¿Qué hay detrás de la censura y persecución contra Assange?

EEUU quiere que el fundador de WikiLeaks pase el resto de su vida silenciado y encarcelado

27/05/2019
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Análisis
assange.jpg
-A +A

En EEUU se han presentado 17 nuevos cargos contra Julian Assange los cuáles podrían servir para condenarlo por 175 años en la cárcel, esto es prisión e inhabilitación de hacer periodismo hasta la muerte.

 

El presidente norteamericano Donald Trump cuando ha de visitar Londres a inicios de junio va a presionar para él sea extraditado a su país.

 

La encarcelación del líder de Wikileaks busca golpear a todos aquellos que revelan información confidencial de alta seguridad para EE.UU. Donald Trump, que antes elogió a la Wikileaks, ahora debe censurarla para complacer al Pentágono. 

 

Los ataques contra Assange golpean a The Guardian y muchos otros medios que han difundido sus revelaciones. Assange es el primer ciudadano ecuatoriano e iberoamericano que ha sido entregado por su propia embajada para que entre en un proceso de extradición por razones netamente políticas hacia EEUU y que, en vez de protegerle, le haya quitado su nacionalidad.

 

El presidente ecuatoriano Lenín Moreno al haber entregado a Julian Assange a los leones busca demostrar que él va exactamente en el camino inverso al “Socialismo del Siglo XXI” que antes profesó junto a su mentor Rafael Correa y Hugo Chávez. Ahora él hace que su país retorne a la senda del FMI y que se convierta en el ejemplo de capitulación que Trump quiere imponer ante los distintos gobiernos rebeldes que hay en el continente, desde el de México hasta el de Uruguay.

 

Wikileaks

 

El siglo XXI se inició con la expansión masiva de una serie de servicios mediante Internet. En el 2001 nació la Wikipedia, la enciclopedia global más densa y consultada, y en 2006 apareció Wikileaks, la principal fuente mundial de destape de documentos confidenciales que demostraban el sucio entrampado de muchos políticos.

 

Sin embargo, mientras la primera mega-enciclopedia tiene 40 millones de tópicos en más de 300 idiomas, y cada día crece más, a la Wikileaks se le busca destruir con una feroz persecución. El argumento empleado contra ella es que sus impulsores burlan la seguridad interna de muchas agencias, gobiernos y partidos, y revelan información secreta.

 

En 2016 se publicó el libro “10 años, 10 millones de documentos (desclasificados) y 10 mayores destapes de Wikileaks”, según el cual las mayores revelaciones del servicio de Assange son:

 

  • Los abusos a 800 prisioneros en la base militar norteamericana de Guantánamo, en la cual no rigen las protecciones a los derechos humanos de EE.UU., y dónde se maltrataba a prisioneros desde 14 hasta 89 años de edad.

 

  • Partes de guerra en Afganistán e Irak evidenciando torturas y matanzas de civiles.

 

  • El reporte Minton detallando cómo la multinacional holandesa "Trafigura" ha descargado basura tóxica en Costa de Marfil afectando a 108,000 personas.

 

  • Un famoso video donde se ve a un helicóptero estadounidense ametrallando a 18 civiles en Bagdad, incluyendo a 2 reporteros de Reuters.

 

  • La Biblioteca de la Diplomacia de EE.UU. con una colección de 3, 326,538 cables diplomáticos de 274 consulados y embajadas en todo el mundo evidenciando diferentes conspiraciones y maniobras para favorecer a sus corporaciones y socavar a sus rivales.

 

  • Los archivos sirios con 2 millones de emails conteniendo secretos de Assad y de sus opositores armados.

 

  • Los archivos de Stratford (“la CIA de la información pública”) mostrando los lazos entre los marines, la inteligencia y las corporaciones de EE.UU..

 

  • Los entre telones de diversos tratados comerciales  de EE.UU. con otras naciones, en los cuales se evidencia una gran injusticia social.

 

  • Cómo la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE.UU. espía al Secretario General y a varios líderes de la ONU, de la OMC, numerosos mandatarios, ministros de Italia, Israel, Holanda, Japón, Francia, Alemania, Brasil, etcétera. 

 

  • Comunicaciones secretas dentro de la Convención Demócrata de EE.UU. en la cual los partidarios de Hillary Clinton muestran su guerra sucia contra Bernie Sanders.

 

A ello hay que agregar cientos de otros destapes, como cuando en el 2008 la Wikileaks mostró turbios negociados en el petróleo peruano, algo que tomó las primeras planas en la prensa peruana, como también la revelación de la lista completa de todos los militantes del partido neo-nazi británico BNP. archivos de muchas matanzas en Yemen, datos sobre el espionaje contra Rusia, etcétera.

