¿A qué le tiras mexicano? (XII)

13/03/2018
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12ª parte

 

Los procesos electorales en los países de la región en que se están realizando o en vísperas de llevarse a cabo, están con situaciones más complejas de lo que normalmente debiera ser un ejercicio ciudadano de esa naturaleza. Seguramente se “viraliza” en Venezuela, por los intereses ajenos que pretenden desbarrancar al gobierno que el pueblo decidió darse y que debiera ser respetado por todas las demás naciones Latinoamericanas y caribeñas, considerando los principios de No Intervención y Solución Pacífica de las Controversias, paradigmas de la relación entre pueblos hermanos.

 

La historia de ese país nos muestra cómo, desde su nacimiento vive escenarios complejos. Al declarar su independencia (1811) por la interacción  de Francisco de Miranda y Simón Bolívar, sobre todo al separarse de la Gran Colombia (1830) tiene diversos gobiernos -como en el resto de la Región- disputados entre dos corrientes políticas: liberales o amarillos y conservadores o azules. Casi en su totalidad dichos gobiernos llegan al poder por medio de las armas. Sucesivas guerras civiles se mezclaron con caudillismos locales. A finales del siglo XIX los liberales controlaban el gobierno y el país vivía un sostenido crecimiento económico y desarrollo cultural.

 

En el siglo XX, cinco dictaduras militares (décadas del veinte al cincuenta), y repetidas crisis económicas, complican el cuadro en el país caribeño. Regresa la democracia con Rómulo Betancourt en 1960, con nueva constitución (1961) que pretende consolidar la endeble democracia venezolana. Sucesivos gobiernos democráticos, con amenazas de golpe de estado, llegan a los noventa con Rafael Caldera, quien recibe una alta deuda externa y una producción de petróleo importante, pero incapaz de atender los problemas de pobreza y falta de trabajo en el país.

 

La corrupción sería factor clave. Ante la desconfianza en la clase política tradicional, la gente votó por Hugo Chávez y en 1999, sucede a Caldera en el gobierno. De inmediato propone nueva constitución, la “quinta república bolivariana “y mediante referéndum, Venezuela conforma nueva constitución ampliando poderes del presidente. Un golpe de estado (abril 2002) comienza a dividir a la sociedad venezolana, entre los poderosos comerciantes ligados a intereses extranjeros que se oponen al chavismo, manteniendo tal actitud -aun muerto Chávez- encabezados sus detractores por Hugo Capriles, un político de la derecha tradicional.

 

El gobierno de Chávez pretende y supera en buena parte lo que se venía viviendo desde la década de los 80 del siglo XX: una Venezuela con crisis del modelo rentista en su vida económica; el deterioro en las expectativas de bienestar colectivo; y la pérdida de legitimidad y confianza en organizaciones partidistas y otras, que conformaron el orden democrático. La interacción de estos procesos subyacentes con decisiones y acciones adoptadas durante los gobiernos de 1989 y subsiguientes, convergieron para engendrar desarreglos graves en la –hasta esos momentos- estable democracia venezolana. Ver: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/lasa97/kornblith.pdf

 

Por tanto, las actitudes de muchos de nuestros países son incongruentes con los requerimientos de una nación que necesita apoyos para sentarse a negociar con la oposición y no actitudes brutales y torpes (Perú) que cierran la puerta al Presidente actual (Maduro) a un evento que por sus características, no está bajo control de esa nación.

 

En efecto, esas reacciones se originan “cuando la diplomacia peruana, contraria a su tradición histórica, endurece su actitud en este asunto, al extremo de sostener que tiene a la mano los mecanismos para impedir -se entiende físicamente- la presencia de Maduro en Lima y en la Cumbre”. Esas declaraciones fueron de la canciller peruana, sin argumentos en el Derecho Internacional que justifiquen la exclusión de Venezuela.

 

Sale a la palestra un embajador peruano de carrera: Osvaldo del Rivero quien advierte que “está en riesgo el prestigio de la política exterior de un país que precisa de acuerdos y amistades en el contexto de un proceso integrador intenso, incluso más allá del éxito o fracaso de la Cumbre”.

Pide “cesar las explicaciones absurdas y el uso de este delicado asunto en la política interna” y sugiere recordar el gesto de dignidad del canciller peruano Raúl Porras (1960), contra la exclusión de Cuba de la OEA, “y concluir que la mejor decisión es el retorno de un ejercicio profesional de nuestras relaciones internacionales”.

 

El historiador Nelson Manrique señala: “No es la Cumbre la que ha decidido que Maduro no es bienvenido en la reunión; la decisión fue tomada unilateralmente por Kuczynski, (el presidente) pidiendo luego el apoyo del Grupo de Lima”, una minoría de 14 países alineados con E. Añade: no es verdad que el grupo, como alega la canciller Aljovín, respalde la exclusión de Maduro, pues solo expresa que “respeta” la medida, diplomáticamente distinto a apoyarla. El analista e historiador agrega “tras las acciones de Kuczynski parece pesar su nacionalidad norteamericana (a la que afirma que renunció), no sólo como estatus jurídico sino como horizonte mental”. Otro objetivo del mandatario, al marginar a Venezuela, es sacar del interés público el tema de su destitución parlamentaria, que impulsan diversas fuerzas peruanas.

 

Por su lado, el analista político, Augusto Álvarez apunta: el gobierno muestra impericia ante el anuncio de Maduro de acudir de todas maneras a la Cumbre de las Américas, y deplora las declaraciones de la premier, Mercedes Aráoz, en el sentido de impedir a toda costa la entrada del mandatario bolivariano. Pero este penoso episodio tiene un origen espurio y como tal será superado en consecuencia. Ver:

http://www.cubadebate.cu/noticias/2018/02/20/se-multiplican-las-criticas-en-peru-a-intento-de-excluir-a-maduro-de-la-cumbre-de-las-americas/#.Wp17g73OWfQ

 

Retornando al proceso Electoral de Venezuela, después de una reunión con autoridades del Consejo Nacional Electoral, los candidatos presidenciales dialogaron con la prensa sobre la legitimidad de las elecciones, que ahora tienen nueva fecha: el 20 de mayo. Fue así porque el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció, que las elecciones presidenciales en el país, serán aplazadas y se realizarán a mediados del mes de mayo. Los polémicos comicios, duramente criticados en la comunidad internacional, con el pretexto de no cumplir con las garantías democráticas requeridas, habían sido fijados, en primera instancia, para el 22 de abril.

 

La decisión, según el ente electoral, se tomó tras un acuerdo alcanzado entre los partidos que oficializaron candidaturas a la presidencia y representantes del Gobierno. "(Las partes) celebran la firma de acuerdo de garantías electorales con la participación de los partidos políticos, quienes se comprometen ante el país llevar a cabo el proceso electoral con mayor tranquilidad y transparencia", sostuvo la presidenta del organismo, Tibisay Lucena. De esta forma, la elección se haría en simultáneo con las de consejos legislativos estatales y municipales, según el acuerdo leído en un acto en el CNE. "Con este acuerdo se ratifica el diálogo en República Dominicana y se procede a escoger a nuestros líderes y representantes con las más amplias garantías electorales, porque el CNE se compromete y ha cumplido con estos acuerdos", añadió, refiriéndose a los diálogos entre la oposición y el Gobierno venezolano.

 

Entre los acuerdos firmados se encuentra el de enviar una comunicación al Secretario General de la ONU, para que llegue al país, junto a organizaciones internacionales que sean testigos del proceso electoral. El anuncio llega luego de que finalizara el plazo para la inscripción de candidaturas y tras las declaraciones del aspirante chavista disidente, Henri Falcón, quien había solicitado el aplazamiento de la fecha de los comicios.

 

Esta nueva información generará polémica entre la comunidad internacional y la oposición venezolana, puesto que el mismo CNE había rechazado la propuesta de Maduro de realizar comicios presidenciales paralelamente a los legislativos y municipales. Esto, según había argumentado el ente electoral, porque implicaba un proceso demasiado complejo, para el cual no estaban preparados. