El domingo 27 de octubre del presente año se realizarán las elecciones regionales en Colombia que elegirán 1103 alcaldes municipales, 32 gobernadores departamentales, el alcalde de la ciudad de Bogotá, cerca de 500 diputados de las 32 asambleas departamentales y más de 11 mil concejales en los municipios del país. Las campañas formalmente se realizan con una antelación de tres meses, pero, de hecho ya ha comenzado con la nominación de precandidatos, conversaciones para los acuerdos y alianzas regionales y consultas ciudadanas para la escogencia de candidatos de coalición.

Nuevamente se confrontarán los bloques políticos de la derecha en sus vertientes principales que ya se encuentran en pleno despliegue de preacuerdos y dentro de los cuáles se destacan el Centro democrático del expresidente Álvaro Uribe que pretende ahora dar el salto a convertirse en un partido con arraigo regional que aún no tiene. Por ello su actividad se ha centrado en nominar precandidatos para la Alcaldía de Bogotá en la cual han anunciado la propuesta de conformación de una coalición que pretende mantener la alcaldía que ostenta Enrique Peñalosa, quizás el alcalde más desacertado e impopular que haya tenido la ciudad desde que se realizan elecciones populares que es desde el año de 1988. Peñalosa sin ser uribista si ha tenido el respaldo del uribismo en los largos tres años que lleva esta desastrosa administración. Recientemente el presidente Duque ha señalado que se siente muy cómodo con Peñalosa en la Alcaldía.

La propuesta de Uribe es tratar de repetir la fórmula con la cuál Duque conquistó la presidencia de la República primero buscar un candidato propio para concurrir a una consulta con los demás partidos de la derecha para garantizar un candidato único de esta vertiente política que le permita ser competitivo en las elecciones para la Alcaldía considerado el segundo cargo de mayor importancia política en el país.

El centro derecha buscará también un candidato de convergencia con la dificultad que tiene actualmente y es que no cuenta con figuras representativas en el seno del liberalismo y de Cambio Radical. Con la renuncia de Carlos Fernando Galán al partido Cambio Radical y de Juan Manuel Galán al partido Liberal, estas dos figuras, hijos del inmolado líder liberal Luis Carlos Galán, este espectro político no tiene por ahora figuras de peso que asuman este espectro político. Anuncian que buscarán tener candidatos propios.

En el centro izquierda las cosas aparecen un poco más claras pero aún persisten dudas sobre la concreción de una alianza que agrupe todo ese espectro político. Por lo pronto en el seno del Partido Alianza Verde que tuvo unos muy buenos resultados electorales en la primera vuelta presidencial se vislumbran dos candidaturas que deberán encontrar un mecanismo para la escogencia de su candidato que concurriría a una consulta con los restantes precandidatos de la izquierda. Antonio Navarro se encuentra en plena campaña electoral para buscar el respaldo del partido y suena también el nombre de Claudia López que aún no ha decidido si presenta su nombre para competir con Navarro. Lo que sí es claro es que el Partido Alianza Verde no quiere repetir la triste historia de las pasadas elecciones presidenciales en que mantuvo la candidatura de Sergio Fajardo y Claudia López hasta la primera vuelta sin aceptar concurrir a una consulta con la izquierda que tenía como candidato a Gustavo Petro. Como se sabe para la segunda vuelta un sector de esa coalición encabezados por Fajardo y Robledo decidieron votar en blanco mientras que Antanas Mockus y Claudia López respaldaron en segunda vuelta a Gustavo Petro. El Verde dice haber aprendido y coincide con la Colombia Humana de Petro, el Polo Democrático y otras fuerzas independientes en que no trabajar por una coalición del centro izquierda es un suicidio político como el que se cometió en las pasadas elecciones presidenciales. La unidad del centro izquierda es la garantía para presentar candidatos fuertes que compitan con posibilidades reales de ganar en varias regiones del país.

En las toldas de la Colombia Humana de Gustavo Petro las cosas aún no son claras en Bogotá. La precandidatura de Hollman Morris ha entrado en barrena por las denuncias de su esposa de maltrato intrafamiliar. Tanto el partido Mais que lo había apoyado y anunciado su aval para participar en la consulta del centro izquierda como el propio Petro le han pedido que evalúe la viabilidad de su candidatura con lo cual en este sector solo queda la precandidatura de Jorge Rojas uno de los líderes de Colombia Humana y ex secretario de Integración Social en la alcaldía de Gustavo Petro.

