Tomás

29/04/2020
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Tomás Borge
Foto: http://www.quotationof.com
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Nicaragua «es la tierra de Tomás, nuestro hermano que lo tenemos siempre presente con toda su fuerza, con todo su brillo, con toda firmeza, con su palabra, con su acción». 30 abril 2019, Comandante Daniel Ortega Saavedra.

 

El 30 de abril habrán pasado 8 años del viaje del Comandante de la Revolución, Tomás Borge. Cruzó el Río para integrarse al ADN universal, donde nos rencontraremos todes.

 

Su presencia sigue siendo una guía, una brújula, cuando se nos da por perder el norte, o el sur, mejor dicho. Tomás es controversial como todo dirigente lo es. Su vida clandestina, hoy es pública, y su vida pública lo es más aún. Conozco a sus tres hijos menores y me alegro mucho de la amistad de su esposa y compañera Marcela, cantante, música, poeta, admirable militante.

 

Quiero tomar este octavo aniversario del viaje, para reflexionar sobre el papel del dirigente, que tanto nos preocupa en la izquierda y que tanto irrita a la derecha.

 

Indispensable, para nuestros jóvenes, una pequeña reseña biográfica . Tomás nació a la Revolución desde que era casi un niño cuando se rehusaron él y Carlos Fonseca a estrechar la mano de Somoza, estando aún en el colegio. Se fue curtiendo y formando para ser un cuadro revolucionario. Fue correo, agitador, dirigente estudiantil. Cuando Rigoberto López Pérez ajusticia al viejo Somoza, Tomás es arrestado y luego de muchas movilizaciones estudiantiles, logra salvarse de la muerte y la tortura y tiene casa por cárcel. Tiempo después huye disfrazado de mujer. Pasó a ser guerrillero y en la última ocasión que lo capturaron estuvo 270 días encapuchado. Fue duramente torturado y encabezó e hizo varias huelgas de hambre, por ello estuvo bordeando la muerte.

 

En las calles de Managua, en plena dictadura somocista, aparecían pintas que decían “Si Tomás muere…” y con los puntos suspensivos, más de un oficial debe haber temblado.

 

Años antes, en el asalto a la casa del Chema Castillo redactó el comunicado que daba el sustento político a la acción. “Implacables en el combate, generosos en la victoria”, acuñó esa frase de la que se sentía muy orgulloso (muchas veces atribuida a Carlos Fonseca) y que fue repetida miles de veces, y cantada por miles de voces por toda Nuestramérica.

 

Después del triunfo, en 1979, fue fundador del Ministerio del Interior, de la Policía Sandinista y uno de sus primeros actos fue poner un cartel en la puerta del edificio que rezaba “Centinela de la alegría del pueblo”, así se llamó muchas veces a la Policía Sandinista y aún hoy, gracias a ese espíritu, mantiene una presencia innegable de respeto popular.

 

Visitando la cárcel, a los pocos días del triunfo todavía en el mes de julio, mandó a salir a todos los presos de la Guardia a un patio extenso que había. Sólo uno no quiso obedecer. Lo mandó a sacar y reconoció en este hombre a quien lo había torturado. Un personaje alto que miraba al piso, le levantó la cara y le dijo “yo te conozco, vos me torturaste, el guardia somocista respondió, sí Comandante. Llegó la hora de mi venganza habló Tomás. Mi venganza personal será perdonarte.”

Poeta, gran escritor (Premio Casa de las Américas 1989 con “la Paciente Impaciencia”) y enamorado de la vida. Padre tierno y responsable. Cuidadoso con sus hijas con sus hijos. Delicado amigo, implacable enemigo, pero jamás cruel o vengativo. Disciplinado en la militancia y en la guerra.

 

Con este mini resumen biográfico, del cual me excuso pues faltan muchos hechos, quiero añadir que tenía capacidad de dirigir. Es decir, de ser un dirigente.  Su vida, su formación y, sobre todo, su consecuencia, generan las condiciones para que sea dirigente, pero si no toma la decisión no se convierte en tal.

