El psicoterror y la preparación del gran show “humanitario”, mientras crece el clima bélico

18/02/2019
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Estamos en pleno desarrollo de una guerra de cuarta generación, donde el psicoterror en los medios hegemónicos trasnacionales y cartelizados y las llamadas redes sociales son epicentro de los ataques. Hay un día D, el sábado 23, para que los invasores entren con la “ayuda humanitaria” desde Cúcuta (Colombia) a territorio venezolano.

Cerca de la extensa frontera con Venezuela, en la colombiana Cúcuta, se reúnen las dotaciones deshidratadas de la llamada ayuda humanitaria que llegaron en aviones militares estadounidenses (C-17), y también los congresistas estadounidense ultraconservadores Marco Rubio y Marcos Díaz-Balart, el embajador ante la OEA Carlos Trujillo, el director de la Usaid Mark Green, y el embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos.

Ninguno de los locuaces presidentes y cancilleres latinoamericanos: alguno seguramente se sumará al espectáculo y a las fotos.

El departamento Norte de Santander, en el límite con Colombia y desde donde se pretende introducir la supuesta “ayuda humanitaria”, fue declarado este domingo en “estado de calamidad pública”.

Milicias civiles venezolanas se preparan junto a las Fuerzas Armadas para impedir la intervención. También se habla de la conformación de Brigadas Internacionales para defender la Revolución Bolivariana, lo que hasta el momento no ha pasado de la etapa de las declaraciones de apoyo y solidaridad.

Mientras se prepara un gran recital en Cúcuta, el viernes 22, promovido por trasnacionales y el gobierno de Bogotá, de apoyo a la intervención. Patrocinante de la actividad será el empresario británico, Sir Richard Branson.

 La compañía colombiana Link-Tic, de Fernán Ocampo, a cargo de página web que recauda 100 millones de dólares en torno al concierto es contratista de la Fuerza Aérea de Colombia. Se anuncian a Carlos Vives, Luis Fonsi, Fonseca, Juanes, Nacho, Lele Pons, Alesso, Rudy Mancuso, Ricardo Montaner, Mau y Ricky, Danny Ocean y Alejandro Sanz.

La imposición del miedo

La meta es que el miedo y lo esgrime un monstruo con capacidad para atemorizar  De plano, todo intento de buscar soluciones pacíficas (México, Uruguay, Caricom, el Papa) son bombardeadas por los medios y las redes digitales. Hoy. Con una intervención armada en Venezuela se pretende patear, una vez más no solo a las instituciones venezolanas sino las que rigen a la comunidad internacional, advierte el embajador de Venezuela en Italia, Isaías Rodríguez.

Los venezolanos son víctimas potenciales de una guerra. Sectores opositores la quieren porque piensan que será breve y vencerán, pero no se les ocurre por un instante imaginar sus consecuencias devastadoras o que pueda convertirse en guerra prolongada. A sus ejecutores extranjeros eso poco les importa porque, por encima de la guerra misma eufemísticamente “humanitaria” que ellos promueven, están las verdaderas intenciones dirigidas a los subsuelos de los territorios continentales y marítimos que serán el botín de guerra.

El autoproclamado presidente interino Juan Guaidó dice que en todo el país se inscribieron unos 600.000 voluntarios, quienes recibieron instrucciones sobre el proceso, aunque -dijo- sin que se revelen detalles que den al traste con la operación de ayuda humanitaria, pese a que el presidente Nicolás Maduro ordenó a los militares bloquear el ingreso de la ayuda en medicinas y alimentos, por considerarla un “show político” y el comienzo una invasión militar estadounidense.

La pregunta que se puede hacer cualquier televidente o lector de redes sociales en el mundo es si el gobierno del “dictador” Nicolás Maduro no ha impedido estas reuniones.

Guiadó anunció que el centro de acopio en Brasil se abrirá el lunes en el estado fronterizo de Roraima, adonde habrá sólo ayuda brasileña, y el martes llegará un avión desde Miami (EEUU) a Curazao con más asistencia. “Entrará sí o sí por tierra y por mar”, dijo el autoproclamado. Otro avión enviado por Puerto Rico llegó el viernes a Cúcuta, en tanto que Chile y otros países recopilan también toneladas de ayuda.

