Nicaragua es y será sandinista, y no hay tu tía

28/05/2018
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Los sucesos de Nicaragua no sólo conmueven al mundo sino a muchos nuestroamericanos, en particular a los ‘progresistas’ o de izquierda. Muchos compañeros y compañeras de otros tiempos y latitudes se asombran de lo que sucede, y aún justifican, con argumentos superficialmente lógicos, las insurrecciones y destrozos de los enemigos ‘del gobierno’.

 

Según mi parecer, y para que se comprenda mejor lo que sucede allí, daré algunos elementos que permitan un mejor análisis de situación:

 

En marzo de 1995, quien esto escribe y cuando cundía el asombro y la desesperanza de millones de militantes y simpatizantes del socialismo en el mundo ante la ‘autodisolución’ de la URSS y los países del este europeo, sostenía en un fragmento de un trabajo mecanografiado titulado ‘Documento Base’: “De acuerdo a mi hipótesis, las nuevas formas de confrontación del poder soviético con el mundo capitalista a nivel mundial, se enmarcarían en: (…)- Tomar la iniciativa en cuanto a privar al enemigo de su oponente, de acuerdo al principio de que ‘vencerá sólo el que se decida a atacar’, entendiendo por esto cambiar las reglas de juego y modificar el teatro de operaciones, utilizando las mismas armas que el enemigo- económico financieras- para producir su desgaste progresivo y dejarlo exhausto, teniendo en cuenta el principio de ‘llevar la guerra hasta el territorio del enemigo’, que no es ni más ni menos que el mercado mundial capitalista”. Este principio, esgrimido por mí en relación con la lectura del mariscal soviético V. Socolovsky, en su volumen ‘Estrategia Militar’, se cumplió y se cumple hasta la fecha; y también es llevado a cabo por la República Popular China.

 

Sin embargo, el cambio de táctica de estos ‘grandes’, sobre todo de la URSS, dejó a infinidad de países con gobiernos socialistas y antiimperialistas a la ‘buena de dios’. Uno de ellos fue la Nicaragua Sandinista que- al igual que Guatemala, El Salvador, y otros- debió capear el temporal ante su huerfanía mundial y cambiar sus tácticas en cuanto a enfrentar al enemigo imperialista en su denominado ‘patio trasero’. Las elecciones de 1989 en Nicaragua, de la cual salió triunfante la candidata de los yanquis y contrarrevolucionarios, Violeta B. de Chamorro, tuvieron su correlato en los Acuerdos de Paz firmados por el FMLN y la URNG en El Salvador y Guatemala respectivamente, con los otrora genocidas, contrarrevolucionarios y esbirros del imperialismo en esos países.

 

¿Que hizo el FSLN frente a esta debacle en el que lo colocó el esfumarse de su/s aliado/s en el campo internacional? Luego de perdidas las elecciones del 89, se replegó sobre sus fuerzas y tejió, hasta el momento de su nuevo advenimiento al gobierno, alianzas con personajes e instituciones non sanctos similares a Yeltsin y sus compinches en la ‘nueva Rusia’, que le permitieron ganar tiempo y replegarse más o menos ordenadamente a fin de reacumular fuerzas para ‘tiempos mejores’.

 

El FSLN se replegó, cabe destacarlo, no solo en las masas, sino en sus elementos de poder:- las Fuerzas Armadas Sandinistas, que aunque al igual que el Ejército Rojo cambiaron de nombre pero no de tradiciones ni ideología; - la Policía Sandinista y la Seguridad del Estado, que siguieron bajo la dirección del sandinismo aun cuando cambiaron de nombre y supuestos nuevos objetivos; - el elemento material- activos y dinero en sus distintas formas- que hasta ahora le permitieron al nuevo gobierno sandinista triunfante en el 2008 seguir más o menos indemne a los nuevos tsunamis económico-financieros del imperialismo en su forma ‘legal’ e ‘ilegal’ (léase influencia del narco-DEA, etc.). En esta nueva etapa que culminó/reinició en el 2008, según opino, antiguos comandantes sandinistas se hicieron ‘empresarios’, en el marco de realizar una ‘acumulación originaria’ que permitiera, una vez regresado el sandinismo al gobierno, gobernar sin mayores sobresaltos.

 

O sea, el FSLN siguió el camino de Rusia y China en cuanto a tomar las armas del enemigo para ponerlas a su favor. Pero Nicaragua no es Rusia ni China. Su población es pequeña, sus recursos para hacer frente a la embestida imperial, escasos; su situación geográfica la hace formar parte del primer tramo- México y América Central- del imperialismo en cuanto a su pretendido ‘patio trasero’. En fin…la nueva táctica, que como dijimos incluyó acuerdos con lo más corrupto de la burguesía cipaya nicaragüense, con empresarios ‘nacionales’, etc., no sólo no fue comprendida por muchos compañeros y compañeras sino que implicó la desmoralización de muchos cuadros y jefes de la Revolución Popular Sandinista, la cual vivimos muchos de nosotros en su plenitud, dignidad, arrojo, valentía popular y coherencia ideológica.

