Enseñanza on-line. ¿para el pueblo o para el mercado?
- Opinión
Durante los primeros años del nuevo siglo XXI, en Argentina (y no solo aquí) profesores con prestigio fueron avalados en congresos, jornadas, foros e investigaciones por importantes empresas del mundo del negocio de la educación, apareciendo así lo que, entre otros, denomino "turismo académico". Esas empresas lograron un piso desde donde despegar, durante los 4 años del posterior macrismo, profundizando pedagogías neoliberales.
La "enseñanza on-line" es "una" de tantas herramientas para la escuela. En este momento, dada la emergencia actual, puede ser importante. Sin embargo, dicha herramienta es ausente en la praxis escolar de los grandes sectores populares, amén de una multiplicidad de niños y adolescentes que son semi-analfabetos, y las carencias por falta de habituación a esa modalidad y la falta de medios tecnológicos pertinentes.
Tengo experiencia de haber trabajado en enseñanza a distancia cuando no existía la internet, pero INTERACTIVA con encuentros presenciales donde la relación educador- educando era prioritaria, y no meramente el "home-learning" neoliberal que forma "ermitaños" escolares (obvio, reiterando, ante una emergencia es válido, pero solo como emergencia, sin que ésta se institucionalice).
El problema que entreveo es que cuando salgamos de la emergencia del coronavirus, las EMPRESAS DE LA EDUCACIÓN intenten copar el curricular, debilitando aún más al Estado a favor de la economía de mercado.
Además, hay que considerar que en las condiciones actuales, apenas es una aspirina sin efectos reales en la mayor parte de la población escolar que: a) tiene dificultades en la comprensión y producción de textos, b) no está habituada a esa modalidad, c) muestra una improvisación problemática, a las apuradas, d) no se pauta la retroalimentación en la relación docente-alumno, e) no contempla la carencia de tecnología adecuada, f) queda a criterio de cada docente, en función de sus inquietudes y posibilidades, hacer uso de la tecnología mencionada.
No al establecimiento de contenidos y modos de relación docente-alumno desde las entidades empresas/mercado. Sí, a partir de aquí, la participación fundada de colectivos docentes en la construcción de un curricular con sentido nacional y popular.
Marzo de 2020
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