy similar” (Idem.189). Por consiguiente, la pulverización de los salarios que hoy padece el proletariado criollo, debido al maridaje entre el madurismo y el capitalismo rentista agónico, ya había sido teorizado por nuestro insigne pensador.

 

Para Baptista, el capitalismo rentista colapsa porque al ser la renta petrolera una transferencia unilateral de petrodólares, al invertirse en el aparato productivo nacional, ocasiona el incumplimiento inexorable de la ley económica formulada por el economista clásico Jean B Say, aquella que sostiene que toda oferta crea su propia demanda. El empresariado nacional hizo enormes inversiones en el equipo capital de la economía, a partir de los años setenta. apuntalado en la copiosa renta petrolera que le era drenada desde las arcas estatales. Sin embargo. Esta inversión en equipo capital no se correspondió con una masa salarial que sirviera para consumir la producción emanada del aparato industrial., pues, a partir de estos mismos años comenzó la caída sideral de los salarios reales en el país. “Baste solo puntualizar que la tasa de salario real en 1990 es 50.2 inferior a su nivel histórico máximo, y, demás, que esta tasa de salarios de 1990 es menor que la observada para 1950”(A. Baptista. 1991. 187)

 

La Venezuela de la postpandemia debe ineludiblemente formular una política económica que enfrente el descarrilamiento neoliberal de la prepandemia, proponiéndose en primer lugar, la superación de la precarización salarial que se ha entronizado en nuestro cuerpo social. Actualmente las elites del capitalismo mundial visualizan una postpandemia en los siguientes términos neoliberales apuntando a :

 

Resistencia a una revalorización de los salarios, a la regulación del mercado de trabajo y a las restricciones ambientales: porque es necesario restablecer la tasa de ganancia. Resistencia también a las relocalizaciones: porque el beneficio de las multinacionales depende de la explotación de la mano de obra de los países periféricos y de sus recursos naturales…. En realidad, los dominantes harán todo para garantizar que volvamos a los business as usual. Se hará todo lo posible para mostrar que el destino de los individuos está vinculado al del sistema, que la reanudación de la actividad como antes es, por lo tanto, la condición para la vuelta al empleo. Y si la convicción no es suficiente, el chantaje al empleo, ya iniciado, hará el resto 37/. Esta aspiración de volver a la normalidad también es compartida por muchos que desean olvidar los traumas relacionados con el confinamiento y/o que necesitan compensar sus ingresos perdidos, en resumen, de curar las heridas de todo tipo infligidas por la epidemia.”( Michel Husson  Capitalismo al filo de la navaja| 27/06/2020-https://rebelion.org/capitalismo-al-filo-de-la-navaja/)

 

Frente a estos embates ideológicos del imperialismo neoliberal, los defensores de los intereses coyunturales y estratégicos de las clases trabajadoras, debemos apalancarnos en el legado teórico del maestro Baptista y de su compañero intelectual Bernard Mommer, para enfrentar la voracidad del capital transnacional por la mano de obra barata y los recursos naturales de los países periféricos. Estos dos pensadores simbolizan el ensamble creativo entre lo mejor de la economía política clásica y de la crítica a la misma, formulada por el dúo Marx-Engels. En la postpandemia venezolana, sin renta internacional petrolera no hay recursos financieros para los salarios, y sin salarios la reproducción de la vida pende de un hilo y el país se desbarrancará por la frontera.

 

REFERENCIAS.

 

Baptista. A. (2004). El relevo del capitalismo rentístico. Caracas. Fundación Polar.

 

Baptista. A. (1991). “La cuestión de los salarios en Venezuela. Revista SIC. Mayo. 1991

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/207552?language=en
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