Deontología para un Ministerio sin brújula
- Opinión
Hace un par de días el presidente electo de Panamá, para el periodo 2019-2024, Laurentino Cortizo, dio a conocer quiénes serán los que, a partir del 1 de julio lo acompañarán durante los próximos 60 meses, en la gestión, coordinación, planificación y ejecución de los planes, programas y proyectos gubernamentales.
No está de más decir que se tomaron su tiempo y cierto hermetismo para anunciar quienes estarían en los diferentes cargos, especialmente en los cargos más sensitivos, y que requieren de decisiones urgentes como son: Salud, Educación, Seguridad y Ambiente. Algunas instituciones pasaran a ser Ministerio, como el Instituto Nacional de la Mujer, INAMU, que pasaría a ser Ministerio de la Mujer, o el Instituto Nacional de Cultura, INAC, que pasaría a ser Ministerio de Cultura, esto de por si un gran logro. Sin embargo, no dejo de pensar, cuando en su momento, la Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM, paso a ser Ministerio de Ambiente, que, mediante una serie de presiones ciudadanas, y acciones técnicas, dio paso a que se saldará una deuda de muchos años en lo que respecta al “fortalecimiento de la institucionalidad ambiental” en el País. ¿Pero que ha redundado en mejoras al ser una institución un ministerio?
Se suele pensar muchas veces que, al generar un grado más en la independencia o autonomía de las instituciones, algunas veces resulta la mejor solución, esto fuera así, si tuviéramos un sistema de administración público activo, que fiscalizará y sancionara los actos de impunidad, y la realidad no es así. Esta crisis de credibilidad en las instituciones está trayendo consigo una crisis de institucionalidad y por ende consecuencias que debilitan las instituciones del Estado. No debemos pensar que los buenos funcionarios no existen, sin embargo, muchos de estos al no tener poder de decisión en las estructuras, son los menos escuchados o sus decisiones son las menos contempladas, ya sea porque no anteponen los intereses particulares de terceros, sino al contrario lo intereses colectivos del país, (quisiera ser un poco romántico con la idea), y uno se pregunta, con qué grado del deber profesional un funcionario o funcionaria estaría ejecutando sus funciones, ¿Qué se está haciendo para que se incentive el pensamiento del principio del deber y el hacer lo correcto en las instituciones públicas?
La correlación -a mayor independencia institucional mayor eficacia y eficiencia- no siempre consigue desarrollar su potencial, esto sucede cuando no se tiene la voluntad política de generar cambios, ni mucho menos la capacidad de asumir los errores y saber escuchar. En nuestro ecosistema burocrático nacional el Ministerio de Ambiente, ha demostrado ser el ejemplo claro de esa lógica, que en metodología se conoce como lógica de variables de correlación negativa, puesto que tal independencia ha dejado mayor libertad, y, no por ende, mayor capacidad o eficiencia, sino todo lo contrario, menos capacidad de ser fiscalizada, y menos capacidad de articular con otras instituciones mediante la transparencia en los procesos de administración, como el rendimiento de cuentas, no solo a la Asamblea Nacional sino a toda la población que así lo solicite. Transparencia en la información con respecto a proyectos privados así como estatales, de igual forma cuando se solicita información sobre la calidad del agua de los ríos, información sobre la deforestación y tala indiscriminada, sobre la cobertura boscosa, además de conocer sobre las diferentes contrataciones que no siempre son publicadas, información que debería estar accesible a todo el público en los sitios web, teniendo en cuenta que una gran parte de la población con acceso a internet (desde un teléfono móvil, es suficiente) visita estos sitios, y que solo el simple hecho de ir a consultar información in situ en el Ministerio de Ambiente es un secretismo, como si algo oliese mal.
De acuerdo con la página de la Autoridad Nacional de Acceso a la Información, ANTAI, en su informe del 2019, el Ministerio de Ambiente no estaría cumpliendo al 100% con la transparencia en la información que se proporciona en los sitios web de la entidad, de 24 puntos que representa el 100%, el mencionado ministerio cuenta con 19 puntos, que representa un 79% en cuanto a acceso a la transparencia en la publicación de su gestión.
