Comenzó la bajamar

El PRO regresa al Puerto de Buenos Aires

14/08/2019
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Existen una serie de recursos técnicos (encuestas de opinión, focus group, micro segmentación digital del electorado, manejo hiper-manipulado de las redes sociales, etc., etc.), que son de gran utilidad a la hora de incidir en un resultado electoral. Sin embargo, el pueblo argentino, este 11 de agosto, sin renegar de los beneficios de la utilización de ciertas tecnologías, puso blanco sobre negro. Las cosas en su lugar…

 

Las encuestadoras una vez más la pifiaron. Las estrategias de marketing, sobre todo las aplicadas para la creación de pseudo realidades a través de imágenes en la presentación de candidatos, quedaron descolocadas ante el resultado de los comicios.

 

La magnitud de la diferencia en votos entre el “Frente de Todos” y “Juntos por el Cambio”, nos habla también de una respuesta cualitativa. El pueblo no solo se expidió como sumatoria de ciudadanos votantes, sino que también lo hizo opinando como sujeto político, generando un hecho de trascendencia.

 

Se le quemaron los papeles al asesor estrella del oficialismo Durán Barba, quien sostiene que hoy en día, la política se reduce a la política comunicacional.

 

En estas PASO, el pueblo argentino demostró que esta aseveración no siempre se cumple. Este 11 de agosto, la ciudadanía emitió no solo un voto en rechazo de la política de gobierno, sino que emitió un contundente mensaje en repudio a las formas de hacer política electoral, mediática y teatralizada. Se nota cada día más cuando mienten.

 

Este mensaje electoral, sintetiza a través del voto, el conjunto de necesidades y padecimientos que sufre la población a consecuencia de estas políticas y que a pesar del entramado mediático, y del dispositivo de construcción de representatividad, el pueblo pudo saltar el cerco del disciplinamiento y manifestar su rechazo al actual gobierno. En buena hora…

 

Estos dispositivos de marketing y procedimiento electoral, producen un efecto sobre la mente de los ciudadanos que no siempre es intencional, ni inmediato. Mientras la pretensión es acceder a los deseos y a las necesidades de las personas, el efecto más importante en el largo plazo, es el formateo que se va produciendo en nuestras cabezas. Como resultado, pensamos y analizamos condicionados por un formato impuesto por los medios de comunicación y de información, siendo nuestra capacidad de razonar y reflexionar gravemente afectada.

 

La realidad es superior a la idea, los hechos son superiores a las imágenes virtuales creadas en los set de televisión. La elección del 11 de agosto es una demostración de que esto es así. Que es viable liberarse de las ataduras de las nuevas tecnologías del marketing y la comunicación política. No todo está perdido.

 

La oposición política, usando en menor medida estas tecnologías, con muchos menos recursos que el oficialismo, venció en BA por un amplio margen, y con un candidato que no fue producido ni manufacturado como otros candidatos. Sin pecar de idealismo, la sinceridad, lo auténtico, la decencia, no necesitan tanta parafernalia, tanta puesta en escena, como lo fue el llanto del ex presidente y la ex gobernadora el viernes al cierre de la campaña electoral. No les alcanzó, deben practicar aún más.

 

El pueblo cuando se hace presente como sujeto político, lo hace de manera desprolija, irregular, natural y sin tanta escenografía.

 

El PRO, regresará al puerto de Bs As, de dónde nunca debió haber salido. Son el pasado. Se viene la bajamar amarilla y habrá que lidiar con el tendal que nos han dejado. Se repliega en la Nación y en la Provincia el intento elitista de llevar a cabo un proyecto liberal-conservador, a través de un enorme cepo social, cultural y político a la mayoría del pueblo argentino. Una vez más, no lo lograron

 

Agosto de 2019

 

https://www.alainet.org/es/articulo/201574?language=es
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