 

Todo ello ha jugado un importante rol en la política mundial. Muchos medios que hoy se han sumado a la campaña de demonizar a Assange en su momento se valieron de sus informaciones para publicarlas. Pese a que Donald Trump cuando era candidato llegó a decir que Wikileaks le encantaba (por desenmascarar a su rival Clinton y ayudar a que no gane ella la presidencia), hoy en el poder necesita suprimir a esta para cubrir los oscuros tejemanejes que Wikileaks pudiese destapar.

 

Agarrar a Assange

 

En 2010, a 4 años de haberse fundado Wikileaks, el fiscal general de EE.UU. Eric Holder afirmaba que esta estaba bajo investigación, y desde entonces han ido creciendo todos los intentos de silenciarla. En ese mismo año, cuando Assange visitó Suecia, aparecieron dos extrañas denuncias de acoso sexual contra él. Assange sostuvo que con ello se buscaba una forma de encarcelar a su persona para luego extraditarlo a EE.UU. donde se le quiere someter a las más draconianas penas por espionaje.

 

Assange logró salir de Estocolmo a Londres, donde las autoridades le quisieron extraditar a Suecia para tal juicio. Él se resistió sabiendo de las intenciones de Washington. Tras muchos procesos a él se le dio una libertad bajo fianza, la cual acabó violando para entrar a mediados del 2012 en la embajada ecuatoriana donde solicitó asilo político.

 

En ese entonces Sudamérica viraba hacia la izquierda y Ecuador, el único país de tal continente donde el dólar sigue siendo la moneda oficial, quería demostrar cuán independiente era de EE.UU. acogiendo al más famoso revelador de secretos militares de dicha potencia.

 

Para el presidente Rafael Correa mantener a Assange en su sede de Londres era un orgullo y una muestra que su diplomacia buscaba un mundo multipolar y defensor de la libertad de prensa.

 

No obstante, cuando Lenín Moreno (quien fue el vicepresidente cuando Ecuador aceptó el asilo de Assange), llega a la presidencia con el apoyo electoral de Correa, él decide dar un viraje de 180 grados para acercarse a Washington.

 

A partir de entonces empieza una hostilidad contra Assange en la embajada de Londres y se dan una serie de medidas para prohibirle el que él tenga el derecho de hacer política o usar los servicios de Internet.

 

Arresto

 

El jueves 11, poco antes de las 11 AM, todos los medios británicos estaban centrados en la detención de Julian Assange. Esa mañana dicha noticia se había convertido en la principal en Reino Unido desplazando de tal sitial a la que 12 horas antes era la más importante para este país. En la noche del miércoles 10 todos los jefes de gobierno de la Unión Europea (incluyendo Theresa May) decidieron postergar la fecha final del Brexit por segunda vez, y ahora por un lapso de seis meses y medio.

 

La captura de Assange es algo que podía unir a toda la derecha británica y hacer ver a esta que su primera ministra algo estaba haciendo bien. Este acontecimiento sirvió también para distraer a la opinión pública y al descontento que había entre gran parte del 52% del electorado que hacía 3 años atrás había votado en favor de salirse de la UE.

 

May, que sabe que hay muchos sectores de su partido que ahora quieren remover a ella de su puesto, se valió de ello y de adelantar un receso parlamentario por pascuas para diferir una eventual ola de protestas por su nuevo acuerdo con la UE, mientras que Nigel Farage ha aprovechado esa ocasión para acusarla de traicionar la voluntad popular y lanzar su nuevo Partido del Brexit.

 

Asilo

 

Tras haberse exiliado en la embajada ecuatoriana hace un septenio, Quito decidió suspender el asilo para entregar a Assange a la Scotland Yard.

 

Se supone que un país acoge en su sede diplomática a una persona que busca asilo para proteger su vida frente a cualquier privación de su libertad o amenazas a su libre expresión.

 

Un país puede aceptar o rechazar el asilo. Uruguay no aceptó al ex presidente Alan García el refugiarse en su embajada en Lima, porque, apenas se produjo tal petición, Montevideo concluyó que él si salía de su sede diplomática no iba a la cárcel y que no se le podía proteger a alguien de una investigación por robo y corrupción.

 

Sin embargo, Ecuador sí le aceptó como asilado. Tras que Assange cumplió 5 años en su embajada Ecuador le concedió legalmente la nacionalidad y ciudadanía, como pasa con cualquier persona que vive más de un quinquenio en cualquier otro territorio de dicha república. 

 

Este es un caso altamente inusual pues el asilado no ha terminado libre (ya sea mediante su transferencia a otro país o mediante un acuerdo con el país donde está para que se anulen cualquier clase de órdenes contra su libertad) y también en que una embajada haya entregado a un nacional suyo a las autoridades de un país donde dicho asilado no tiene ciudadanía, y, además, que le haya privado a dicho asilado de su nacionalidad.

