Los medios tradicionales ahora tienen competencia, esa competencia es nada más y nada menos que las “benditas redes sociales”, los medios alternativos, los medios independientes, los medios comunitarios, los medios progresistas…

El pueblo mexicano despertó, y poco a poco se ha ido despojando de ese fanatismo que antes tenía por los perversos medios de comunicación tradicionales, medios masivos reaccionarios que polarizan a la sociedad, que engañan y que se han dado el lujo de administrar la ignorancia del pueblo por muchos años.

En la actualidad, los medios tradicionales están muy celosos por el gran éxito y arrastre masivo que tienen hoy las redes sociales. Como todo mundo lo sabe, las “benditas redes sociales”, como por ejemplo la plataforma YouTube, jugaron un papel clave en la reciente arrasadora victoria que llevó a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al poder.

Entiéndanlo, el pueblo ya no le cree a los ‘Jacobos Zabludovzkys’. El pueblo ya se ha dado cuenta que, después de todo, los grandes medios de comunicación tradicionales no poseen la “verdad absoluta”. Y es que cuando un pueblo ha despertado, las mentiras de los medios tradicionales lo harán enfurecer cada día más. Así que el día de mañana no vayan a venir a hacerse las víctimas de que no pueden salir ni a la esquina sin que la gente los repudie.

A los medios tradicionales no les conviene una guerra contra los youtubers. Les conviene más actualizarse, adaptarse, aceptar las nuevas realidades y tratar, al menos, de democratizarse…

Si no les cabe no repartan. El odio del mexicano hacia el conservadurismo político reaccionario no es culpa de AMLO ni de los youtubers. Los conservadores (‘ternuritas’) se lo han ganado.

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