Maduro califica de “migajas” de “comida podrida y contaminada” la asistencia, y culpa de la escasez a las sanciones impuestas por Estados Unidos, que genera daños a la economía estimados por Caracas en 30.000 millones de dólares.

Tras el ahogo económico y financiero

Sanciones financieras, bloqueo económico y terror callejero para crear un colapso, imposición del imaginario de la existencia de un poder dual y la amenaza de una invasión estadounidense que tiene fecha para el 23 de febrero, escondida en el caballo de Troya de la supuesta “ayuda humanitaria”: todo para terminar, de forma ejemplarizante, con “el virus” de la Revolución Bolivariana, señala el codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia, Álvaro Verzi Rangel.

En esta estrategia del miedo, los medios de comunicación trasnacionales, cartelizados, y las repeticiones por redes sociales, tratan de condicionar la situación. No existe una ciencia más precisa que la amenaza y nada más sólido que el miedo. La estrategia elaborada por Washington para deponer el gobierno bolivariano, incluye tentativas de magnicidio y contempla varios ejes de presión: sanciones económicas y financieras impuestas por EEUU y la Unión Europea para crear un colapso

Junto a  la creación de la imagen de un poder dual, que genera incertidumbres jurídicas que se supone impactan directamente entre los militares, y la amenaza latente de una invasión. Esta presión coloca a los militares en la disyuntiva de decidir enfrentar o no una expedición extranjera, en la  apuesta a que ante ese dilema los oficiales escojan la opción de un golpe palaciego o que se produzca una fractura.

¿Se viene la guerra en la Cuenca del Pacífico?‎

Mientras el canciller venezolano Jorge Arreaza habla de un diálogo con EEUU (más precisamente con Elliot Abrams), donde hubo “profundas diferencias, pero también con preocupaciones compartías, algunos analistas aseguran que Washington está ‎reproduciendo el derrocamiento de un gobierno de izquierda, según el modelo de lo que ‎EEUU hizo contra el presidente chileno, Salvador Allende, en 1973 (hace casi 46 años), bajo la ‎administración de Richard Nixon. 

Otros, luego de ver las revelaciones de Max Blumenthal y Dan Cohen sobre el historial de Juan ‎Guaidó, personaje preparado por los think tanks de la Red Atlas, piensan, al contrario, que se trata de una ‎‎«revolución de color», como las que ya vimos en el este europeo bajo la presidencia de George W. Bush. ‎

La confirmación de los vínculos de Juan Guaidó con la National Endowment for ‎Democracy (NED) y con el equipo del estadounidense Gene Sharp hace pensar en una «revolución ‎de color», fracasada ya en Venezuela en 2007, hac12 años.

Tras los intentos permanentes desde 1959 de desestabilizar la Revolución Cubana, en los últimos años EEUU estuvo trabajando en la destrucción de Haití y Nicaragua.

La guerra plantada por Washington será  impuesta desde el exterior y su meta no es el derrocamiento de gobiernos u su reemplazo por administraciones neoliberales, sino empujar al involucramiento en la conflagración de los demás países de la cuenca caribeña. Para ello se necesita terminar con los símbolos (monumentos a Hugo Chávez), sin causar víctimas, la introducción de armas para organizar manifestaciones en la que ambos bandos se acusen de ser autor de las masacres.

Los verdugos se preocupan por lo humanitario

El actor y director de cine y televisión estadounidense Andy Robinson, anclado en Cúcuta a la espera de los acontecimientos, pregunta por qué ha dedicado John Bolton, el asesor de seguridad de Donald Tremp, el 74% de sus tuis  en la última semana a los derechos humanos y democráticos de los venezolano e instando a los militares a rebelarse contra Maduro.  Jamás defendió los derechos humanos

Pasa lo mismo, con el secretario de la OEA Luis Almagro. Hace ya años que Almagro muestra síntomas de incontinencia tuitera escribiendo dos o tres  mensajes al día condenando a Venezuela, sin mandato ni permiso de los países miembros del bloque panamericano, mientras invisibiliza las graves situaciones en Centroamérica, en Haití, en Colombia, para abocarse a su cruzada antichavista. .