 

En Reino Unido hay millones de inmigrantes que residen allí tras haber recibido su ciudadanía británica o europea, y nadie es privado de ello. Assange es el primer ciudadano de una nación latinoamericana en Londres que su ciudadanía es revocada (cosa que no ha pasado ni con los exiliados que han sido parte de grupos armados en Perú o Colombia).

 

En el caso de Assange a él se le comunicó de manera repentina que su asilo y hasta que su ciudadanía ecuatoriana quedaba inmediatamente terminada y que los guardias le iban a sacar de la embajada.

 

Argumentos

 

La justificación dada por el presidente ecuatoriano es que él no se portaba bien en la embajada (y hasta tiraba sus eses por las paredes) y que constantemente se inmiscuye en la política interna de Ecuador y de otros países.

 

He estado numerosos veces en la embajada ecuatoriana de Londres y uno puede percatarse que son chicos tanto ese departamento como el cuarto asignado a Assange (el cual me acuerdo que tiene alrededor de 10 metros cuadrados). Si una persona hace esa clase de actos anti-higiénicos, ello puede ser producto de serios problemas de salud corporal o mental tras estar 7 años recluido, venir siendo hostilizado, estar sin poder salir a caminar a ningún patio o jardín con luz natural, y tener sus comunicaciones altamente restringidas con el mundo exterior.

 

En caso de que lo que dice Moreno sobre un supuesto mal comportamiento de Assange fuese cierto se le debiera haber transferido a un hospital o a un lugar donde siga gozando de protección diplomática, y además mostrarse pruebas (cosas que no se ha hecho). Empero, en vez de ello, él ha sido transferido a una cárcel local donde debe hacer frente a los pedidos de EE.UU. para extraditarlo a fin de darle penas muy severas.

 

Se ha hablado también de los altos costos que representaba Assange para el presupuesto y la imagen internacional del Ecuador. Sin embargo, el tema económico se pudo haber sorteado con campañas financieras y, en todo caso, todo gobierno que acepta a un asilado debe previamente evaluar las consecuencias de tal decisión antes de tomar estas. Y cuando Assange solicitó quedarse en la embajada ecuatoriana de Londres, Lenín Moreno era el vicepresidente del Ecuador.

 

El que un país permita que un asilado suyo (y, encima, un nacional suyo) sea entregado a la policía del país que estaba huyendo, es algo que daña profundamente la reputación de tal país en términos de la diplomacia y de los derechos humanos a una escala muy grande.

 

Si, precisamente el binomio presidencial Rafael Correa – Lenín Moreno acogió a Assange en su embajada en Inglaterra, fue para demostrar al mundo que su pequeño país se proyectaba como uno con grandes ambiciones en demostrar al mundo su apego a los Derechos Humanos, y su autonomía frente a las grandes potencias.

 

Moreno denuncia que Assange se entromete en política interna de otros países, pero eso es algo que hace cualquier periodista internacional y que él estaba autorizado a hacerlo hasta antes que él llegase a la presidencia en el 2017. Los dos casos más serios en que esta interferencia hubiese dañado las relaciones del Ecuador fueron cuando en el 2016 reveló una serie de documentos confidenciales de Hillary Clinton que le afectaron para ganar las elecciones y en el 2017 cuando hizo algunos breves comentarios en el twitter apoyando la independencia catalana. No obstante, la embajada le cortó el servicio de Internet y desde entonces se le privó a él de expresar sus puntos de vista y se le colocó una mordaza.

 

Lo que, al parecer, rebasó el vaso fueron las fotos reveladas sobre la lujosa vida privada de Moreno y de su familia y sobre las supuestas grandes cuentas de él y de sus 3 hijas en paraísos fiscales. No hay pruebas que Assange haya estado detrás de ello, y, en todo caso, él, como ciudadano ecuatoriano, no puede estar privado de votar u opinar sobre temas internos del Ecuador.

 

Giro

 

Apenas Assange fue traspasado de la embajada ecuatoriana de Londres a una cárcel, se hizo público un generoso préstamo del FMI a Ecuador por $US 4,200 millones.

 

Esto ha sido aprovechado por su anterior mentor Rafael Correa para denunciarlo como “el más grande traidor de Latinoamérica” y de haber vendido a Assange.

 

Moreno retruca que él busca revertir una serie de medidas que llevaron a su país al declive, que por ello es importante regresar a los marcos del sistema financiero mundial encabezado por EE.UU., y que solamente de esta manera se evita que Ecuador siga la senda de Venezuela.

