El anuncio del gobierno de Moreno que se da por terminada la cooperación médica cubana en Ecuador es una medida que responde a las exigencias de Estados Unidos como parte del bloqueo imperial el mismo que acaba de ser rechazado en la Asamblea General de las Naciones Unidas por 187 votos contra tres. Pero ese bloqueo infame resulta que no es solamente contra Cuba, sino contra los pueblos como el nuestro que se verá privado de atención médica altamente calificada, cuyo crédito mundial es indiscutible.

La calidad científica de la medicina cubana se expresa en primer lugar en la salud de su mismo pueblo. Dolientes de los Estados Unidos desean tratarse en Cuba, pero no es posible por la medida cruel, única en la historia de la humanidad, que ya lleva casi seis décadas.

En lo que tiene que ver con Ecuador, como se ha dicho y con razón, los profesionales cubanos han prestado su contingente en los lugares más apartados de nuestra geografía, sitios en donde, en determinadas ocasiones, por primera vez se pudo contar con un galeno. Tanto en el IESS como en los centros del Ministerio de Salud, los pacientes sintieron la mano amiga y solidaria de especialistas formados con la mentalidad humanista que únicamente el socialismo puede hacer.

Para hablar solamente de la atención oftalmológica, en las tres clínicas con personal cubano, funcionando en Machala, Ballenita y Salcedo, han recuperado o mejorado la visión 183.975 ecuatorianos y peruanos de zona de frontera. La casi totalidad de pacientes eran ciudadanos de todas las edades pero de condición humilde. Ni qué hablar de trasplantes o de atención al pie diabético que fue capaz de evitar amputaciones merced a la medicina elaborada en Cuba.

El gobierno ecuatoriano no tiene idea del perjuicio que le causa al pueblo con esta medida impuesta por el imperio y el FMI como vía hacia la privatización del servicio médico.

Un llamado a las organizaciones sociales a demandar la continuidad de la cooperación médica Cuba – Ecuador, elemento avanzado de la histórica amistad y solidaridad entre nuestros pueblos.

Quito, 12.11.2019