Sociedades discretas: un poder oculto
- Opinión
Desde tiempos inmemoriales siempre hubo en el mundo clubes privados o círculos selectos integrados por gente importante e influyente que de alguna manera intentaron, tarde o temprano, ejercer presión sobre los gobiernos de turno. Algunos de estos grupos comenzaron siendo órdenes iniciáticas, herméticas o directamente esotéricas. Otros tuvieron carácter puramente religioso, militar, filosófico, patriótico o bien filantrópico, pero en todos los casos hubo un mismo hilo conductor: las ansias de poder, el cual fue siempre construido a la sombra de los formales sistemas de gobierno y de los incómodos debates públicos, lo cual llevó a muchos autores a tildar a estas especies de logias, como sociedades secretas. Esto ha sido deliberadamente un error puesto que su existencia fue casi siempre de conocimiento público. En todo caso, su accionar es discreto, pero no secreto. De hecho hay numerosa literatura al respecto que es de acceso público y muchos de estos grupos, transmutados, cuentan actualmente con sede geográfica bien definida y página web en donde se detallan todos sus datos como para que cualquier ciudadano investigue libremente quiénes integran estos círculos, a qué se dedican, cómo se autofinancian y demás cuestiones que se desee.
Lo que sí se puede asegurar cabalmente es que estas logias siempre mantuvieron un bajo perfil lo cual les permitió y les permite operar con bastante tranquilidad. Sus miembros a pesar de ser en muchos casos notables personalidades de la sociedad, han sabido mantener la discreción en lo que hace a su filiación. Otro dato que no es menor, es que en muchos casos el ingreso a estos clubes se realiza por recomendación de sus propios miembros. No existe ningún caso en el que se hayan realizado reclutamientos masivos. Muy por el contrario, éstos han sido y son absolutamente selectivos.
Las sociedades discretas más conocidas y poderosas en los últimos trescientos años han sido los masones, los iluminados de Baviera, los bonesmen (integrantes de la Orden de Yale), los bilderbergers (integrantes del grupo Bilderberg), y los trilateralistas (integrantes de la Comisión Trilateral). A estos tres últimos grupos han pertenecido muchos presidentes de naciones del primer mundo, primeros ministros, militares de alto rango, dueños de multimedios masivos de comunicación, banqueros internacionales, directores de corporaciones mundiales e integrantes de las distintas coronas reales europeas.
Algunos de los conspicuos miembros de estas sociedades han sido o son: Paul Achleitner (presidente del consejo de supervisión del Deutsche Bank), Marcus Agius (ex presidente de Barclays Ensurance Co.), Francisco Pinto Balsemão (ex primer ministro portugués), José Manuel Barroso (ex presidente de la Comisión Europea), Franco Bernabè (ex presidente y consejero delegado de Telecom Italia), Hernán Büchi (ex Ministro de Hacienda de Chile), Carl Bildt ( ministro sueco de Relaciones Exteriores), J. Michael Evans (vicepresidente de Goldman Sachs), Martin S. Feldstein (profesor de economía de Harvard University), Douglas J. Flint (ex presidente del HSBC Bank), Timothy F Geithner (ex secretario del Tesoro de EEUU), Luis de Guindos (vicepresidente del Banco Central Europeo), Simon Henry (ex director financiero de la petrolera Royal Dutch Shell), Henry Kissinger (presidente de Kissinger Associates y ex secretario de Estado de EEUU), Princesa Beatriz de Holanda, David H. Petraeus (ex director de la CIA), Gianfelice Rocca (presidente del Grupo Techint) , Herminio Blanco Mendoza (Secretario de Comercio y Desarrollo Industrial de México), James D. Wolfensohn (ex presidente del Banco Mundial), David Rockefeller (banquero y petrolero de EEUU, fallecido), Antonio Borges (director del Departamento Europeo en el Fondo Monetario Internacional), Patricia Botin (Miembro del directorio del Banco Santander, Paul Allaire (ex Presidente de Xerox), Giovanni Agnelli (ex Presidente de FIAT), Jimmy Carter (ex Presidente de EEUU), Jean Bergougno (ex Gerente General de Electricitè du France), Toyoo Gyohten (ex Presidente del Banco de Tokyo), James Burke (ex Director ejecutivo de Johnson & Johnson), Robert McNamara (ex Secretario de Defensa de EEUU), Toshi Kitamura (ex Consejero Senior de Hitachi), Philip Caldwell (ex Presidente de Ford Motor Company), Andrew Knight (ex Editor jefe del semanario inglés The Daily Telegraph), Bill Clinton (ex presidente de EEUU), William Winegard (ex Ministro de Ciencia y Tecnología de Canadá), Enrique Iglesias (ex ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay), y George Soros (financista y megaespaculador húngaro-israelí), entre otros.
Las conspiraciones existieron, existen y existirán. Son parte de la naturaleza humana, por lo tanto su negación es un acto de total ingenuidad o bien tiene una clara intencionalidad. Siempre hubo grupos selectos de personas muy inteligentes y cultas deseosas de controlar y dominar el mundo. Es menester entonces estar alertas y bien informados en orden de despertar nuestra consciencia, pues solo con un conocimiento cabal de este importante tema podremos algún día liberarnos de este yugo (la famosa Matrix), que pretende direccionar malintencionadamente nuestra forma de pensar y actuar en pos de objetivos non sanctos.
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