Dilemas energéticos

22/05/2019
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Mientras la inestabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) continua, el debate se hace más intenso en torno a las consecuencias, así como de las posibles salidas. En nuestro Estado Zulia este debate es particularmente álgido, puesto que es la zona del país más afectada. En esta nota abordaremos tres dilemas presentes en la formulación de soluciones: privatizar o no, tecnología propia o foránea y fuentes de energía únicas o diversificadas.

 

El gobernador Lacava recientemente expresó que parte de la gestión del SEN se debía privatizar. Omar Prieto luego expuso que era necesaria la inversión privada en el sector. Estas declaraciones se incorporan en un primer dilema ¿la administración del SEN o algunos de sus componentes deben ser privatizado? En el Zulia esta pregunta nos remite a una añoranza de la época en que la administración del servicio eléctrico estaba en manos privadas y es inevitable llegar a constatar que el mismo Comandante Chávez fue él que inicio el proceso para nacionalizar este sector.

 

¿Qué significa privatizar? Supone incorporar un elemento definitorio en la ecuación de la prestación del servicio, que es el capital privado. La inversión no pública debe ser remunerada de acuerdo a la expectativa pactada y esto se constituye en la base de la dicotomía: ¿qué es más importante la utilidad o el servicio público en sí mismo? La historia nos enseña que la cuerda revienta por el lado más débil y se subordina el servicio público al capital, lo que termina comprometiendo un principio fundamental del Estado Social de Derecho: la universalidad. Para muestra de lo afirmado un botón: quienes demandaron que los Abastos Bicentenarios en el Zulia se privatizara, como lo fue en un principio, en su mayoría no pueden ir a comprar los productos hoy día.

 

Sobre lo público se construye un relato donde la corrupción y la indolencia son sus protagonistas, a lo que le agregamos que debe ser regalado. Este relato tiene sustento en la realidad cotidiana, pero se ignora que hay grupos de interés que tienen una cruzada en el sentido literal, para que lo público no funcione y no nos quede más opción que pensar que naturalmente lo privado es lo que funciona. Lo público solo funciona con participación, responsabilidad social y contraloría de los usuarios y usuarias.

 

Un segundo dilema está relacionado con las tecnologías para la generación de energía eléctrica, ¿consumimos las tecnologías foráneas o las creamos? En esta coyuntura las soluciones toman la vía expresa, comprar en el extranjero, pero seguimos siendo dependientes. Como dignos hijos de la renta petrolera, que tuvimos las capacidades materiales para comprar todo lo que nos ofrecieron, que no necesariamente era lo que requeríamos o estaba al servicio de los intereses del país. Es decir, privilegiamos la formula prêt a porte o listo para usar y con ello asumimos el paquete o el lastre permanente de servicios posteriores. En un escenario de bloqueo económico no es posible contar con el servicio, ni con las refacciones necesarias. Así solo lo podremos resolver este dilema si entendemos que el desarrollo tecnológico propio es imperativo, lo supone desarrollar entidades para la creación y centros para la formación de talentos en esta perspectiva. El Centro Nacional de Ciencia y la Universidad Bolivariana de los Trabajadores Jesús Rivera hoy apuntan en esa dirección.

 

Un tercer dilema está relacionado con el punto anterior, pero que considero clave tratarlo de manera particular. Es un dilema la diversificación de las fuentes de generación de energía eléctrica o mantener fuentes únicas. Nuestro SEN es fundamentalmente alimentado por una fuente hidráulica, cuya base está en el sur del país. En esta coyuntura hacia el norte costero del país, se está privilegiando las tecnologías que usan combustibles fósiles. Nuevamente la vía expresa, que viene con un alto costo ambiental. Mientras tanto los proyectos relacionados fuentes de energía alterna, como los parques eólicos están en el abandono o desmantelados, como en la Guajira. La falta de una mirada de mediano y largo plazo impide tener una perspectiva de diversificación paulatina de las fuentes.

 

Algunas organizaciones sociales que comenzaron un debate sobre este tema hace años, han logrado construir una propuesta que denomina “Territorios Energéticamente Sustentables”. Se propone en esta iniciativa la creación de sistemas de generación de electricidad basados en fuentes primarias renovables disponibles en cada territorio, de tal manera que la generación eléctrica y el consumo están en equilibrio, haciéndose de tal manera autónomo y/o con capacidad de exportar energía al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), sin depender de directamente del mismo, más que en casos de contingencias técnicas propias (López-González, 2018).

 

Un examen más detallado de esta propuesta permite visualizar que se plantea superar los dilemas expuestos, ya que se propone la fórmula de propiedad social de los medios de generación de energías, la participación, contraloría y co-responsabilidad de los usuarias y usuarios en la administración y funcionamiento de los medios de generación o distribución y finalmente la diversificación de las fuentes de generación.

 

En suma conviene tener claro que la resolución de estos dilemas se expresará en legislaciones e instituciones y servirá a los grupos de interés que tenga la correlación de fuerzas a su favor. ¿Nos mantendremos indiferentes?

 

- Jesús A. Rondón es sociólogo

@jxrondon

 

https://www.alainet.org/es/articulo/199985?language=en
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