Costa Rica: Retos de la IA para fortalecer el derecho a la salud

03/12/2019
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 545: Inteligencia artificial: DDHH, justicia social y desarrollo 15/11/2019

Costa Rica cuenta con un sistema nacional público y universal de salud liderado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), institución que cuenta con más de 75 años al servicio de la ciudadanía. Dispone de una estructura de gran envergadura con un total de 55 000 mil funcionarios y una cobertura que abarca todo el territorio costarricense.

 

Hace ocho años, la CCSS empieza a desarrollar el Expediente Digital Único en Salud (EDUS) que consiste en el conjunto de aplicaciones y servicios que permiten la automatización de todos los procesos de prestación de servicios de salud, con el objetivo de que los costarricenses reciban una atención integral de mayor calidad mediante un acceso ágil y oportuno a toda la información médica del paciente por parte de los profesionales en salud y la ciudadanía.

 

Debemos entender el EDUS no solo como un sistema técnico sino como un programa de desarrollo que impacta en la sociedad, especialmente en lo relacionado con el derecho a la salud. Con el uso de tecnología, transforma y desarrolla las instituciones y procesos de prestación de servicios de salud con fondos públicos. La riqueza de sus datos, que incluyen los expedientes médicos de personas y sus familiares, hace que sea uno de los recursos de información más importantes de esta nación centroamericana.

 

A medida que se vayan ampliando los datos recopilados por EDUS, las herramientas de inteligencia artificial (IA) podrían jugar un importante papel en el ejercicio del derecho a la salud en Costa Rica. No obstante, el uso de la IA también puede introducir muchos riesgos.

 

El contexto

 

Para comprender el potencial de las aplicaciones de la IA con EDUS, es importante destacar los siguientes aspectos:

 

  • Las aplicaciones de EDUS se desarrollan desde el sector público, con inversión pública y a la medida de las necesidades de la población costarricense. Es decir que el Expediente Digital en Salud se puede considerar un bien público de los habitantes de Costa Rica.

  • El sistema de salud costarricense es universal por lo que en las bases de datos que administra el EDUS se encuentra custodiada toda la información y los datos médicos de todos los habitantes del territorio que han consultado el sistema de salud, que son prácticamente todas las personas, incluyendo migrantes de diversas nacionalidades. Es importante destacar que estas bases de datos se mantienen hasta el momento en un data center privado.

  • El EDUS está implementado plenamente, en el momento en que realizamos este artículo, en sus sistemas de expediente digital, ficha familiar y sistema de citas; y sus funcionalidades adicionales incluyen aplicaciones para emergencias y hospitalizaciones, vínculo a farmacias, imágenes como rayos X, ultrasonidos y tomografías. Esta información es crucial para entender el perfil de salud de la población.

  • Costa Rica tiene una Ley de Protección de Datos Personales sólida y una agencia nacional de protección de datos en ejercicio.

En informes anteriores, habíamos analizado los riesgos de EDUS en términos de la seguridad de los datos. A medida que las bases de datos de EDUS crecen, la plataforma despierta enorme interés para entidades privadas del sector salud (aseguradoras, clínicas privadas, empresas farmacéuticas, etc.). Por ello, es urgente contar con mejores estrategias y políticas de privacidad de datos para el sistema EDUS.

 

Derecho a la salud e IA

 

El uso de la IA en la plataforma EDUS puede hacer una contribución importante para mejorar el cuidado universal de la salud, como la CCSS lo ha visualizado. De acuerdo con un miembro del personal de EDUS, entrevistado para este informe:

 

Con los datos y aplicaciones de IA creo que podemos por primera vez ir generando perfiles de nuestra población que orienten a la medicina no sólo con base en estudios de otros países sino en nuestra realidad. Por ejemplo, predecir el inicio de una enfermedad, su evolución, la relación con los hábitos de nuestra población, etc.

 

En este sentido, en los próximos años se dará prioridad a las acciones que se orienten a la prevención y atención temprana de enfermedades crónicas que afectan a la mayoría de la población costarricense, así como a la toma de decisiones para el fortalecimiento de la infraestructura de salud que responda a los perfiles de salud de la ciudadanía. Por este motivo, una de las líneas de trabajo más importantes en IA con EDUS es la predicción de perfiles futuros de salud a partir del análisis de los datos existentes.

