"…denunciar las violaciones contra la dignidad humana
y los derechos humanos para sacar a la luz  los intentos
de justificar todas las formas de odio
en nombre de la religión y para condenarlas
como la falsificación idólatra de Dios".
Papa Francisco

La reciente publicación con bastantes “precisiones sobre el “guía espiritual” de uno de los actuales candidatos a la Presidencia en esta segunda ronda electoral, ha arrojado suficiente luz para entender mejor esta atípica campaña electoral en que se ha mezclado lo político con lo religioso. Irrumpen en el escenario nombres, colores y banderas de un Partido político en espacios y cultos de una denominación religiosa con la vista gorda de las autoridades encargadas de hacer respetar las reglas electorales apegadas a lo que la Constitución Política ordena.

Sin entrar a valorar lo que se conoce cómo proyecto  trasnacional neo- pentecostal, con claros propósitos políticos y de amplia presencia en otros países, creemos que la mencionada publicación ha hecho mella en el candidato que trata de eludir se mencione a su mentor y padre espiritual; el que lo ha acompañado de manera beligerante en sus aspiraciones políticas, al que no hace mucho llevó a la Asamblea Legislativa para fotografiarse  juntos,  con varios padres de la Patria y  con el propio Presidente de la República pero que ahora afirma solo es  “su pastor”.  

Un pastor que se autodenomina profeta, ungido de Dios, y apóstol que proclama autoridad espiritual sobre su candidatura presidencial. El que echando mano a sus poderes sobrenaturales le ordenó al Planeta Tierra que detenga las catástrofes naturales, el que en parte de su prédica nos ilustra (sic) “... la Virgen de los Ángeles, La Basílica y las Cruces católicas responden a Satán, a la idolatría y a los planes ocultistas”. Su pupilo el candidato ha afirmado que no conocía ni había leído algo así de su mentor y guía espiritual que le acompaña. ¿Habrá que creerle?

En estos últimos días, previos a la consulta en las urnas, percibimos que viene creciendo  el número de  costarricenses que ven con ojos críticos y honda preocupación este drama con visos de comedia y a quiénes  manipulan con fines políticos  los sentimientos religiosos de un pueblo noble pero incauto que con justa razón muestra su malestar con  este y anteriores gobiernos, sin percatarse que se lo está conduciendo a  una trampa tendida por oportunistas que cantan en "lenguas" (rama she, rama she) se desmayan en públicas ceremonias, tienen  esposas que hacen sanaciones milagrosas y cuentan con un mentor y guía espiritual que negocia con la Fe, defiende el diezmo adelantado, e irrespeta  otras creencias, valoraciones o formas de pensar. ¿Simples charlatanes, farsantes y estafadores o instruidos mercaderes  al servicio  de un proyecto trasnacional que busca imponer modelos y ampliar dominios? ¿O ambas cosas?

Un proverbio árabe dice: “La mentira no triunfa sino la primera vez”. Vendrá el momento en que tendrá que señalarse a los responsables de esta  mentira surgida de complicidades que provocaron esta peligrosa  confrontación entre costarricenses  debido a una  monotemática impuesta  por dos minoritarios grupos aferrados a sus propias verdades e intentando  marginar los grandes temas que son de interés para el bien común. ¡Que Dios Proteja a Costa Rica