El Polo Democrático ha anunciado la candidatura del Concejal polista Celio Nieves que también concurriría a la consulta del centro izquierda prevista probablemente para el mes de mayo del presente año.

La única duda nuevamente es la que de forma confusa deja planteada en diversas entrevistas el excandidato Sergio Fajardo de Compromiso Ciudadano. El senador de este movimiento Iván Marulanda en entrevista en la Wradio fue claro al señalar que “No veo posible alianza entre Fajardo y Petro para las elecciones regionales”. El líder de Compromiso Ciudadano y el senador Petro “representan cosas muy distintas, en estos tiempos de polarización”. Esta entrevista del 28 de enero del presente año fue seguida de una intensa gira de medios por parte de Fajardo que insistió en de defender su voto en blanco en la segunda vuelta presidencial y no fue claro en si buscara coaliciones con la izquierda para las elecciones regionales. A la pregunta concreta de cuál es su estrategia para las elecciones se limitó a señalar que apoyará candidaturas regionales de acuerdo a las condiciones de cada región y que en Bogotá apoyará a quien resulte seleccionado en el Partido Verde bien sea Antonio Navarro o Claudia López. No obstante que no deja claro cuál  es su estrategia política en diversas regiones del país las candidaturas y el mecanismo de consulta para tener candidatos únicos se abre camino. En Santander por ejemplo Leonídas Gómez quien se presentará a la gobernación de este departamento con reales posibilidades de ganar las elecciones ha venido tejiendo acuerdos que garanticen la Unidad y lo propio viene sucediendo en el Valle del Cauca, Nariño y otras regiones del país.

Programas mínimos y candidatos únicos son exigencias para avanzar     

La descentralización que fue una bandera ligada a las fuerzas de la izquierda democrática en el país ha venido en retroceso por múltiples causas. Reformas fiscales que descentralizaron las finanzas públicas donde nuevamente el nivel central del gobierno maneja cerca del 80% de los recursos públicos, la violencia y la penetración del narcotráfico y la corrupción en las administraciones departamentales y municipales. Una reciente investigación de la Misión de Observación Electoral, MOE, señaló al respecto que en las elecciones regionales del año 2015, 485 donantes a campañas políticas recibieron contratos públicos de municipios y departamentos por valor de 169 mil millones de pesos. El valor de los contratos adjudicados es 39 veces el dinero donado a las campañas, el 65% de los contratos se hace usado modalidades que favorecen a un solo proponente, o como lo dijo claramente Alejandra Barrios, directora de la MOE “El 65% de los 2410 contratos otorgados a los financiadores de campañas fueron adjudicados a dedo, lo que fácilmente se podría interpretar como una retribución de la donación hecha en campaña. Solo el 34% restante fueron licitaciones públicas, subastas y concurso de méritos”.[i]

Todos estos factores han debilitado la descentralización que ha sido uno de los procesos más profundos en América latina. Es hora de levantar con fuerza las banderas de la descentralización y de la democracia local, pero para ello hay que refundarla sobre la base de una fuerte participación política de la ciudadanía y estas elecciones son una ocasión única para ello. El rechazo a los partidos y a la politiquería tradicional, los escándalos de corrupción de los niveles centrales del gobierno que comprometen a los principales partidos políticos del régimen, la recuperación de las finanzas públicas territoriales, los presupuestos participativos, la defensa del medio ambiente y del agua y en contra del extractivismo que busca ser profundizado por el gobierno de Duque y que está plasmado en su borrador de Plan de Desarrollo, la inversión social, todas éstas banderas así como la participación ciudadana deben ser los ejes de las propuestas del centro izquierda para las próximas elecciones, lo cual debe quedar plasmado en programas mínimos construidos con los ciudadanos y con el concurso de las fuerzas políticas y de las nuevas ciudadanías libres. Pero también la necesidad de candidatos únicos del centro izquierda escogidos mediante amplias consultas populares, este es el único camino cierto para avanzar.

Bogotá 31 de enero de 2019.                    

Pedro Santana Rodríguez

Director Revista Sur