Alan García antisemita: ¿puede quedar impune?

01/03/2019
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El único sudamericano vivo que ha culminado dos quinquenios presidenciales no continuos debería ser un ejemplo de mesura y antirracismo, pero es la única figura importante de dicho continente que se ha atrevido a repetir slogans típicos de Hitler como el de acusar de “mafia judía” a sus contrincantes o de sugerir que los judíos o descendientes de inmigrantes no son realmente nacionales de su país de nacimiento.

 

Reproducimos tres notas al respecto donde concluimos que es inaudito que el expresidente peruano de 1985-90 y 2016-11 no sea procesado por ello y que siga siendo parte de la Internacional Socialista o de cualquier partido que se reclame democrático.

 

ALAN DEBE SER PROCESADO POR ANTISEMITISMO

 

Las declaraciones antisemitas de Alan García son algo muy delicado, especialmente tras sus propias disculpas que no son tales. Él utilizó el término nazi de “mafia judía” para atacar a sus oponentes, y durante su última campaña electoral (2016) acusó a quien acabaría ganando las presidenciales de tener sangre judía y polaca y por ende carecer de una sola gota de sangre peruana.

 

Alan respondió luego que cometió un lapsus pues confundió a la religión con la nacionalidad, pero las 4 personas que él señaló de ser parte de esa “mafia judía” (Gorriti, Maiman, Dan On y Soros) son nacionales de hasta 4 países que quedan en 4 continentes diferentes.

 

Jugando con las palabras tal vez él sugiere que pudo usar el epíteto de “mafia israelí” sería el adecuado, pero Gorriti es un periodista limeño que ha hecho toda su carrera en las Américas, y Soros, a quien García colocó como la cabeza de dicha “mafia judía”, es un húngaro con ciudadanía estadounidense.

 

Esas barbaridades jamás las hubiera tenido Haya de la Torre quien se solidarizó con Einstein y otros judíos perseguidos por Hitler y quien siempre repudió lanzar la diatriba “mafia judía” empleada contra los semitas en los pogromos zaristas y en los campos de exterminio nazis.

 

García (presidente peruano en 1985-90 y 2006-11) y Michelle Bachelet (presidenta de Chile en 2006-10 y 2014-18) son figuras de la misma Internacional Socialista y también son los dos únicos personajes vivos en haber completado dos mandatos presidenciales discontinuos en Sudamérica. Ayudada por ese mérito Bachelet es hoy la alta comisionada de derechos humanos de Naciones Unidas.

 

García, quien debería proyectarse como una figura de similar talla, se ha atrevido a cuestionar la nacionalidad de todos sus compatriotas por ser judíos o por tener ancestros inmigrantes, y a emplear una diatriba propia de los genocidas “Protocolos de los Sabios de Sión”.

 

En Reino Unido uno de los principales debates que hay es el llamado antisemitismo dentro de la sección británica de la Internacional Socialista. Esto acaba de incentivar una ruptura en el laborismo, mientras que en éste se ha sancionado o procesado por antisemitismo a diversos cargos importantes suyos solamente por declaraciones en los que ellos han cuestionado al sionismo, pero nunca nadie de ellos se ha atrevido a decir que los que tienen sangre judía o extranjera no son británicos, o que los judíos conforman una mafia.

 

No recuerdo a ningún otro líder político peruano de peso que haya prestado semejantes declaraciones antisemitas, ni siquiera de parte de Abimael Guzmán y otros que pregonan la destrucción de Israel. Haya, Seoane, Villanueva y Townsend lucharon contra el antisemitismo.

 

En Perú hay leyes que sancionan a quienes promueven la discriminación por raza, credo, sexo, orientación sexual, procedencia o discapacidad. En cualquier democracia occidental quien lance tantas barbaridades judeo-fóbicas sería procesado, y la Internacional Socialista no debería permitir tener en su seno a antisemitas.

 

Londres, 28 de febrero del 2019

 

ALAN CON LA MAFIA ANTISEMITA

 

EL EX PRESIDENTE PERUANO DEBE SER PROCESADO POR ANTISEMITISMO Y EXPULSADO POR ELLO DE LA INTERNACIONAL SOCIALDEMÓCRATA

 

En una reciente entrevista al diario peruano más popular (“Trome”) Alan García Pérez se refirió al periodista Gustavo Gorriti, conocido por sus denuncias contra la corrupción, así:

 

“Esa persona que TRAJO AL PERÚ LA MAFIA JUDÍA de Maiman, de Avi Dan On y a la que él pertenecía con Soros, el financista internacional, no tiene ninguna autoridad moral.”

 

Una cosa es atacar a Gorriti, Maiman, Dan On o Soros por sus acciones o ideas, y otra es hacerlo por su etnia, y, encima, asociarlos como parte de un complot judío.

 

 

Las leyes internacionales y peruanas penan la discriminación a cualquier persona por su raza, credo, sexo, orientación sexual o discapacidad. El ataque de quien fuera presidente del Perú en 1985-1990 y 2006-2011) a todos los judíos es una afrenta a todos los negros, indígenas y demás razas que son usualmente menospreciadas, sino que se inspira en el famoso libreto del infame libro “Los Protocolos de los sabios de Sión” que fueron usados por los genocidas que masacraron judíos en los pogromos rusos y en el holocausto nazi.

 

Según esta tesis los judíos constituían una mafia secreta ligada a los grandes financistas, la misma que quería dominar al mundo.

 

Paradójicamente, es el propio Alan quien constantemente ha sido acusado de crear y desarrollar mafias, y el mismo tiene, muy probablemente, ancestros judeo-españoles.

