Principales exportadores de carne paraguaya son frigoríficos de capital brasileño.

Días atrás se hacía público un supuesto caso de contrabando o triangulación de carne que involucra al Frigorífico Concepción. La empresa de capital brasileño habría introducido irregularmente al país al menos tres toneladas de carne brasileña para ser industrializada en suelo paraguayo y luego re-exportarla. Esta crisis nos lleva a revisar la dimensión ganadera del modelo agroexportador y las consecuencias de la misma.

En Paraguay existen cerca de 14 millones de cabezas de ganado, 93% del hato ganadero está destinado a la producción cárnica. Solo 3% de los grandes propietarios concentran más del 60% de la cantidad total de ganado existente en el país. Al igual que la agricultura empresarial, la ganadería intensiva también deriva en mayor concentración de la riqueza en pocas manos, efectos negativos sobre el medioambiente y exclusión de los pequeños productores.

El Frigorífico Concepción, envuelto en el reciente escándalo, es uno de los tres frigoríficos que entre los años 2010 y 2015 han controlado más del 50% de la exportación total de carne, junto a los frigoríficos Bertin y Frigomerc; en los últimos años se sumó también el Frigorífico JBS, todos ellos de capital brasileño.

Si bien el hato ganadero a nivel nacional ha crecido enormemente, alrededor del 46%, el consumo interno de carne ha mantenido una caída en picada desde mediados de la década del 90. En 1997 más del 30% del ganado faenado en el país se destinaba al consumo interno, mientras que en el año 2015 sólo 0,3% de los 1.996.498 animales faenados fue destinado al consumo de las familias paraguayas, todo el resto fue destinado a la exportación.

“Una de las principales justificaciones al poner en la balanza la producción ganadera al lado del impacto ambiental por su crecimiento expansivo, es la supuesta generación de puestos de trabajo, principalmente en los Departamentos de la zona norteña, la más relegada del país, con mayores índices de pobreza y alta tasa de emigración que además está caracterizada por la violencia de grupos armados legales (la Fuerza de Tarea Conjunta -FTC) e ilegales. Sin embargo, esa generación de trabajo representa cifras ínfimas en contraste con el desempleo, y es un tipo de trabajo precarizado que requiere baja formación, tiene poca estabilidad y no garantiza los derechos laborales básicos como la organización gremial y sindical” señala parte de un estudio realizado por las investigadoras Ana Portillo y Claudia Ávila, publicado en el libro Con la Soja al Cuello 2017.

En relación al mencionado caso de supuesto ingreso irregular de carne por parte del Frigorífico Concepción, el Vicepresidente de la Asociación Rural del Paraguay Manuel Riera señalaba que el hecho podría tener graves consecuencias para todos los sectores de la cadena de producción cárnica. “Es muy grave, porque pone en riesgo el esfuerzo compartido de todos los productores del país y, en alguna medida, importante, de toda la cadena de valor de la carne”, señaló Riera a Abc Color, explicando que “el volumen anual exportado por Frigorífico Concepción a Rusia supera el 50% del total de su producción o capacidad exportable”, lo que a su vez indica la importancia que tiene esta compañía a nivel de las exportaciones generales del sector cárnico del país. Esto demuestra el riesgo existente en dejar en manos privadas uno de los principales rubros de producción nacional que funciona prácticamente sin ningún tipo de control en toda la cadena productiva.

Las consecuencias medioambientales

El artículo mencionado señala también que las consecuencias medioambientales de la producción ganadera intensiva que se realiza en nuestro país, son enormes.

Como primer punto destaca “el aumento sideral de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente por la fermentación entérica producida por la cría de bovinos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en los últimos 24 años (1990-2014) Paraguay duplicó la cantidad de emisiones de CO2 y la mayoría de éstas son resultado de la producción ganadera”

Otra consecuencia es el aumento de la deforestación. En ese sentido el informe señala que “El aumento de la capacidad de faena del mercado de los frigoríficos en Paraguay por parte de la inversión de capital extranjero, y la necesidad de cumplir con una demanda del mercado internacional, derivan por ejemplo en la actual deforestación del Chaco para la explotación ganadera”

Por último el informe destaca que “un tercio de la proporción de agua utilizada en la producción agropecuaria corresponde al ganado; se requieren 15.500 litros de agua para producir un solo kilo de carne bovina, calculando la cantidad de kilos de carne de animales faenados para exportación en el año 2016 (466.807.515) por la cantidad de agua necesaria para producir 1 kg, sólo en el 2016 la ganadería utilizó alrededor de 7.235.516.482.500 (siete billones doscientos treinta y cinco mil quinientos dieciséis millones cuatrocientos ochenta y dos mil quinientos litros de agua) o el equivalente al agua necesaria para llenar aproximadamente 2.900.000 piscinas olímpicas”.

Fuente: Base Investigaciones Sociales (Base Is)