Perú: ¿el país de los arlequines?

29/06/2020
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El Arlequín -como se sabe- es el más conocido y popular personajes de la Comedia del Arte. Se hizo popular, primero en Francia y luego en Italia, y simbolizó siempre una etapa dura y difícil de la vida mundial: la edad media. Es una caricatura, a la que se representa como una suma de rasgos de personalidad multifacética.

 

El Arlequín es un camaleón, al que se le considera astuto y necio; sensual y grosero; brutal y cruel; ingenuo y pobre; poseedor de una serie de rasgos que difícilmente pueden encarnarse en una sola persona.

 

Por eso resulta más preciso -y quizá más acertado-compatibilizarlo con un conjunto, un colectivo social, o un mundo ciudadano en el que coexisten -en efecto- individuos que poseen, incluso en demasía, tales signos

 

¿A qué viene, entonces, esta reflexión? A los más recientes acontecimientos que asomaron en el escenario peruano y que revelan el rostro de un país atravesado por gruesas calamidades.

 

Resulta que las empresas obtuvieron en su beneficio la “suspensión perfecta”, pero debían acogerse a un procedimiento para aplicarla –consultar con los afectados-. Como no lo hicieron, el gobierno resolvió no exigirlo, sino más bien “flexibilizar” la norma “para dar tranquilidad a los empresarios”. A la ministra del sector, no le importó la intranquilidad de los despedidos.

 

Podría parecer una broma de mal gusto, o quizá un chiste cruel; pero no. Es una realidad: ahí está. Karina Beteta –la otrora intragable congresista fujimorista- acaba de ser contratada como “asesora” de la Comisión de Inteligencia del Congreso de la República con un sueldo quince veces mayor al mínimo vital.

 

El acontecimiento tiene sólo una explicación: la contratante es Martha Chávez Cossío, Presidenta de la “Comisión de Inteligencia” del Poder Legislativo. Bien puede decirse: nunca falta un roto para un descosido. Tal, para cual.

 

Pero hay más: resulta que quienes se beneficiaron a la sombra de la corrupción, y cobraron significativas sumas para favorecer a Odebrecht; aparecen hoy en la lista de beneficiados por “Reactiva Perú” puesto en marcha para “socorrer” a los damnificados por la pandemia.

 

Se trata de don Horacio Cánepa y su socia, la señora Lourdes Flores Nano. Ambos, asoman en la relación de “receptores” de la ayuda del Estado, dada su reconocida precariedad económica, luego de la crisis sanitaria que aún agobia a los peruanos.

 

Es tragicómico, entonces: no recibieron “bono” –ni siquiera canasta- las mujeres con varios hijos que sobreviven con hambre y miseria en la Tercera Zona de Collique, en los altos del Cerro San Pedro, en las Laderas de Chillón, o en Ticlio Chico; pero sí la afortunada candidata presidencial del PPC y socia de Alan García para casi todos sus efectos. Y, además, doña Mariana Ramírez del Villar, la ínclita productora de “Esto es Guerra”. Recibió ella tres millones de soles de “Reactiva Perú”.

 

Roque Benavides –Vicepresidente de CONFIEP y hombre de Yanacocha - se duele porque los ministros -dice- miran mal a los empresarios. Para él, sólo vale la titular de Economía –la que tiene la plata- porque el resto, son “populistas”, “socializantes”, o “chavistas”. Si, con esos términos los aluden las vestales del Mercado: Mávila Huerta, Milagros Leiva, Rosa María Palacios.

 

A ellas, se les ponen los pelos de punta cuando escuchan palabras demoniacas: “control de precios”, “regulación del mercado”, “presencia estatal en la economía”. Ellas tienen un referente preciso: Julio Velarde, el hombre fuerte del BCR, el señor aquel que juzgó “un exceso” donar mil soles de los 45 mil mensuales que recibe, para un fondo estatal en ayuda a las víctimas de la pandemia.

 

Todos salieron -a una sola voz- a apoyar a las Clínicas, justificando los exorbitantes cobros a pacientes de COVID-19 que, imposibilitados de atenderse en el Estado, recurrieron desesperados a sus boyantes establecimientos de “salud”. Finalmente, las Clínicas llegaron a un acuerdo con el gobierno cuando se habló de la remota posibilidad de “intervenirlas” si no se avenían a un trato humanitario para los pacientes del coronavirus: cobrarán 55 mil soles por la atención que brinden, cualquiera sea la duración de ella.

 

Advertidos estamos, entonces: las Clínicas darán “de alta” a cualquier infectado a los cuatro días, para cobrar la suma; y recibir nuevos pacientes, acosados como están, por la demanda de servicios. Pero el problema no radica sólo en las Clínicas. También en los laboratorios, la cadena de farmacias, las aseguradoras y hasta el oxígeno. Por su falta, mueren todos los días, en Tarapoto, Juanjui y otros lugares. Todo, un sólo rollo que asusta a cualquiera.

 

Entre tanto, desde el Poder Judicial -y como quien “mátalas callando”- los jueces ordenaron la libertad de buena parte de la mafia: Keiko Fujimori, Jaime Yoshiyama, Ana Hertz, Pier Figari. Un poco más, y resucita García, quien ya habría estado afuera con un poquitín de paciencia, apenas.

 

Un país de arlequines, el nuestro, sin duda. Gentes para todos los gustos y todos los oficios, camaleones astutos o groseros, necios o crueles; pero, en todo caso, exponentes claros de una clase envilecida a la que habrá que vencer cuando la tortilla se vuelva.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/207551
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