 

Se ha iniciado con algunos procesos de aplicación de IA con EDUS, partiendo de estudios de caso como por ejemplo con Diabetes Tipo 2 “Mellitus”. Por medio de aplicaciones de IA se logra predecir, mediante la información histórica existente de los últimos 4 años generada por el EDUS, el comportamiento futuro de esta enfermedad crónica. Con el análisis, se busca identificar conglomerados o grupos de personas en riesgo que aún no estén enfermas e impulsar estrategias que permitan la prevención en el presente para que la enfermedad no se manifieste en el futuro como han indicado las predicciones. También permite prever futuros retos y planificar la infraestructura que se requerirá para responder a ellos.

 

Para ello, se ha venido preparando al personal de la CCSS en métodos exploratorios y predictivos generando fortalezas en las instituciones públicas de la salud pública para el desarrollo de la minería de datos y del análisis facilitado por la IA.

 

No obstante, existen dos desafíos para aplicar la IA a la plataforma de EDUS. El primero es relacionado con la Ley Nacional de Protección de Datos Personales de los Habitantes que califica como sensibles los datos contenidos en las bases del EDUS y por consiguiente regula y restringe su uso. Por este motivo, no se puede explotar todo el potencial de EDUS para aplicaciones de predicción de enfermedades con IA. Esta es una importante discusión a realizar a nivel nacional sobre la conveniencia o no de tener un trato especial con los datos del EDUS para las aplicaciones de IA en el sistema de salud sin violentar los derechos individuales y la privacidad de sus propietarios.

 

Por otra parte, aunque se pudiera tener acceso a toda la información almacenada, el registro y la trazabilidad de los sistemas que conforman el EDUS deben asegurar la calidad del dato. Esto aún no se puede garantizar ya que es necesario fortalecer los procesos y procedimientos que lo garanticen. Es sumamente arriesgado trabajar con predicciones basadas en IA si los algoritmos utilizan una data que no haya pasado un proceso riguroso de calidad porque puede generar predicciones inexactas, decisiones equivocadas, inversiones en salud pública desperdiciadas y riesgos enormes en la salud.

 

La aplicación de procesos y criterios apropiados permite visualizar aplicaciones de inteligencia artificial con EDUS para un futuro cercano, tales como las “farmacias inteligentes”.

 

El desarrollo de farmacias inteligentes donde se automatizaría todo el proceso de preparación y distribución de los medicamentos dentro de una clínica u hospital se realiza con base en las recetas emitidas a pacientes a través del tiempo. Se contempla asimismo la distribución automatizada de medicamentos a personas internadas utilizando robots.

 

La primera etapa ya se ha empezado a desarrollar en el Hospital de Heredia (una de las provincias del país) mediante un plan piloto con un sistema denominado E-flow que ha permitido disminuir los tiempos de entrega. Los medicamentos que podría requerir el paciente son determinados automáticamente por medio de aplicaciones predictivas de IA.

 

El sistema E-flow permite también analizar el comportamiento del sistema farmacéutico de la salud pública, de tal manera que las jefaturas pueden tomar decisiones de transferir, en un momento dado, el recurso humano hacia aquellas labores que previamente no se habían priorizado por falta de personal. Por ejemplo, las campañas educativas e informativas sobre algunos de los temas que el hospital ha definido que requiere conocer la población a la que sirve. Toda vez, aun cuando se conoce la necesidad de recursos, no siempre será posible, como lo explicó en una entrevista para este informe la doctora Bastos, quien trabaja en EDUS:

 

La inteligencia artificial en relación al pronóstico de enfermedades puede generar un adelanto en la toma de decisiones anticipadas al evento y poder preparar al sistema de salud antes de que este suceda. Sin embargo, las pregunta(s) a discutir serían ¿Si sé cuántos y quiénes son los futuros enfermos y no tengo los suficientes recursos, cuál decisión debo tomar? ¿Se debe analizar todas las enfermedades o se debería decidir que algunas enfermedades no sean analizadas? ¿Con los datos que tengo, cómo voy a responder para generar los verdaderos cambios en salud pública? ¿Cómo les doy seguimiento a los pacientes?

