La influencia del fascismo en el Partido Conservador y sus jefes Laureano Gómez y Gilberto Álzate A. (III)
- Análisis
Algunos piensan que el fascismo es cosa de los años recientes en Colombia. Su presencia política en nuestra nación ya casi completa 100 años y su arraigo es bastante profundo en la cultura de las elites terratenientes, financieras y políticas. La violencia contrainsurgente aupada desde el Estado y promovida por el gobierno Norteamericano desde la feroz violencia de los años 50 del siglo 20; el Estatuto de Seguridad turbayista con todas sus bestialidades y acciones irracionales en materia de derechos humanos; el exterminio de la UP; la formación y consolidación en masa de los grupos paramilitares; la estrategia de seguridad democrática con sus “falsos positivos” y masacres sistemáticas que provocaron el desplazamiento de 8 millones de campesinos; la estrategia fementida de paz del señor Santos, con su exterminio de líderes sociales y excombatientes de las Farc; y la nueva variante pop del uribismo con la Presidencia de Duque, que ha dado continuidad al genocidio de los dirigentes populares y ex integrantes de las Farc, son las diversas caras del nazi fascismo colombiano, que presenta variantes y prolongaciones en la esfera conservadora del campo político, incluyendo obviamente la jerarquía de la iglesia, comprometida igualmente con esa corriente política despótica y totalitaria.
En este tercer texto sobre el fascismo en Colombia queremos abordar la influencia del fascismo y el falangismo hispánico en dos importantes figuras del Partido Conservador. Me refiero a Laureano Gómez (hechura de los jesuitas), el artífice de la peor violencia del siglo XX en Colombia, la de los años 50 y su medio millón de cadáveres; y me refiero a Gilberto Álzate Avendaño, el “Duce de Manizales” y a su cercano grupo de copartidarios entre quienes figuraban Fernando Londoño y Londoño (padre del actual cruzado nazifascista uribista, Fernando Londoño, el retórico grecoquimbaya que incendia, desde emisoras capitalinas, el ámbito político nacional, con arengas enloquecidas de corte oscurantista) y Joaquín Estrada Monsalve.
En la próxima entrega veremos el papel de la jerarquía católica en la promoción del nazi fascismo en Colombia.
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Horacio Duque
Licenciado en Ciencias Sociales e Historia de la Universidad del Quindío (Armenia, Colombia); autor de varios libros y artículos sobre historia y política colombiana.
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