Liber vitae

24/04/2019
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A propósito del 23 de abril, Día Internacional del Idioma Castellano, del Libro y del Derecho de Autor, declarado por la UNESCO hace 24 años.

 

EL DESPERTAR DE LA PALABRA

 

Las espigas del grito colectivo en la lengua de Cervantes

 

Ha comenzado el sacerdocio del entendimiento. Las deidades del corazón iluminan el infinito que oculto yace

 

El arte desenfunda su ballesta y se declara triunfante. La cima está al alcance del obrar humano. La cima ha sido alcanzada ya

 

El secreto divino se consagra en la ancianidad del papiro. El secreto divino es revelado con los símbolos del heraldo

 

El mensaje divino del Liber Vitae nos regala la inteligencia que mora en la palabra perdida

 

Las fórmulas sagradas hemos de encontrarlas en el egipcio Libro de los Muertos que nos regala sus saberes

 

Despierta la palabra encantada

 

Las viejas divinidades de la arcadia humanidad remontan las oquedades de la tierra madre

 

Condenable es que la palabra se enarbole para reprimir la travesía del alma

 

El corazón abatido se refugia en el oráculo de la palabra

 

En los manuscritos del primer hombre anida el saber. La excelsidad en el babilónico diccionario

 

En las inscripciones de la piedra se encuentra la sombra de Dios

Convocados los escribas a la bóveda celeste

 

En el techo del cielo la rima ecuestre de Jenofonte. En Anábasis helénicas victorias

 

En el leviticus la ley de la palabra

 

Y en el Deuteronomio la primera procesión del antiguo testamento

 

El homínido esgrime sus saberes

 

Sumergidos en el mito los sabios despliegan sus alas

 

Los símbolos del universo han de señalarnos los caminos del entendimiento

 

Desde su camada sapiencial la sabiduría nos acerca a los salmos de Jedidias

 

En los pergaminos esta la vida que vive y en el canturreo de los pájaros el lenguaje de los dioses

 

Los símbolos de la vida se entretejen cuando los diálogos del homínido se escuchan en las cavernas

 

En los testamentos las proclamas de los elegidos cuyos dioses se han emancipado de la treta del misterio

 

En la memoria anida la divina providencia que procura eternidad

 

En los libros sagrados los proverbios, las sabias máximas que han sido pronunciadas en el continuum de la historia

 

Rituales y parábolas avivan lo sagrado cuando el Liber Vitae cuenta el apocalipsis

 

Busquemos al que mora en el verbo llameante

 

¡Alabada sea la voz del animant!

 

Los seres toman forma de libro en alfabético orden

 

En los círculos de Dante la palabra es venerada

 

Reina la eternidad en la prosapia del Leviatán

 

Por encima de la tierra las montañas infinitas donde habita el buen decir

 

En el libro bogan los sueños. El abecedario se despliega a campo traviesa. La letra proclama el reino del saber

 

Con el verbo se derraman las lágrimas del sol que agita sus alas en la constelación del Alma Mater

 

El oficiante de la palabra domeña el universo

 

Eruditos en convite expulsando sicofantes

 

Habita el tiempo en los santuarios del saber y la erudita humanidad gobierna el universo

 

Nunca bastan las palabras, pero la palabra es la casa del ser. En la palabra comulga el ser con los mandamientos del redentor

 

Cantos celebratorios durante el digesto literario

Es la sabiduría la luz del corazón

 

La vida es honrada con la enigmática ortografía

 

En la morada de las musas el códice pervive, despiertan el mito y la leyenda

 

El lenguaje de las odas se proclama con música de vientos

 

En la levedad del silencio los pergaminos del hablante, nada se dice en el pedestal del ocaso

 

Las infaustas palabras en la nada se riegan

 

Alabado es el verbo en el reino del saber

 

Se cultiva la escolástica con pálpitos del corazón

 

De Pesoa su mandamiento: “Seamos fieles a la palabra dada y a la idea tenida”

 

ILUMINACIONES

 

La fecundidad de la naturaleza asunta su ley revelando los misterios de la arcana iluminación

 

El bestiario devela su nefaria intención y la ensoñación nos regala los arquetipos del mundo simbólico

 

Los tejidos del humano proceder en plumas sagradas nos lega sus frutos

 

El influjo de los dioses revela su divina omnisciencia

 

La luz trasunta sus misterios y devela el porqué de la trascendencia

 

Habita el hechicero en los santuarios del tiempo

 

Los sarcófagos se adornan con edictos de marfil

 

Los decretos divinos de la especie ha de brindarnos el árbol de la vida donde bebemos la perpetuidad

 

Nuestros ídolos tocan los tambores de la estirpe redentora. Han abatido la ausencia del querer

 

En la región de los misterios se emancipa la noche… Una hoguera de pasiones en ojos ausentes

 

Y es que el ser supremo para el ser humano es el propio ser humano

 

Danzan los hombres con caras de caballo y los dragones conducen urnas funerarias

 

Peregrinos pernoctan en el priorato de Cluny

 

La ilusión rediviva. Tradiciones que nutren el saber por canales subterráneos

 

Agita sus velas el aire cargado de sombras

 

Los dioses recompensan las plegarias que en su nombre son elevadas al cielo

 

Retornan al principio los dioses del Partenón

 

Cae el cielo sobre la montaña en que se apoya

 

En ritual comunión el arquetipo de la especie alaba su mandamiento

 

 

COSAS DEL ALMA

 

Hemos de saciar la sed. Hemos de beber en las consejas de los dioses. Hemos de conjurar la muerte de la mariposa. Hemos de encontrar en la música las cosas del alma

 

Donde puebla el homo sapiens no se debe tolerar la intolerancia

 

Un soneto de palomas ha regresado de su trashumancia para calmar un abatido corazón

 

Somos el mar a la deriva, el dolor del Pegaso enamorado

 

Presentes estemos en el festival del papagayo cuando el sol se acurruca en el regaso de la noche. Las chispas del oro se han apagado en el proscenio del canto

 

Esperemos las noticias de los bosques, su esmalte de flores arrulla el paisaje

 

La eternidad se alimenta con los dones del bien

 

En el parlamento de pájaros mandan los juglares

 

En la comuna se comparten los granos del bien

 

Larga es la trashumancia del delfín tras la citara de Arion y densa la historia que se aloja en las olas del mar

 

Los pétalos del cielo habitan en el corazón

 

En la levedad de la memoria la esperanza emprende su travesía. El cisne renace en el polen de la rosa. Contémplese el redentor en la solemnidad del rito

 

Jafuda Bonsenyor ha sentenciado: “No hay rey sin hombres, hombres sin riqueza, riqueza sin pueblo y no hay pueblo sin justicia”. (1)

 

Nota

 

(1) Sabio judío nacido en Barcelona, España, a mediados del siglo XIII.

 

 

Jorge Valero, Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y demás Organismos Internacionales con sede en Ginebra, Suiza.

https://www.alainet.org/es/articulo/199483
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