El Ministerio de ambiente, que en su momento fue Autoridad Nacional del Ambiente por más de 10 años, y que anterior a ser ministerio gozaba de cierta autonomía, estaba sujeta como un apéndice a decisiones del Ministerio de Economía y Finanzas, MEF. En última instancia para cuestiones de presupuesto y demás. La problemática siempre ha girado en torno a la viabilidad de proyectos que chocan con el sentir de la población, proyectos que se presentaron en la Autoridad Nacional del Ambiente tenían que pasar por un proceso de evaluación ambiental, mediante un Estudio de Impacto Ambiental, realizado por un consultor, que muchas veces había formado parte del equipo de evaluación de la ANAM, hoy Ministerio de Ambiente o que en su momento fue consultor ambiental para una empresa privada y termino como funcionario público con poder de decisión. ¿Pero por qué debe ser así? La ley no lo prohíbe, pero tampoco lo regula claramente, de esa independencia que debe tener un funcionario. Esto no queda claro y mucho menos cuando se trata de proyectos ambientales que implican “desarrollo” y ya sabemos por dónde va todo esto, de desarrollo desde la lógica del capital, el cual no tiene un fundamento más que el enriquecimiento deshumanizante y deshumanizado, sin importar, arboles, río, animales, conducta ambiental, patrimonio histórico y comunidades en especial.
Cuando el ministerio de ambiente fue creado mediante la ley N. 8 del 25 de marzo del 2015, se podría decir de alguna forma que se estaba haciendo “justicia ambiental” dado que, a mayor libertad y autonomía, mayor capacidad de gestión, mayor presupuesto de operación y ejecución de proyectos y por ende mayor apoyo a las comunidades, como sabemos las instituciones están para servir al pueblo. Sin embargo, queda claro que las cosas no habían sido pensadas desde un principio en esa lógica.
La sociedad civil, los grupos comunitarios, y gremios ambientales fueron los primeros que vieron como en ese entonces el flamante ministerio se convertiría en una institución que aprobaba proyectos a diestra y siniestra, modifica planes de manejo y creaba mecanismos jurídicos para favorecer al “Desarrollo” del capital transnacional, todo menos, pensando en favorecer e incentivar mecanismo para que las comunidades tuvieran una participación más activa en la toma de decisiones de los proyectos y es que desde la lógica de la tecnocracia la opinión de las comunidades es irrelevante. ¿Uno se preguntaría y entonces para que un ministerio? Bueno, desde ese entonces ya han pasado casi 5 años, en los cuales Panamá ha estado perdiendo cobertura boscosa de una forma acelerada y criminal.
Ver la Gráfica N.1 abajo, del World Economic Forum en donde indica que Panamá ha perdido un 4%. De bosques, en los últimos años. Sin embargo, el ministro de Ambiente Emilio Sempris, en una nota enviada al mismo organismo indica que esta cifra no es correcta, claramente él no va a aceptar tales informes, pero no hay peor ciego que él no quiere ver. Para más información pueden ver la noticia del 13 de mayo del 2019, en el portal de tvn noticias. Al parecer, es tanto el ego que no son capaces de reconocer que se esta haciendo las cosas mal en temas de conservación ambiental y otros temas de interés socioambiental.
Gráfica N. 1
Países que perdieron la mayoría de las selvas tropicales en 2018.
Fuente: www.weforum.org
Por otro lado, seguimos teniendo noticias como: mi ambiente aprueba talar árboles en vía de extinción, la tala se toma área protegida, querer concesionar isla Boná, refugio de vida silvestre en peligro por construcción de una petroterminal, renovar la licencia a una empresa minera de cobre para continuar con el expolio que ya existe, o aprobar proyectos habitacionales con estudios categoría 1 cuando deberían ser 2 o 3, sin dejar de mencionar que cuando mucho, la única institución que estaría haciendo su trabajo, quizás sería el Sistema Nacional de Protección Civil, SINAPROC y podríamos continuar con una infinidad de hechos, que lastimosamente chocan con la idea de un entorno sano, respirable y vivible para todos, hasta tal punto que todas estas acciones avaladas, son hasta inconstitucionales, dado que van en contravía con los artículos que se encuentran en la constitución política, capítulo siete sobre régimen ecológico, la cual habla sobre el derecho a un ambiente sano para todos.
