Trump, elecciones y los USA que no conocemos

09/11/2018
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Las elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica del martes recién pasado han dado pie a miles de comentarios de periodistas, sociólogos o políticos y del público en general, en las llamadas redes sociales.

 

Para mí personalmente, cuando veo la imagen del Presidente en la televisión -especialmente en la conferencia de prensa en que descalificó al corresponsal de CNN Jim Costa-, distingo el rostro y la mirada de un supremacista blanco.

 

¿Eso es extraño? No, no lo es, es un tipo de rostro que se da mayoritariamente en los Estados de la Unión. Para nosotros resulta novedoso porque conocemos el país del cine, ese de Ginger Rogers o Clark Gable, de Elvis o de Louis Armstrong. USA dorada y “conquistadora”, pero en realidad ignoramos la realidad socio-cultural de esa nación.

 

Así como el fútbol es hoy para las grandes mayorías del mundo el más importante evento deportivo, haciendo que la disputa de la Copa Libertadores entre Boca y River sea un suceso mundial, en los EE. UU el béisbol ha sido el movilizador de las grandes mayorías de aficionados a los deportes. Nosotros, observadores lejanos, lo sabemos porque lo vemos en los noticieros deportivos.

 

¿Sabíamos que en el país que preside un supremacista, los negros –hasta 1970- no podían jugar en las Grandes Ligas?

 

La YMCA en Kansas City en el año 1920 fue la promotora de la Liga Nacional Negra, para que los afroamericanos pudieran practicar esta disciplina deportiva ya que tenían prohibido jugar en los equipos de los hombres de raza blanca.

 

Existieron varias Ligas Negras, pero poco se sabe de ellas y de grandes jugadores como Josh Gibson o Satchel Pavel discriminados de la Baseball Major League. La prensa blanca ignoró a estos jugadores durante toda su carrera y eran los pocos medios negros como el Chicago Defender o el Pittsburgh Courier, quienes los destacaban. Un articulista norteamericano dice "Mientras existía, el béisbol de la Liga Negra fue efectivamente ignorado por la sociedad en general…” como si no existiera. Sólo en los años 70 fue levantada la prohibición para que los negros jugaran en los equipos blancos y sólo en los años 90 algunos de esos negros de las ligas negras fueron admitidos en el Salón de la Fama. En 2006, 17 personas fueron incorporadas a Cooperstown, incluida la copropietaria de Newark Eagles, Effa Manley, una mujer blanca criada en una familia negra. 

 

¿Pueden extrañarnos las manifestaciones que hacen los deportistas durante las premiaciones?

 

Pero la supremacía blanca no sólo se ha materializado en el campo deportivo. En las Fuerzas Armadas del Tío Sam esto ha sido histórico. Desde la lejana Revolución Americana, la independentista, hasta la tan cercana Guerra de Corea la prohibición a negros, nativos y otros grupos étnicos fueron una forma tradicional en las FF AA, especialmente el ejército, hasta que la Orden Ejecutiva 9981 de 1948 terminó con ella, oficialmente.

 

Durante la II Guerra Mundial, fueron los norteamericanos de origen japonés. El coronel Karl Bendetsen, que dirigía la operación de los "Relocation Camps", declaró: "Si tienen una sola gota de sangre japonesa irán a los campos de concentración. Esa es mi determinación".

 

No mencionaré a los indígenas, que desde el cine ya nos mostraban como malvados que se llevaban el “cuero cabelludo” de los buenitos conquistadores blancos. Ni tampoco a los “delincuentes” mejicanos –según el “rubio” Presidente-, que hoy son su blanco predilecto.

 

Baste decir que la realidad del gran país del Norte esta dividida casi en dos mitades y que los supremacistas blancos nunca han cedido su terreno y hoy tienen Presidente.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/196437?language=en
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