Feminazi: cuál es la estrategia

23/07/2018
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En el intento de opacar, tergiversar y anular las reivindicaciones de las mujeres se ha acuñado el término feminazi, con el propósito de desmovilizarlas a través de crear una opinión extremista sobre la lucha feminista.

 

Si hace 100 años cuando las mujeres emprendieron su lucha por acceso a la educación y a participar en elecciones, y como consecuencia de ello fueron perseguidas, burladas, agredidas; hoy se repite la historia cuando las actuales mujeres deciden ir mucho más allá de lo conseguido y quieren un mayor nivel de horizontalidad entre el varón y la mujer. Son los mismos sectores fundamentalistas conservadores de antaño y de hogaño los que se han lanzado en picada para detener la ampliación de más derechos.

 

En ese propósito las comparan con los nazis, tratando con ello de crear una animadversión al movimiento feminista en general, a partir de lo que fue el nazismo hitleriano. Pero lo cierto, es que fue al revés, los nazis persiguieron al feminismo y declararon al aborto como un crimen de estado; como consecuencia muchas mujeres fueron encarceladas y otras feministas tuvieron que huir. El término feminazi fue acuñado en 1996 por un miembro del partido republicano (derecha) de EEUU que se oponía al aborto.

 

Entonces, éste no es un término más o una mofa, sino que es parte de una clara estrategia para perpetuar el sistema de sumisión de las mujeres y de las feminidades, y si es posible de revertir ciertos derechos alcanzados. Pero no es solo contra las mujeres en particular, sino contra todos aquellos que se oponen al sistema que sustenta distintas formas hegemónicas. Si las mujeres logran más derechos, no solo que se pone en cuestionamiento el sistema patriarcal sino, todo el sistema de dominación de la naturaleza por el extractivismo, el sistema de dominación económica por el capitalismo, el sistema de dominación cultural por el colonialismo, el sistema de dominación espiritual por las religiones dogmáticas, etc.

 

Por ello, no es casual que confluyen en esta contra-campaña los grupos empresariales retardatarios, el fundamentalismo de la iglesia católica y de los cristianos en general, las damas de sociedad y de alcurnia, la derecha política, los fanáticos conservadores, etc. En definitiva, todos los sectores extremistas, sectarios, hegemonistas, fascistas, en otras palabras, la visión supremacista y superiorista. Es decir, todos ellos confluyen en posiciones nazis, a igual que los nazis alemanes que odiaban a los judíos, homosexuales, gitanos, mujeres, negros, asiáticos, etc. Y eso se repite en nuestros días con los neo-nazis en todo el mundo, aunque aparentemente quieran aparecer como anti-nazis. Esa es la estrategia.

 

Por lo tanto, el verdadero sentido de la palabra feminazi, hace referencia a aquella persona, hombre o mujer, fundamentalista y violenta que se opone a los derechos de las mujeres y de todo lo femenino: la naturaleza, las emociones, la sexualidad, la intuición, las etnias, la espiritualidad, etc. En ese propósito, los feminazis o nazis que odian lo femenino, siguen las mismas tácticas goebbelianas (jefe de propaganda nazi), siendo capaces de enviar información tergiversada, mutilar partes de entrevistas y sacarlas de contexto, desinformar con miedos falsos, utilizar a dios y satanás a su conveniencia, etc.

 

Todo ello, con el ánimo de crear una opinión deformada que confunda a la población. Así por ejemplo, se distorsiona el verdadero sentido de conceptos como "la teoría de género", "nuevas masculinidades", "cambio de roles", etc.; procediendo a resignificarlos a través de conceptos totalmente contrarios a las verdaderas intenciones o aprovechándose de casos extremos para ponerlos como referentes. Las "nuevas masculinidades" hacen referencia a formas para salir del machismo como causa de la violencia contra las mujeres y asumir una masculinidad sana y equilibrada, pero los feminazis proceden a hacer referencia a homosexualidades o afeminamientos.

 

Obviamente, que hay distintos tipos de feminismos y hay mujeres que son el otro lado del machismo, o que responden a sus reivindicaciones con lógicas, patriarcales, racistas, hegemónicas, oportunistas, violentas, etc. Por lo que no son el referente o el modelo de un feminismo profundo, sino que son distorsiones del mismo machismo u otras facetas del machismo, pero empujadas por ciertas mujeres. Siendo justamente de esto que se aprovechan los feminazis, para generalizar y manchar a todo el feminismo. Es una táctica vieja del fascismo, del nazismo, del sionismo, del estalinismo y de toda forma extremista, en que utilizan a los extremistas del otro lado para confundir a las mayorías; lo que significa que estos extremismos son los dos lados de la misma moneda.

 

También debemos reflexionar en que antes las mujeres no tenían derecho a heredar y tenían que estar bajo la tutela del marido al no tener un sustento económico, y hoy algunas mujeres y hombres que tienen posibilidades económicas se despreocupan de la crianza de sus hijos y dejan que los eduquen las empleadas domésticas (que generalmente son mujeres pobres) o que se formen en las guarderías, todo lo cual no está aportando a un equilibrio sino que se está deformando la familia. Es decir, antes había una familia patriarcal de tipo excluyente y represivo, y ahora a pretexto de combatir el patriarcalismo, se está produciendo una sociedad desorientada psicológicamente y carente emocionalmente. Eso significa, que solo se está haciendo algo a la inversa, que no es una otra familia ni un otro mundo lo que se está construyendo sino más de lo mismo pero en otra expresión.

 

Y así entre los homosexuales, en que algunos caen en un sexualismo aberrante, lo cual es manipulado por los feminazis para deformar toda la lucha gltbi; por lo que a esa gente con algún trastorno hay que verlo en esa condición y no justificar todo bajo el argumento de que son diferentes expresiones sexuales. O entre las pro-aborto, las que argumentan que son libres y tienen el derecho de hacer lo que deseen con su cuerpo y pueden abortar uno tras de otro, sino, que esto del aborto es una situación extrema y muy especial la que debe darse, en la que por descuido o falta de precaución se quedaron embarazadas cuando no lo querían y deciden tomar esa decisión fuerte. Etc., etc.

 

Es decir, hay extremos y extremos, y no por ser abiertos y cambiantes, hay que aceptar todo. Hay que buscar un equilibrio y armonía, caso contrario, los feminazis se aprovecharán de aquello para imponer su fundamentalismo.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/194263
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