Sindicatos en Argentina: percepción sobre la IA

18/12/2019
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Imagen: maslibertad.com.co
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 545: Inteligencia artificial: DDHH, justicia social y desarrollo 15/11/2019

¿Cómo se reconfiguran los procesos de trabajo con la aplicación de inteligencia artificial (IA) en los ámbitos laborales?  Es una pregunta que varios actores se plantean en estos tiempos.  Los sindicatos están al frente de la lucha por lograr mejores condiciones de trabajo y, si bien su batalla está más relacionada con lo económico, el contexto tecnológico también impacta en ellas.  En la llamada Cuarta Revolución Industrial, la automatización de los procesos, el uso de la robótica y de los algoritmos está modificando los procesos de trabajo y también tienen impacto en las estadísticas de empleo.

 

¿De qué forma los sindicatos están abordando esta realidad en Argentina?  ¿Están considerando el impacto de la inteligencia artificial en las condiciones y en los derechos laborales?  ¿Los empresarios discuten este tema?  ¿Los sindicatos están evaluando el potencial impacto positivo de la IA en el bienestar de las y los trabajadores?

 

Contexto

 

Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2018 Argentina contó con el tercer índice más alto de desempleo en la región, con un indicador de 9,5%, sólo superada por Guyana (12,2%) y Brasil (12,5%).  Una encuesta oficial reciente sobre trabajo y empleo muestra, a la vez, un movimiento negativo de 2,8%, en el último año, con empresas que pronostican un empeoramiento de la situación[1].

 

Hacia finales de 2018, el gobierno lanzó la Agenda Digital 2030, coordinada por la Secretaría de Ciencia y Técnica, que incluyó a la vez un Plan Nacional de Inteligencia Artificial.  La Agenda trató temas tales como economía digital, educación e infraestructura, los cuales fueron discutidos en reuniones convocadas para definir los marcos que requieren las compañías privadas que están trabajando en dichos temas.  El objetivo de esta iniciativa es, según el gobierno, la creación de una “marca nacional” para convertir a Argentina en líder en la región, un rol que hasta el momento ningún país ha asumido claramente.  Tampoco se ha oído mención alguna al desarrollo de estrategias comunes con otros gobiernos de la región.

 

Mientras tanto, el sector privado observa a la IA como estratégica para su desarrollo.  Microsoft comisionó al Centro para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) un análisis del impacto de la IA en el crecimiento económico de América Latina.[2]  El informe realizado por el CIPPEC considera tres escenarios posibles con diferentes niveles de aplicación de la IA, y pronostica que Argentina podría alcanzar el estado de país "desarrollado" en 20 años si la IA se aplica ampliamente.  También advierte sobre el estancamiento económico si esto no sucediera.

 

El informe enumera "tres cualidades clave" en los trabajos para el futuro: "percepción y manipulación de contextos complejos, creatividad e inteligencia social".[3]  Las y los trabajadores en Argentina cuyas ocupaciones son intensivas en estas cualidades representan 1.9 millón –de un total de 11.9 millones de trabajadores/as– y equivale al 16% del total de trabajadores/as con empleo.  El otro 84% requerirá “de calificación de capital humano”.  El informe detalla que "las ocupaciones que tienen estas cualidades están relacionadas con la educación, la salud, la psicología y la coordinación de las personas, y los tipos de trabajos que necesitarán recapacitación son los de quienes trabajan en el ingreso de datos, los que realizan televentas y los operadores de máquinas".

 

Desde esta perspectiva, el problema es la escasez de mano de obra calificada.  Este análisis toma "el desarrollo tecnológico como un proceso innato, necesario para el crecimiento económico y neutral con respecto a las políticas que lo promueven".[4]  Pero hay otro punto de vista que establece que “centrar el análisis en los trabajos desplazados y los diagnósticos en políticas de adaptación es concebir el desarrollo tecnológico como un bien fatal, inmodificable del crecimiento económico".  Este contraanálisis subraya "la urgencia de tasar la IA en función de la naturaleza socializante del trabajo y del ser humano y de las connotaciones morales de ésta y no restringirla a los factores cuantitativos del crecimiento y, en aras de la competitividad empresarial, y aceptar prima facie, cualquier tecnología que reduzca costos productivos".[5]

 

Los sindicatos, ¿sueñan o tienen pesadillas con robots?