 

Cambios y retrocesos

 

En este marco general de repliegue, reacumulación de fuerzas y nuevas ‘tácticas’ que parecieron calcar la de la ex URSS en cuanto a su ‘vuelta al capitalismo’, aparecieron elementos que, a mi entender, no sirvieron de nada a la reacumulación de fuerzas, y sí permitieron que muchos militantes, cuadros y dirigentes sandinistas históricos descreyeran y se enfrentaran al liderazgo de Daniel Ortega Saavedra, verdadero cuadro de la Revolución y arquitecto de la nueva ‘táctica’. Algunos de ellos…

 

- El cambio de la bandera rojinegra por un estandarte de color fucsia, que no sólo no significaba absolutamente nada en cuanto al sandinismo en su conjunto histórico y actual, sino minaba el mito fundacional de la rebeldía nicaragüense frente al imperialismo. A la par de este ‘cambio’, que no convencía a adversarios y tampoco agradaba a la fuerza propia, aparecieron personajes que, en nombre de la nueva situación y desde un supuesto sandinismo, se empeñaban en negar la existencia del imperialismo- uno de ellos, a quien no nombraré por discreción, adversario de Daniel Ortega en cuanto a las nuevas elecciones al interior del FSLN para designar el candidato a elecciones generales, llegó a sostener, en un reportaje que le hice en Managua en el 2001, que ‘el imperialismo era un término de la guerra fría, y había terminado con ella’ y otras obtusidades que no repetiré aquí para no aburrir.

 

- El alineamiento del gobierno- que se incluyó en la nueva táctica a imitar de Rusia y otros- con exponentes de la religión mayoritaria en el país- la Iglesia católica- y el consiguiente llamado al ‘amor’ como motivador del camino a seguir por el sandinismo, echando por tierra la mística de combate sandinista a lo largo de la historia- no concluida todavía- contra los mismos enemigos de ayer y de hoy: el imperialismo norteamericano y sus agentes políticos, sociales, culturales y de otro tipo abiertos o clandestinizados en fundaciones y otros elementos de penetración imperial.

 

- La ‘descalificación’ desde adentro del mismo círculo de poder sandinista actual de la figura del Comandante Daniel Ortega Saavedra como símbolo aglutinador y polea de transmisión entre el pasado y el presente del FSLN y el sandinismo como corriente revolucionaria antiimperialista y socialista. Esta ‘descalificación’ también incluyó, aunque desde distintas perspectivas, el aislarlo de hombres y mujeres de la ‘vieja guardia’ sandinista y revolucionaria, lo que permitió la incorporación de advenedizos, de buena o mala fe, que no mamaron la mística sandinista o dejaron hacer y pasar con el fin de no quedar relegados, etc. Una anécdota personal refrenda lo dicho aquí: fui en julio del 2015 invitado a Nicaragua a conmemorar el 36 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista. Ya en el palco, y grabando desde mi aparato los distintos discursos que se emitían por el altoparlante, me dispuse a grabar el discurso del Comandante Daniel Ortega Saavedra. Cuando comenzó a hablar, un tema musical de campaña, que impedía escuchar sus palabras, se pasó durante toda su alocución. Al no poder grabar el discurso del Comandante debido a la música y el canto monótono del tema- puesto que en mi país, Argentina, lo debía reproducir en un programa que organizaba con la Embajada de Nicaragua Libre en una radio local- me arreché y me quejé a algunos de los que se hallaban organizando el acto. ‘Ahorita es así’ me contestaron, y punto. También me quejé a un compañero que se hallaba a cargo de las relaciones internacionales del FSLN. ‘Yo tampoco estoy de acuerdo con eso’ me respondió- ‘pero…’.

 

Las nuevas tácticas de alianzas y acuerdos con personajes e instituciones no confiables y aún proimperialistas y contrarrevolucionarias, la ‘corrida’ de viejos cuadros y dirigentes sandinistas del gobierno y la descalificación de Daniel Ortega Saavedra como UNICO representante histórico y actual del sandinismo forman parte, junto a otras cosas, del cóctel explosivo que se lanzó el 19 de abril y persiste aún hoy en su accionar de ‘sacar del gobierno a Daniel Ortega’. Única garantía, en lo que a mí respecta, en cuanto proseguir el derrotero sandinista, aún con sus idas y vueltas, cuellos de botella y angostos desfiladeros, retrocesos y avances, hacia una Nicaragua Libre y Rojinegra, en el marco de una Centroamérica Libre.

 

El peligro de su reemplazo está latente. Es obra de los revolucionarios sandinistas comprender la jugada envenenada, hacer de tripas corazón frente a hechos y actitudes que indignan, y entender que el imperialismo ve en Daniel Ortega al líder que, fuera de juego, daría paso a una verdadera contrarrevolución en Nicaragua plasmada por la CIA, la DEA, los empresarios cipayos y otras lacras reales auspiciadas y financiadas por el imperialismo.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/193146
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