Robinson añade que Marco Rubio, el senador por Florida, curtido en los métodos mafiosos  de la política cubana en Miami, ha dedicado el 55% de sus tuits a la defensa moral de los derechos humanos y la democracia en Venezuela (intercalando citas del Viejo Testamento).

Hasta Elliott Abrams, el verdugo de tantos miles de centroamericanos, puesto en eviencia la última semana por la congresista estadounidense Ijhan Omar, es un defensor apasionado de los abusos de derechos humanos. ¿Será que en plena crisis migratoria EEUU se convirtió por  milagro en un país humanitario al igual que varios gobiernos europeos?

Italia evitó la unanimidad en la Unión Europa para tomar decisiones contra Venezuela; ha hecho que 19 países de los 28 de la UE se expresen de manera unilateral (no en bloque) contra el gobierno venezolano, lo que originó un debate necesario, que condujo a la Cámara baja de Alemania (Bundestag) a producir un dictamen jurídico donde califica el desconocimiento del gobierno de Maduro como una violación al derecho internacional y al reconocimiento a Guaidó como injerencia en los asuntos internos de otro Estado.

En Gran Bretaña, el  exministro de asuntos exteriores William Hague tachó al líder laborista Jeremy Corbyn de “moralmente quebrado” por oponerse al plan de cambio de régimen urdido en Washington y por defender el derecho de Venezuela de defender su soberanía. Esto, mientras el gobierno de Theresa May vende armas a la teocracia genocida de Arabia. Saudí y hace largas y pomposas defensas de la soberanía británica frente a Europa.

Trump ya cuenta con que Bernie Sanders vaya a ser su rival en las elecciones de 2020, Sanders es socialista así que Venezuela empieza a ser un instrumento útil en la política nacional, dijo Tim Gill, sociólogo  la Universidad de Carolina del Norte.

Futurología

Para analistas europeos, a los que en general nada les interesa el futuro de Venezuela, la situación se les complica porque se ha internacionalizado, como paso en Siria, y los obligar a elegir entre Maduro, Trump, Putin, Xi, Erdogan, entre pocos otros

La solución europea es que se vaya Maduro. Pero ello significaría que con la excusa de la grave situación económica, se desmantelen mucho de los subsidios sociales, lo que a su vez despertará la protesta activa de los sectores populares, mientras China, Rusia, entre otros países, lucharán para conservar sus inversiones en los recursos naturales, que serán obviamente entregados a las trasnacionales estadounidenses.

Pero lo que más preocupa a los europeos proclives a una intervención es que la derecha venezolana carece de perfil propio, dado que sus acciones son dirigidas por factores externos que han emprendido una estrategia de agresión sistemática para quebrar y humillar.

No puede rearmarse un espacio de unidad en la desmantelada oposición política, máxime cuando Guaidó pertenece a un pequeño partido, activo en el terror callejero, pero que no ha tenido acceso al gobierno ni sabe cómo manejarlo. El país está fracturado social y políticamente. ¿Cuánto tiempo se necesitará para que se vuelva a integrar?

En lo económico, hay que tener en consideración que el petróleo tiene la historia en su contra, y el precio nunca volverá a los 100 dólares. Y en Venezuela hay carencia de industrias y otros elementos de industrialización contemporánea. No hay capitales para hacerlo.

En Moscú, el canciller ruso Serguei Lavrov acusó a EEUU de disimular una intervención militar en Venezuela con la resolución presentada al Consejo de Seguridad de la ONU para facilitar la llegada de ayuda humanitaria. “El Consejo de Seguridad jamás adoptará semejante decisión”, dijo Lavrov.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que no distribuirá la “ayuda humanitaria” de EE.UU. a Venezuela porque  esta iniciativa carece de todo carácter humanitario.

En los primeros días de esta semana se aceleran los mecanismos del terror mediático. Los halcones de  Washington se basan en la premisa de que no existe nada más sólido que el miedo.

Aram Aharonian
Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 



 

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