 

Varios tipos de trabajo serán reemplazados por máquinas en un futuro cercano.  Argumentando que este pronóstico debería ser una buena noticia para la economía de nuestros países, ¿qué cambios podemos esperar se produzcan en los lugares de trabajo?  Y, más precisamente, en esos contextos ¿qué sucederá con la población trabajadora?

 

A pesar de que en Argentina varios actores están llevando adelante este debate, la voz de los sindicatos no se escucha.  Este informe está basado en entrevistas realizadas a referentes de los sindicatos que representan a empleados de comercio, servicios públicos a nivel municipal, trabajadores/as de medios y periodistas, y el sector bancario.[6] 

 

Para la secretaria adjunta del Sindicato de Trabajadores Municipales, la IA refiere a las "herramientas de autogestión que requieren poca intervención de las personas".  En 1995, cuando se realizó la digitalización de la información pública, el gobierno municipal comenzó a incorporar computadoras en sus operaciones.  “En aquel momento las y los trabajadores no recibieron la capacitación adecuada.  Como el sindicato sostiene que nadie debe ser excluido, trabajamos en esa brecha para capacitar a las y los trabajadores en estas nuevas tecnologías”.

 

Procedimientos que solían llevar un tiempo determinado, que eran manuales e involucraban a dos o tres personas, hoy se resuelven en línea.  “Sin embargo, el número de trabajadores no se redujo.  Algunos trabajos ya no existen, pero hay otros nuevos relacionados con la digitalización, por ejemplo, en las divisiones de informática.  Este cambio [introducir la IA en los servicios públicos] nos permite dedicar más tiempo al trabajo creativo y a satisfacer otras necesidades de la ciudadanía. A eso es a lo que apuntamos”.

 

La referente sindical mencionó "la privacidad como un tema a tener en cuenta en la digitalización de los recursos humanos, en el control de la atención de escritorio, en las relaciones institucionales e incluso en las diferencias ideológicas [que pueden monitorearse en dispositivos digitales personales]".

 

El Sindicato Bancario es la organización gremial que lucha por los derechos de quienes trabajan al frente del poder financiero.  "La innovación [en el sector financiero] es una de sus características clave, alentada por políticas públicas que permiten la adopción de tecnología sin restricciones", señala la secretaria gremial de este Sindicato.  Y aclara que “la IA simplemente resultará en la reducción de empleo. Nuestro sindicato no se opone a la incorporación de tecnología.  Podemos mejorar nuestra forma de trabajar, pero no podemos perder nuestros trabajos”.

 

Los cajeros automáticos son un buen ejemplo de ello.  El informe de CIPPEC antes mencionado afirma que aunque estos cajeros automatizan una amplia gama de tareas, en este rubro "el número de personas empleadas tendió a aumentar debido a la reducción de costos en la apertura de sucursales y la liberación de empleo en tareas transaccionales, pudiendo dedicarse a tareas más productivas".  La representante sindical entrevistada contradice esta afirmación.  "Los puestos que reemplazaron los cajeros automáticos, junto con los de quienes se jubilan, no se vuelven a cubrir".

 

Existen, además, nuevas tendencias que también afectan las condiciones laborales, como es el caso de los bancos que ofrecen asistencia 24/7 o el teletrabajo.  “Algunos bancos están implementando una política de trabajo desde el hogar dos días a la semana, proporcionando una computadora, una silla ergonómica y un extintor de incendios.  Desde el Sindicato advertimos sobre el nivel de control que experimentarán, que resultará en una mayor presión sobre las y los trabajadores y esas presiones en ocasiones culminan en enfermedades. Si el trabajo se mueve fuera del lugar de trabajo, será muy difícil cuidar las condiciones laborales”, dijo.

 

Para el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Prensa:

 

Los sindicatos están atrasados en el debate sobre la IA. En Argentina, disputan cuestiones básicas como el salario, la salud, la pérdida de empleo... Comenzamos a pensar en términos de problemas emergentes como la IA, pero de repente un nuevo gobierno [de Macri] nos destruye hasta el Ministerio de Trabajo.

 

Expresó también una posición crítica respecto de las empresas mediáticas. “Los medios pretenden enviar a una persona con una mochila para hacer el trabajo de un periodista, un fotógrafo y un operador de cámara. Se necesitan tres personas y ellos argumentan que media persona es suficiente”.  No todos los procesos tecnológicos reducen la necesidad de empleos.