 

Tomás es un dirigente con el coraje y la visión de saber cuándo debe ponerse a un lado y dejar a otro compañero, para que aparezca en la cabeza. Otros con su historia y trayectoria hubiera podido disputar la imagen y querer ser el Primero, seguramente muchos cantos de sirena le habrán llegado. “Hay que dejar de lado los apetitos personales” dijo más de una vez.  Fue fiel a los principios, fiel al FSLN, leal a Daniel, “en aras de su partido que fue siempre el centro de su vida, su más profundo amor”, como bien relata Marcela.

 

Por la izquierda y por la derecha (a veces algunos compañeros se desubican) se acusa a dirigentes de ser “eternos caudillos”. El dirigente revolucionario hace falta.  Algunas veces comete errores, casi siempre acierta. Seamos veraces en la lectura de la historia y veremos que acierta el 90% de las veces y sus aciertos son los que van guiando a la Revolución.

 

Hoy en los procesos del de las “nuevas democracias del Siglo XXI” en la América Latina, más falta aún,  ya que el neoliberalismo desestructuró el Estado y todos sus componentes. Prostituyó los Congresos o Asambleas, aniquiló los partidos políticos, deshizo los sindicatos, privatizó la Academia, pulverizó los poderes judiciales, las Fuerzas Armadas y policiales (que no es para nada lo mismo) fueron usadas (y son) como fuerza de choque de los intereses de élites vendidas. Los Medios de Comunicación de Masa son los voceros fraudulentos (en la mayoría de las veces) de voces de dirigentes de pacotilla y peor aún con lo que descubrimos de Facebook y otros mecanismos peores de manipulación.

 

Entonces el dirigente revolucionario, surgido de las luchas y de sus propias convicciones y prácticas, cumplió y cumple el doble papel de ser el portavoz de las verdaderas y profundas necesidades populares. Se vuelve la proyección de la aspiración democrática del pueblo. A la vez, su papel es contradictorio con la democracia misma, porque o no facilita o no llega el momento del relevo, del cambio. En esa contradicción nos movemos. Es un tema que debemos desarrollar y mucho en la construcción del poder popular, en las parroquias, los cantones, las provincias, los distritos, los departamentos, las regiones. Las organizaciones sociales, respetando sus asambleas. Hay mucho aún por aplicar y aprender.

 

La Revolución no debe entregarse nunca, y el papel del dirigente es pasar el papel a otro revolucionario, o una dirección colectiva o quedarse en el poder hasta que sea necesario.  No por el poder, sino porque el pueblo requiere de satisfacer todas sus necesidades, del ejercicio democrático y solo la Revolución y el socialismo pueden hacerlo. Socialismo en sus varias formas “ni calco ni copia, sino creación heroica” dice Mariátegui, pero socialismo. Redistribución de los recursos de la Nación, que es propiedad del conjunto. Compartiendo,  pero el capital siempre subordinado al ser humano.

 

Soberanía, defensa de la Patria, defensa de la Patria Grande. Todo ello lo escuché de Tomás. En una y varias sesiones de conversa o públicos discursos. No lo cito, lo recuerdo. Tomás es ejemplo viviente de lucha por la unidad. Siento que nos hace mucha falta, Comandante,  para entender esto que está pasando. El amor en tiempos del coronavirus parafraseando a García Márquez, debe ser entendido de alguna otra manera y combatido el virus de la codicia con la fuerza revolucionaria suya Comandante de “los ríos de leche y miel…donde el amanecer deje de ser una tentación”. Vamos contigo Comandante, por la unidad y por el mundo nuevo que debemos de saber conquistar aún. Los jóvenes le creen a Usted, porque es consecuente en la teoría y en la práctica, vamos con Usted y con Daniel, este día en que decidió dejar la tarea a los otros, pero la sigue guiando con su ejemplo.

 

“Yo no le tengo miedo a la muerte y me siento orgulloso de seguir siendo sandinista, de seguir siendo fiel a la bandera rojinegra de nuestro partido, de seguir siendo fiel a nuestra organización revolucionaria; y morir orgulloso de tener la frente levantada, y no haber sido desleal con mis principios, ni desleal con mis amigos ni con mis compañeros, ni con mi bandera, ni con mis gritos de combate”.                                                                                               

Tomás Borge, 13 de agosto de 2010.

https://www.alainet.org/es/articulo/206234
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