 

La doctora destaca un aspecto fundamental de la IA: la relación entre los resultados de las aplicaciones de la IA, la toma de decisiones de las instituciones públicas y la disponibilidad de recursos para responder a tiempo a las necesidades determinadas por la aplicación. Este es un enorme reto y un importante riesgo a destacar.

 

Otro riesgo es la sobre dependencia de la IA, como nos indica Bastos:

 

En relación con la robótica y la IA el reto es lograr incluir los procesos que no vayan a dar riesgos en la atención del paciente. Además, no se debe dejar de lado que todo robot puede reemplazar un proceso más nunca la humanización. La robótica debería más bien fortalecer las capacidades y habilidades de los seres humanos para mejorar en toda la atención en salud así como ir dando apertura a las nuevas posibilidades de empleo o puestos nuevos que esto puede generar.

 

Ella plantea varios aspectos sumamente relevantes relacionados con el ejercicio del derecho a la salud a partir de la relación humano-robot que será sin duda cada vez más frecuente. Por ejemplo, ¿cuáles tareas deberían ser remplazadas por aplicaciones de IA y robots y cuáles no? ¿Es posible hacerlo en un marco de derechos humanos? ¿Qué nuevos derechos deben definirse para la interacción de las personas con los robots? Por ejemplo, el uso de chatbots para atender consultas automatizadas, mediante una cantidad limitada de respuestas, ¿implica limitar el ejercicio del derecho a la salud?

 

Por otro lado, si bien hay una importante transformación en el sector salud al incorporar la inteligencia artificial, ello plantea otras problemáticas importantes para las personas trabajadoras en salud, y para el ejercicio de las profesiones de esta área, incluyendo sus necesidades de formación.

 

¿Cómo se modificará el ejercicio de las profesiones en salud a partir de la relación con la IA y los robots? ¿Se precarizarán algunos trabajos del sector salud? ¿Qué responsabilidades se asumirán en términos de las decisiones de salud? ¿Quién asumirá la responsabilidad cuando los robots o algoritmos cometen errores? ¿Deberán responder las empresas que fabricaron los robots o los desarrolladores de la IA? ¿O será responsable el personal que interactúa con la IA?

 

Cuando se integró el EDUS en la CCSS, se tuvo que realizar un importante proceso de gestión del cambio con su personal. Las transformaciones que pueden producir la IA y la robotización son aún mayores, por lo que la adaptación del sistema de salud pública y universal y de su personal es algo sobre lo que se debe reflexionar y actuar desde ahora.

 

Conclusiones

 

El caso de EDUS en Costa Rica y las potenciales aplicaciones de la IA resultan muy interesantes.

 

  • EDUS se convierte en un excelente sistema para el desarrollo de aplicaciones de IA que fortalezcan la prestación de servicios de salud.

  • Se trata de aplicaciones de IA que se desarrollan para el sector salud —y por lo tanto son un bien público— a partir de una base de datos que también es un bien público. Esto, genera una buena práctica para el ejercicio del derecho a la salud y es un ejemplo para los sistemas de salud de otros países.

  • A su vez implica la necesidad de generar acción pública para que las aplicaciones de IA en salud utilizando EDUS tengan bases legales, procesos y procedimientos que garanticen no solo el derecho a la salud sino la custodia pública de los resultados y la protección de los datos de salud nacional.

  • Se hace necesario preparar al sistema de salud pública para la incorporación de la IA. Debe ser contemplada como una estrategia de gestión pública con todo lo que esto implica para que no se la trate solamente como aplicaciones de desarrollo tecnológico, sino de desarrollo integral del sistema de salud, incluyendo cambios en los perfiles de la capacitación y trabajo, y cómo y bajo qué condiciones se presten los servicios de salud.

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Como indica el equipo del EDUS, “siempre y cuando la tecnología se use en pro de la mejora de la salud poblacional y con el consentimiento de los usuarios, puede ser una herramienta fundamental para el ejercicio del derecho a la salud que se promueve desde la constitución costarricense”.

 

Kemly Camacho y Christian Hidalgo, Cooperativa Sulá Batsú (www.sulabatsu.com), con aportes de EDUS-CCSS (edus.ccss.sa.cr).

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/203630?language=es

Publicado en Revista: Inteligencia artificial: DDHH, justicia social y desarrollo

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