 

Alan, de esta manera, ha acabado dentro de la mafia antisemita que constantemente echa la culpa de varios problemas del mundo a quienes fueron perseguidos y masacrados por Hitler.

 

¿Ser judío es no ser peruano?

 

Ya son varias las declaraciones de Alan contra los judíos. Anteriormente se refirió así a PPK, quien fuera electo presidente peruano en 2015, diciendo que él tiene sangre “de polacos, judíos, no sé de dónde, franceses. De peruano, cero. De casualidad nació acá. No tiene un gramo de sangre peruana, cero”

 

Para García el ser judío equivale a no ser peruano, lo cual implica atacar a todos sus millones de compatriotas que tienen orígenes africanos, chinos, japoneses, europeos, asiáticos o de países americanos vecinos, y también a quienes profesan una fe evangélica, mormona, musulmana, israelita, o cualquiera distinta a la oficial.

 

Los judíos no son un grupo humano homogéneo. Lo que tienen en común es que ellos o sus ancestros creen en la Torá (Antiguo testamento), y por ende, hay judíos de todos los colores, clases sociales e ideologías.

 

El Perú es el único país latinoamericano que recientemente ha tenido dos primeros ministros, un vicepresidente y una primera dama judíos. Uno de los primeros ministros que tuvo García fue Yehude Simons, otro semita pero no de fe israelita, aunque su nombre personal significa el judío.

 

La presencia judía en el Perú es tan antigua como la de los españoles, pues dentro de los conquistadores llegaron muchos judíos convertidos o encubiertos, y esa es una de las razones por las cuales Lima devino en la capital de la inquisición sudamericana y al lado de la plaza mayor y la catedral de esta metrópolis hay una calle que se llama judíos. García y, sobre todo, Pérez, son apellidos judíos o que usaban los judíos en la península ibérica donde, antes de 1492, conformaban hasta un cuarto de los habitantes de la zona desde donde partieron los navegantes hacia el Nuevo Mundo.

 

Los sefaradíes (“españoles” en hebreo) son una de las dos grandes ramas del judaísmo y son quienes fueron los que expandieron el idioma español al oriente, y aún siguen hablando uno más puro que el que empleamos los iberoamericanos.

 

Además, en un momento el principal credo minoritario que tuvo el Perú hasta hace dos décadas fue el de los Israelitas de Atacusi, cuyos seguidores se visten con trajes de la biblia y practican el sábado y los sacrificios del antiguo testamento, aunque ellos aceptan a Jesús. También se han dado conversos al judaísmo de parte de campesinos indígenas del norte peruano, algunos de los cuales viven bajo la administración del Estado de Israel.

 

Alan contra Haya

 

El antisemitismo de García es una total contradicción con la Internacional Socialista, en la que el APRA se encuentra junto a laboristas sionistas, y contra el legado de Haya de la Torre.

 

Digan lo que digan de Haya, algo que es cierto es que él siempre condenó al antisemitismo y atacó a Hitler, algo que no hicieron otros nacionalistas andinos como el MNR boliviano o Perón. Haya fue un admirador de Ben Gurión y del laborismo, que fue la fuerza mayoritaria en la comunidad judía del Medio Oriente, desde los 1930s. Haya en vida incluso llegó a defender a Israel en todas las guerras que libró. Si bien no comparto esa afinidad política lo importante es ver la importancia que él daba a defender a los judíos.

 

Me acuerdo que, cuando aún tenía 13 o 14 años, me gustaba ir a los locales de los partidos políticos a escuchar a sus líderes. Allí solía ir al aula magna de la “Casa del Pueblo” a oír a Haya, y una vez él y Armando Villanueva me trajeron a su oficina para hablar de cuánto el APRA respetaba y admiraba a los judíos.

 

García ha manchado ese legado.

 

En Londres, donde radico, una persona que hubiese dicho tal cosa hubiese sido inmediatamente sancionada o expulsada de su partido, o hasta procesado por racismo en la justicia.

 

Hoy en Reino Unido mucho se habla de antisemitismo, pero en la socialdemocracia no se puede tener autoridad moral para ello, si es que se permite que García, tras esas declaraciones, siga siendo miembro de su Internacional.

 

Londres, 27 de febrero del 2019

 

 

LAS DISCULPAS DE ALAN CONFIRMAN QUE ES ANTISEMITA

 

Alan García ha respondido pidiendo disculpas diciendo que se equivocó al confundir religión con nacionalidad. Sin embargo, Gorriti, Maimán, Dan On y Soros nacieron en 3 continentes diferentes y tienen distintas nacionalidades.

 

La tal disculpa demuestra que el mismo se enreda y que es un antisemita. Ninguna persona que ha sido presidente de una llamada democracia y que se perfila como estadista es capaz de hablar de “mafia judía” para referirse a un conglomerado de personalidades tan distintas que tienen en común discrepar con él.

 

Además, García ya tiene antecedentes al declarar que una persona, como el anterior mandatario peruano electo en 2015, no tiene ninguna gota de sangre peruana porque tiene sangre judía (aunque PPK es católico).

 

García es un antisemita y sus disculpas no pueden ser aceptadas. Además de todos los procesos que tiene se le debe incriminar por incitar al racismo y al antisemitismo, y él no puede permanecer en la Internacional Socialista.

 

Londres, 28 de febrero del 2019

 

Isaac Bigio

Analista Internacional

 

https://www.alainet.org/es/articulo/198507
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