Mar territorial y ocupación extranjera

07/08/2018
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Panamá no tiene ejército y, por ende, tampoco un servicio de guardacostas que custodie nuestros mares territoriales.

 

Aquellos polvos traen estos lodos. La Cancillería lo ha explicado: el Proyecto de Ley No. 637 fija las líneas de base para la medición de la anchura del mar territorial de Panamá de acuerdo con la Convención del Derecho del Mar, aprobada por 167 países, incluidos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, salvo Estados Unidos.

 

Sin embargo, lo fundamental no despierta sospechas y se soslaya. Expliquemos.

 

Los mares territoriales de Panamá en el Caribe y el Pacífico son enlazados por un río nacional (Chagres) para convertirse en el Canal interoceánico, fluvial y no marítimo. Esta condición, única en el mundo, hace de nuestros mares territoriales y del río Chagres el espacio más importante de nuestro territorio.

 

Panamá no tiene ejército y, por ende, tampoco un servicio de guardacostas que custodie nuestros mares territoriales.

 

Preguntemos si en ese espacio, que atraviesa la plataforma terrestre, las aguas interiores, la Zona Contigua, la Zona Económica Exclusiva y la Plataforma Continental, se respeta la Convención o el Derecho Internacional. Mi respuesta es ¡no!

 

Durante la invasión de EE.UU., Panamá fue ocupada desde el 20 de diciembre de 1989 hasta 1993, y en ese lapso carecíamos de capacidad para contratar, porque, estando sometidos, no podíamos expresar libremente nuestro consentimiento, requisito indispensable de todo tratado. Los tratados solo son entre Estados, y Panamá dejó de serlo durante la ocupación.

 

EE.UU. destruyó nuestra independencia y nos impuso un régimen ilegítimo, cuyas elecciones en 1989 habían sido anuladas legalmente por sobradas razones. Agentes confesos de la inteligencia de EE.UU. fueron capturados por intervenir en el torneo, mientras que el presidente G. W. Bush donaba públicamente diez millones de dólares a la Oposición (ADO civilista), encabezada por Endara, Arias Calderón y Ford.

 

Muchas fueron las razones, además de las sanciones, tras la invasión: destruyó nuestra autodeterminación; restauró en el poder a los aliados de EE.UU.; desmanteló (como en 1904) las Fuerzas de Defensa de Panamá (enero de 1990) para que Panamá no pudiese cumplir con el Tratado de Neutralidad y dejase esa prerrogativa en manos de Washington; impidió que Panamá negociase un Canal con Japón; frenó el desarrollo; desfiguró los Tratados y retuvo los pagos del Canal; evitó que el primer administrador panameño del Canal (José Gabriel Altamirano Duque) tomase posesión el 1 de enero de 1990 (https://www.telesurtv.net/news/El-verdadero-objetivo-de-EE.UU.-para-invadir-a-Panama-20170411-0021.html ).

 

EE.UU. reconquistó a Panamá y remilitarizó el Canal, arrogándose el derecho de introducir fuerzas extranjeras, incluida la OTAN, tales como las Maniobras PANAMAX (2003 hasta 2018), en violación del régimen de Neutralidad.

 

La reapropiación de Panamá fue posible mediante tratados desde la Ocupación (1990-1993) hasta la presidencia de Mireya Moscoso (1999-2004), quien intentó involucrarnos en el Plan Colombia. Si bien es la principal responsable, cómplices fueron todos los partidos que aprobaron los Fundamentos para la Política de Panamá en Seguridad (FPPS), diseñados por agentes del Pentágono en Isla Contadora (1999), como condición para el traspaso del Canal al año siguiente y como venganza por la expulsión en 1984 de la Escuela de las Américas.

 

Todo lo que pidió EE.UU., verbigracia, el Centro Multinacional Antidrogas (CMA), rechazado por el pueblo, se les concedió. Los FPPS fueron su venganza.

 

Para hacer luz sobre este humillante período de nuestra historia, solo enunciaré los acuerdos o tratados que lo hicieron posible:

 

1. Acuerdo Arias Calderón - Hinton, de marzo de 1991, sobre patrullaje marítimo bilateral. Nulo desde su cuna.

 

2. Acuerdo Alemán Healy - Becker, de 19 y 26 de diciembre de 2001, que autoriza la presencia de 16 agencias federales, lideradas por Departamento de Estado, Departamento de Defensa y Servicio de Guardacostas.

 

3. Arreglo Complementario Salas - Becker, de febrero 5 de 2002, pilar de la neocolonización. Nulo por ser extensión del Acuerdo Arias Calderón - Hinton.

 

4. Acuerdo Alemán Zubieta - Becker, de abril 1 de 2002, suscrito únicamente en inglés. Nulo por falta de competencia (Autoridad del Canal de Panamá) para suscribir tratados.

 

5. Acuerdo Escalona - Bolton, de mayo 12 de 2004, que permite abordar barcos panameños en alta mar y en la vía acuática en violación de la Convención del Derecho del Mar.

 

6. Tratado Arias - Watt, de 2004, por el cual Panamá se comprometió bajo ultimátum a no enjuiciar a funcionarios de EE.UU. por crímenes de guerra.

 

Los primeros cinco tratados jamás llegaron a la Asamblea Legislativa, son inconstitucionales y violan el Derecho de Tratados. El sexto es nulo de raíz.

 

Invito a debatir sobre este tema, para lo cual solicito respetuosamente al presidente Juan Carlos Varela divulgar los acuerdos citados.

 

Julio Yao Villalaz es analista internacional y ex asesor de política exterior.

https://www.alainet.org/es/articulo/194575?language=en
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