 

Sin embargo, es claro que Moreno ha roto radicalmente con los principios de la llamada “Revolución Ciudadana” con los que él llegó inicialmente al poder como vicepresidente de Rafael Correa.

 

Moreno, a poco de llegar a la presidencia, arrestó a su compañero de plancha con el cual ambos fueron electos, su vicepresidente Jorge Blas, quien sigue en la cárcel acusado de corrupción, y ha querido hacer lo mismo con Rafael Correa, a quien ha logrado evitar que vuelva a postularse en una nueva elección presidencial.

 

La política de Moreno ha pasado por distanciarse de la base electoral y de los postulados del correísmo para acercarse a los de la anterior oposición de derecha. En el plano externo él ha roto con la Alternativa Bolivariana de Nuestra América (ALBA) y con la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR), habiendo desalojado a esta de su sede central que estaba en Quito.

 

Tras haber apoyado incondicionalmente a Nicolás Maduro cuando llegó a la presidencia venezolana en 2013, hoy Moreno le desconoce en ese cargo. En marzo recibió en Quito a Juan Guaidó, al cual junto a EE.UU., él lo reconoce como presidente venezolano.

 

Si Moreno hubiese persistido en su línea original muy bien hubiese estado colaborando para que Assange pueda revelar cómo Trump está queriendo aislar y atacar Venezuela, Cuba, Nicaragua, México o Bolivia, la UNASUR, y el ALBA, o ayudar a ver si es cierto que los apagones venezolanos han sido producidos por la CIA, etcétera.

 

En cambio, Moreno venía refiriéndose a Assange como una “piedra en el zapato”, la cual ha terminado sacándola de encima y con ello ha demostrado a Washington que él se ha pasado al campo opuesto de lo que han sido los gobiernos izquierdistas latinoamericanos, para lo cual se le abren condiciones muy ventajosas para él.

 

Assange

 

Washington considera a Assange como una amenaza a su seguridad interna y demanda extraditarlo a EE.UU. Inicialmente le pidieron solo 5 años de cárcel por haber interferido computadoras norteamericanas para evitar que Assange diga que su vida no corre peligro y los trámites no sean tan cuestionados. Empero, antes que él llegue a dicha nación los cargos ya han empezado a aumentar y pueden terminar formulando el de alta traición para lo cual existe la cadena perpetua o la pena de muerte en algunos Estados.

 

Muchos periodistas que han revelado documentos clasificados de EE.UU. hoy temen que ellos puedan recibir similares castigos. Assange ahora va a entrar a un largo proceso donde Suecia puede reactivar sus procedimientos y Washington ha de poder reiterar sus pedidos para juzgarlo en EE.UU..

 

En Ecuador la derecha ha de celebrar ello pues considera a Assange como alguien que rompe privacidades ajenas y es una carga a su diplomacia y finanzas, mientras que la izquierda va a querer denunciar nuevamente a Moreno de haber “traicionado” a sus bases y promesas electorales, y buscar sacarlo de palacio.

 

El caso Assange va a dar para rato. Llama la atención que los mismos conservadores que pidieron que Pinochet, cuando estuvo arrestado en Londres, no fuese extraditado a comparecer ante el juez Garzón por sus crímenes, y que se le permitiera regresar sano y salvo a su casa, ahora estén dispuestos a enviar a Assange a EE.UU.

 

Mientras muchas personas y entidades que Wikileaks ha revelado estar implicadas en crímenes siguen libres, al líder de esta le aprisionan. Mientras Facebook y otras grandes corporaciones de la Internet venden nuestros datos por millones, Wikileaks hacía un trabajo altruista y sacrificado arriesgando el pellejo para brindar gratuitamente información sobre esos mismos dueños del poder a millones de almas. Si los servicios de EE.UU. interceptan las comunicaciones telefónicas y electrónicas de todo el mundo, estos mismos castigarán a todo aquel que se atreva a hacerles lo mismo a ellos.

 

Según la legislación británica los destapes de Assange no implican una afrenta contra su seguridad. El Reino Unido, al igual que la Unión Europea, protege el derecho a su libertad de expresión. Además, diversos antiguos funcionarios y diplomáticos del Ecuador sostienen que él sigue siendo ecuatoriano, que ningún gobierno puede deportar a un ecuatoriano de su suelo o embajada (y menos aún llamar al apoyo de la policía de otro país para ello) y que su asilo se mantiene.

 

Su caso va a seguir generando muchas polémicas. Assange se tornará una figura mundial, mientras que se le va a buscar tratar de silenciar por todos los medios posibles.

 

Isaac Bigio es analista internacional.  Politólogo economista e historiador formado en la London School of Economics donde ha enseñado política latinoamericana.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/200035
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS