Todo empezó con la presentación de un programa mínimo de acción, que la Confederación Revolucionaria de Obreros de México, CROM, dio a conocer en el Teatro Díaz de León de la ciudad de México, del 10 al 13 de marzo de 1933.

Los obreros tomaron como principio que el Estado era el responsable de las situaciones o condiciones materiales por las que pasaba la clase trabajadora, entonces decidieron presentarle al Estado con carácter de urgente los siguientes puntos:

1. Prohibición para el capital extranjero de adueñarse de la tierra, del petróleo, del carbón de piedra, de las minas de hierro, de la energía eléctrica, de los ferrocarriles y de todos los transportes, de los telégrafos, de los teléfonos y de los medios en general de comunicación, o de controlar, mediante monopolios o concesiones privilegiadas, esos instrumentos fundamentales de la economía del país.

2. Intervención del Estado en los diversos aspectos de la producción económica, estableciendo bases, límites y responsabilidades para los productores, comerciantes y banqueros, en sus actividades, obligándolos a servir exclusivamente los intereses económicos de la masa del pueblo.

3. Obligación de invertir las utilidades permitidas del capital, en los mismos o en nuevos centros de producción, dentro del territorio nacional, de acuerdo con un programa general, económico que se proponga el fomento de las industrias ventajosas y la supresión de aquellas que no produzcan beneficios positivos para las masas.

4. Intervención directa de la clase trabajadora organizada en la dirección de la economía nacional.

5. Organización de la producción agrícola por cooperativas de campesinos, hasta la desaparición del régimen de peón asalariado y de aparcero.

6. Organización de los transportes por cooperativas de obreros, mediante la intervención y vigilancia del Estado.

7. Organización paulatina de cooperativas de producción industrial, integradas por obreros.

8. Simplificación del régimen popular representativo, garantizando la presencia proporcional y constante en el congreso, de delegados auténticos de la clase trabajadora organizada.

(Este breve programa fue signado por el secretario general de la CROM, Vicente Lombardo Toledano).

ACTAS LEVANTADAS

Después inicia del 27 de agosto al 20 de septiembre de 1937 una serie de audiencias por las Actas que levantaron los trabajadores en el Grupo Especial Núm. 7 de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, con las asistencias de comisiones de los trabajadores, del Estado y de las empresas extranjeras. En uso de la palabra el licenciado Vicente Lombardo Toledano, presentó un escrito firmado por representantes legales del Sindicato, en este se especificaban las pruebas consistentes en:

1. “Las constancias de los autos;

2. El expediente de la huelga;

3. El proyecto del Sindicato para el contrato general;

4. El informe y el dictamen de los Peritos Oficiales”;

Documental:

1. “Estatutos del Sindicato;

2. Diversos contratos colectivos de trabajo en vigor, relacionados con la industria petrolera, y especialmente ciertas cláusulas de los mismos contratos;

3. Tres convenios relativos al pago de salarios en caso de enfermedades no profesionales;

4. Convenio celebrado por la Sección No. 4 del Sindicato con la compañía de Petróleos El Águila relativo a puestos de confianza;

5. Tres convenios firmados por el Sindicato y las respectivas empresas respecto de subsidios para el pago del arrendamiento de habitaciones;

6. Lista de salarios no tabulados, con el objeto de que se cotejada con los contratos a que antes se hace mención;

7. Convenio relativo al trabajo de estibadores, por día y por tarea;

8. Once cuadros relativos al costo de tabuladores y diversas prestaciones demandadas por el Sindicato.

9. Actas de la Asamblea obrero-patronal, reunid con el objeto de discutir el proyecto de contrato general de trabajo.

10. Cuadro explicativo sobre nivelación de salarios en la zona central de la industria petrolera.

11. Contratos y convenios diversos, relativos a la retroactividad del contrato general del trabajo”. Etc.

La lucha de un solo sindicato petrolero, empezó con varios objetivos: igualar las condiciones contractuales de trabajo y estandarizar salarios iguales y el aumento a estos. Las compañías petroleras se negaron al pliego petitorio, por lo que los trabajadores emplazaron a huelga; el general Cárdenas se hallaba en ese momento, en la Comarca Lagunera repartiendo las tierras a los campesinos; una Comisión del Sindicato y del Comité Nacional se entrevistaron con el Presidente Cárdenas, el cual les solicitó que no fueran a la huelga para que no hubiera repercusiones negativas en cuanto al reparto agrario que se estaba dando en ese momento. Los trabajadores estuvieron de acuerdo a brindar apoyo al Presidente dando un tiempo amplio, necesario para que las compañías petroleras analizaran el caso. El plazo se cumplió y los representantes de las compañías se negaron a la petición generalizada del Sindicato petrolero, por lo cual se llevó a cabo la huelga.

80 años han pasado de lo que fue la expropiación petrolera, que sin duda alguna coadyuvó a que se diera la industrialización y a que la derrama de recursos económicos hicieran posible multiplicar la infraestructura que el país necesitaba para su comunicación y los servicios que tendrían que llegar a la población en general.

Desafortunadamente con la llegada de presidentes tecnócratas, antipatriotas a la Presidencia de la República con políticas neoliberales empezaron a trastocar, primero, modificando las leyes constitucionales los Arts. 27 y 28, después hicieron reformas privatizadoras y con ello regresan las compañías transnacionales.

Estamos viviendo una época donde las condiciones hasta el momento, han sido desfavorables para rescatar y orientar a favor de la nación la industria y la renta petrolera. A pesar de ello, será el pueblo mexicano, las mayorías, las que no cejarán en este propósito, tomando en cuenta que la explotación del petróleo debe estar de acuerdo a la racionalización responsable y, principalmente con el debido respeto al medio ambiente, a la ecología y biodiversidad.

Bibliografía.

Nacionalizar es Descolonizar, Vicente Lombardo Toledano.