Precedentes en Cuba de la Operación Gedeón

14/05/2020
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Infografía: Telesur
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La parcial o total defenestración de la operación Gedeón contra Venezuela dejó un importante número de mercenarios capturados, incluyendo a un confeso agente de la DEA (agencia federal de Estados Unidos para el control de drogas) supuestamente dedicada a la lucha contra el contrabando y consumo excesivo de drogas.

 

La DEA, que emplea a más de diez mil personas para la implementación de sus objetivos, así como para perseguir el lavado de activos vinculado a esos delitos, sirve también, con frecuencia para el encubrimiento de propósitos imperialistas del gobierno de Estados Unidos en Latinoamérica y en otras partes del mundo.

 

Esta nueva victoria de las Fuerzas Militares Bolivarianas y el pueblo venezolano, ha constituido un nuevo fracaso de la política neocolonizadora de Donald Trump consistente en crear focos de violencia en distintos estados venezolanos y en su capital, Caracas, teniendo como telón de fondo sistemáticas campañas de mentiras en los medios hegemónicos dirigidas a propagar el desorden en aras de imposibilitar la gobernabilidad.

 

La idea es crear una matriz de opinión que muestre a Venezuela como un país ingobernable que obligue a su presidente, Nicolás Maduro, a pedir apoyo de la OEA y al TIAR, primero, y luego a aprobar una intervención militar humanitaria en su país.

 

No es noticia que el presidente Trump y sus funcionarios hayan negado la participación de Washington en la derrotada incursión marítima. Ellos saben que sería contradictorio e inaceptable que el gobierno estadounidense apareciera vinculado con mercenarios y narcotraficantes. Tal escenario no es compatible con la imagen de presentación que se quiere proyectar ante la opinión pública interna y externa, y mucho menos admitir ahora este escandaloso fracaso. De ahí que el señor Mike Pompeo, dijera a la prensa en su defensa que “si ellos hubieran estado detrás de esas acciones el resultado hubiera sido diferente”, omitiendo cualquier comparación de tan humillante derrota estadounidense lo ocurrido en Vietnam.

 

Algo parecido hizo el embajador de EEUU en la ONU, Adlai Stevenson, el 15 de abril de 1961 cuando negó todo vínculo de su país con los bombardeos de aviones mercenarios contra Cuba.

 

El canciller cubano de entonces, Raúl Roa, lo desenmascaró, cuando se hizo noticia mundial que los mercenarios al servicio de Washington se habían rendido a las tropas milicianas cubanas cuando apenas habían transcurrido 64 horas del desembarco invasor en Playa Girón (Bahía de Cochinos).

 

Stevenson tuvo un gesto ético y reconoció que aquella era la humillación más grande que hubiera recibido su gobierno, gesto ético que ni por asomo puede esperarse de Trump ni de Pompeo. Pero ahora el tiro le salió por la culata a Trump quien al parecer no sabía que el narcotraficante y agente de la DEA, José Alberto Socorro Hernández, alias “Pepero” había sido apresado en Caracas y confesó las instrucciones recibidas de desarrollar diversas acciones violentas en el estado de Miranda que fueron realizadas por bandas de narcotraficantes y delincuentes comunes orientadas por la DEA y que, según Pepero, tenían el objetivo de desviar la atención de los Servicios de Seguridad venezolanos para entretenerles y darle garantía y protección al plan de desembarco, que se produjo este pasado 3 de mayo por la localidad de Macuto, en el estado de la Guaira.

 

A nadie debe extrañarle que el gobierno de los Estados Unidos haya utilizado a la DEA para desarrollar estas acciones, así como tampoco jugar un papel de fachada de la Operación Gedeón. Sí ésta resultaba bien, habría aplausos, si salía mal, descalificarían a su agente. Por eso no utilizaron a un estadounidense sino al narcotraficante-agente venezolano Socorro Hernández (alias) Pepero, vinculado a los carteles colombianos que operan en el Zulia, en la frontera con la Alta Guajira colombiano-venezolana, territorio que estuvo bajo el dominio del poderoso jefe del Bloque Norte de los narcoparamilitares Rodrigo Tovar Pupo, extraditado por Álvaro Uribe Vélez en el 2008, quien dice desde su centro de detención que Uribe lo traicionó.

 

A nadie debe extrañarle que el gobierno de los Estados Unidos haya utilizado a la DEA para desarrollar estas acciones, así como tampoco que juegue un papel de fachada de la Operación Gedeón. Sí esta salía bien tendría aplausos; si salía mal, descalificarían a su agente y por eso no utilizaron a un estadounidense, sino a un narcotraficante contrarrevolucionario venezolano.

 

La instalación de 10 bases militares norteamericanas en Colombia oficialmente pactada con el gobierno de Barack Obama, es una humillación a su pueblo y una amenaza regional. Años tardarán los colombianos en eliminar esa ocupación militar yanqui. Guantánamo es un ejemplo, ilegalmente ocupada y denunciada en todos los foros internacionales cuyos acuerdos no obedecen y/o violan descaradamente.

 

Mayo 13 de 2020.

 

Publicado originalmente en el diario ¡POR ESTO! de Mérida, México.

Blog del autor: http://manuelyepe.wordpress.com/

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/206546?language=en
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