 

El Sindicato destaca que, en el campo de los medios, el tema de mayor importancia debería ser la calidad de la información, y la IA podría ser un recurso importante para mejorarla.  Sin embargo, “en general, los propietarios de los medios no están interesados en eso. Ellos están principalmente interesados en los costos de producción de la información”.  Desde el Sindicato imaginan “un escenario ideal en que los dueños de los diarios y los representantes gremiales discuten la implementación de tecnología y los requerimientos en cuanto a habilidades involucradas en las tareas.  Hemos propuesto claramente discutir los nuevos procesos, las nuevas categorías laborales, pero nunca se sentaron a hablar sobre estas cosas. Y tampoco capacitan en los lugares de trabajo”.

 

Al consultar al Sindicato de Empleados de Comercio sobre la IA en relación a su área de trabajo, inmediatamente apuntan al comercio minorista en línea.  La imagen que temen es la de una tienda sin compradores.  “No nos oponemos al avance tecnológico, pero lo que se está discutiendo es la esencia misma del trabajo.  En lugar de promover mejores condiciones de trabajo, la tecnología las está empeorando”.

 

Los representantes del sindicato hicieron referencia a su experiencia con personal de un servicio en línea de entrega de mercadería:

 

Los trabajadores jóvenes están colonizados por la idea de un trabajo independiente, sin contratos, en el que entienden que son sus propios jefes, autónomos en el uso del tiempo y en la determinación de sus ingresos.  Esto evidencia otro problema con el que estamos lidiando: la batalla cultural que comenzó con la expansión del neoliberalismo, que contiene una alta desconfianza hacia los sindicatos y pone en discusión la legitimidad social de los derechos laborales.

 

“También podemos ver en la tecnología una herramienta que fortalece a nuestra organización” –añadieron– por ejemplo, con capacitación en información: “porque la información es poder y los delegados y delegadas informados pueden discutir con más recursos las condiciones de trabajo con sus empleadores".

 

Una economía de plataformas

 

A finales de 2018, se creó en Argentina el primer sindicato de trabajadores de plataformas digitales bajo el nombre de APP (Asociación del Personal de Plataformas), compuesto principalmente por personal de Uber, el servicio de entrega de pedidos ofrecido por Rappi y el servicio de mensajería ofrecido por Glovo.  Esto ocurrió luego de que un grupo de trabajadores/as planteó reclamos relacionados con ingresos, seguridad y transparencia en la asignación del trabajo.  Sin embargo, después de elevar las quejas, quienes expresaron los reclamos sufrieron aún más discriminación en la asignación de clientes y entregas.  En una declaración afirmaron:

 

Tenemos que aprender mucho de la organización sindical.  Pero también creemos que la organización sindical tiene que aprender mucho de nosotros.  Si eso es así, los trabajadores de plataformas tenemos que organizarnos.  Si esta es la economía del futuro, ¿cómo puede ser que trabajemos en condiciones tan precarias?  Si este es el futuro de la economía, vamos a tener que construir los sindicatos del futuro.  Si no lo hacemos, los miles y miles de trabajadores que vendrán a trabajar en las plataformas no tendrán quién los defienda.[7]

 

El crecimiento reciente de las plataformas en línea en la región responde a varias razones: flexibilidad en los sistemas de pago en línea, falta de empleo, inmigración, sobrepoblación en áreas metropolitanas, falta de transporte público y caos en el tráfico.  En 2018, el 1% de las personas empleadas en Argentina eran usuarias o proveedoras de plataformas.  Las y los trabajadores son principalmente jóvenes.  Por cada cinco personas empleadas, cuatro son varones.  Solo el 40% recibe seguridad social y el 90% son contribuyentes bajo un régimen tributario simplificado (monotributistas).  Casi el 90% ha terminado la escuela secundaria y el 37% la educación superior.  Para quienes tienen alta calificación, las plataformas pueden significar una oportunidad de desarrollo profesional.

 

Si bien las plataformas ofrecen condiciones de trabajo formales, ellas no respetan los derechos de la población trabajadora.  Entonces, son las y los trabajadores y los sindicatos quienes, en este entorno, están preocupados por sus derechos y el futuro del trabajo.

 

Género: de las “brechas” a los “sesgos”

 

El acceso de las mujeres a la tecnología –en todos los niveles que supone el concepto de acceso–, es relevante para comprender las brechas que ellas experimentan en el ejercicio de sus derechos.  En el campo de la IA, las brechas de género también aparecen en los sesgos que se reproducen desde preconceptos imperantes, basados en estereotipos y experiencias pasadas, que discriminan a las mujeres.