Pero hasta donde podría llegar, ¿la idea de un buen funcionario?, ¿con sentido de la ética del trabajo? en el sentido de un trabajo propiamente de acuerdo con un principio ético, porque ya no solo es suficiente tener conocimientos específicos, sino tener un criterio cuestionador que ayude a ver los errores que se comenten. En una entrevista que le hicieron a Rodrigo Noriega este mencionaba que la idea convencional que se tiene es que cualquier persona que hubiese estudiado algo relativo con ciencias naturales, agronomía, ingeniería forestal, derecho o ingeniería ambientales, es un ambientalista. Nada más lejos de la verdad. El tener una formación en una disciplina ambiental, no significa que automáticamente se tendrá la ética de defender a la naturaleza.
El nuevo ministro de ambiente Milcíades Concepción López, es ingeniero agrónomo, y “persona interesada” en los temas ambientales, aún es muy temprano para evaluar su gestión, pero podemos decir que mientras el poder económico siga mirando el ambiente como un botín, el nuevo ministro deberá asumir no solo los errores del pasado que la institución trae de arrastre, ojala y no repetir actos tan bochornosos como los acontecidos a finales del 2018, entre el Ministro Emilio Sempris y el exsecretario general en ese entonces Felix Wing, en donde se ventilaron, que tan mal estaban las cosas y como se estaban llevando a cabo en disenso, los proyectos internos del ministerio, desacuerdos que salieron a relucir a todo el país, dando a entender que si internamente no se ponían de acuerdo, muchos menos lo harían con la ciudadanía y con el país. El ministro Concepción, debe tener muy en claro que debe lograr construir consenso y no disenso, si bien es difícil, debe acercarse a las comunidades, conocer sus problemáticas, convocar reuniones entre la sociedad civil, los movimientos campesinos, los grupos de intelectuales, académicos, organizaciones barriales, organizaciones ambientalistas, grupos indígenas y crear más interacción entre una institución que se muestra distante, rodeada de papeles, estudios de impacto ambientales y planes de manejo que muchas veces solo están para llenarse de polvo, por la poca capacidad que tiene la propia institución.
Tener ética, más allá de la ética personal, sino una ética profesional, deontológica y un principio del deber y el hacer con voluntad, en querer poner las cosas en orden, priorizando el ambiente, las comunidades y la población en general y no un grupo en particular de empresarios o el poder económico, por encima del interés nacional. Paco Gómez Nadal en el 2005, le realizó una entrevista cuando aún era diputado por el distrito de San Miguelito y presidente de la comisión de ambiente de la Asamblea Nacional de Panamá, en donde él ubicaba al ambiente como su sitial, y por el cual estaría dispuesto a defenderlo, espero que sea así, y no nos salga una cuerda floja, como años posteriores, en el 2008, en otros medios de la localidad, salían a relucir palabras más palabras menos, de forma despectiva aludiendo que muchos grupos ambientalistas buscan solo lucrar con las problemáticas del país. Se ha de ver, si por fin se logra llevar a buen puerto una institución que está haciendo aguas desde hace años y que ni consigue hundirse del todo, ni consigue salir a flote.
Bibliografía
ANTAI, Informe de evaluación de monitoreo, 2019, Autoridad Nacional de Transparencia a la Información, http://www.antai.gob.pa/informe-de-evaluacion-de-monitoreo-febrero-2019/
Batista, L., 2019, WEF coloca a Panamá entre los países que más bosque ha perdido a nivel mundial. Telemetro, recuperado de:
Cerrud, E., 2008, Diputado del PRD arremete contra los ambientalistas, Panamá América, recuperado de: https://www.panamaamerica.com.pa/nacion/diputado-del-prd-arremete-contra-los-ambientalistas-316515
Escudero, C., 2015, Participación ciudadana en los estudios de impacto ambiental, Prensa, recuperado de: https://impresa.prensa.com/opinion/Estudios-impacto-ambiental-participacion-ciudadana_0_4140336047.html
Noriega, R., 2018, ¿Para qué sirve el Ministerio de Ambiente?, Prensa, recuperado de: https://www.prensa.com/blogoterapia/sirve-Ministerio Ambiente_7_5115308419.html
Quien Cumple, resultados del monitoreo de 177 instituciones a nivel nacional, 2019, Tomado de: https://quiencumple.com/#masthead
WEF, 2019, Ghana está perdiendo su selva tropical más rápido que cualquier otro país del mundo. Tomado de: https://www.weforum.org/agenda/2019/05/ghana-is-losing-its-rainforest-faster-than-any-other-country-in-the-world
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