Sin duda alguna, los recientes anuncios de Trump, en torno al endurecimiento del bloqueo contra Venezuela, logran ya 30 rondas de sanciones de varios tipos, ya alcanzan los límites inimaginables, pero por otro lado, reitera la política de “tropezar siempre con la misma piedra”. Y que en algunos casos, les ha salido el tiro por la culata. Su último decreto reza así: “Todos los bienes e intereses relativos a los bienes del Gobierno de Venezuela que se encuentran en EEUU, que en lo sucesivo se encontrarán en EEUU, que pertenecen o están controlados por cualquier persona de EEUU, están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados, retirados o tratados de cualquier otra manera”.

Los Estados Unidos de Norteamérica, parecen olvidar, su estruendoso fracaso con este tipo de medidas, como ha sucedido con la República de Cuba, hacen alusión a triunfos puntuales, pero desconocen que perdieron una guerra con el gobierno de la isla de Cuba.

Y además, no parecen darse cuenta, que con la República Bolivariana de Venezuela, les acontecerá lo mismo, no ven los signos, cuando ante un nuevo embargo, una nueva arremetida de las fuerzas contrarrevolucionarias, tanto a nivel nacional, como internacional.

No se percatan, que ningún país, a excepción de Cuba, ha resistido el asedio, ataque y bloqueo económico como lo ha hecho Venezuela. Mencionando además, los bloqueos económicos contra Corea del Norte, Irán, Siria, entre otros.

No ven que la esperanza, como herramienta política, fue sembrada por Chávez y continuada con Maduro y sirve para oponer resistencia, ante cada ataque imperialista, afianzando la solidaridad de otros pueblos, para fortalecer la lucha contra la explotación y el dominio. Venezuela y otros pueblos han despertado y siguen despertando otros, construyendo medidas para que respeten nuestras diferencias.

Están ciegos ante el camino íntegro, constructivo y que hay que fortalecer, de instancias como: CELAC, UNASUR, ALBA-TCP, CARICOM, MERCOSUR. Hay que seguir retomando el camino de la integración soberana de los pueblos, para defender la paz de America Latina y el Caribe.

Reiterando, como paréntesis, que según la jurisprudencia internacional, el único facultado para emitir sanciones, contra algún país, es el Consejo de Seguridad de la ONU, no el gobierno estadounidense, por lo tanto dichas medidas son ilegales, injerencistas y cínicas.

Trump está condenado a fracasar en sus intentonas directrices para acabar con la Revolución Bolivariana, ya que repite las mismas recetas, que en algún momento le han dado resultado. Les sale el tiro por la culata y tropieza varias veces con la misma piedra.