 

Un ejemplo frecuente es el sesgo que expresan los algoritmos que colaboran con la selección del personal: las mujeres no son seleccionadas para puestos ocupados principalmente por varones.  En el mismo sentido, una plataforma que ofrece viajes en taxi los asigna con más frecuencia a varones que a mujeres debido a problemas de seguridad.

 

Otro punto de debate es si las mujeres se benefician de la automatización o no.  Es a ellas a quienes se les debe hacer esta pregunta.  Según la investigadora en tecnología Becky Faith, "las tareas de cuidado no pago y la falta de acceso y habilidades digitales son solo dos de los temas que debemos poner sobre la mesa para llevar a las mujeres a los debates sobre la automatización".[8]  La opción de trabajar desde el hogar también requiere ser analizada desde la perspectiva de género.  Si bien es más atractivo para las mujeres que tener que equilibrar las responsabilidades domésticas y laborales, no se debe dejar de tener en cuenta que trabajar desde la casa puede resultar en una sobrecarga de ambas áreas de responsabilidad.

 

Finalmente, la referente del Sindicato de Trabajadores Municipales aportó otro tema que invita a pensar la cuestión de género:

 

La digitalización ha ayudado a la organización del movimiento de mujeres, pero también le ha proporcionado al movimiento un conjunto de datos útiles, tanto a nivel macro como a nivel organizacional. Cualquier reclamo se fortalece si se valida con datos.

 

Conclusión

 

Cuando invitamos a las personas referentes de cada uno de los sindicatos a hablar sobre el impacto de la IA en sus lugares de trabajo, todas las respuestas fueron de entusiasmo, valorando la entrevista como una oportunidad para explorar los problemas en juego.

 

La automatización efectivamente reemplaza puestos de trabajo pero, en algunos casos, también genera otros nuevos.  Sin embargo, los sindicatos insisten en la responsabilidad que los empleadores tienen en este cambio.  La falta de diálogo para analizar colectivamente esta transformación tecnológica es una realidad.

 

También debe subrayarse que, si bien el sector privado señala como problema la falta de calificación de las y los trabajadores en los espacios de trabajo impulsados por la inteligencia artificial, a la vez se están creando nuevos empleos relacionados con la aplicación de IA que están siendo realizados por personas sobre calificadas en condiciones de trabajo precarias.  La regulación, en este sentido, es necesaria para promover políticas y prevenir condiciones de trabajo vulnerables.

 

En este contexto, también debe jerarquizarse el papel de los sindicatos.  Aunque siguen siendo el actor principal en la representación de las y los trabajadores, la adherencia es baja.  En un contexto caracterizado por la batalla cultural contra argumentos que cuestionan la legitimidad de las demandas sindicales, algunas voces proponen a los sindicatos crear nuevos canales para organizar nuevos empleos, buscar la membresía de jóvenes, incorporar grupos que han decidido no emplearse formalmente y considerar nuevos tipos de relaciones contractuales.  La inteligencia artificial y otras nuevas tendencias en los lugares de trabajo son definitivamente un desafío para los sindicatos en estos tiempos revolucionarios.

 

María Florencia Roveri, Nodo TAU, Argentina, www.tau.org.ar

 

 

[1] Ministerio de Producción y Trabajo. (2019, junio) Encuesta de indicadores laborales. https://bit.ly/33AP7KQ

[2] Albrieu, R., Rapetti, M., Brest López, C., Larroulet, P. y Sorrentino, A. (2018). Inteligencia artificial y crecimiento económico. Oportunidades y desafíos para Argentina. Buenos Aires. CIPPEC. https://bit.ly/34HsRz2

[3] Ibid

[4] Puyana, A. (2019, March)  Inteligencia artificial y trabajo en América Latina. Nuevas pistas de la economía mundial. América Latina en Movimiento Nro. 540. www.alainet.org/es/articulo/198957

[5] Ibid

[6] Los sindicatos entrevistados fueron la Asociación Empleados de Comercio de Rosario, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, la Asociación de Personal de Sistema Legislativo, el Sindicato Bancario Rosario y el Sindicato de Prensa de Rosario.

[7] Zuazo, N. (2018, 10 de octubre) Nace el primer Sindicato de Plataformas en Argentina. Política y Tecnología.

                https://bit.ly/2WVo9Lh

[8]                     Faith, B. (2017, 24 de octubre). Automation and the future of work: Bringing women into the debate. https://bit.ly/36Kjgcn

https://www.alainet.org/es/articulo/203912

Publicado en Revista: Inteligencia artificial: DDHH, justicia social y desarrollo

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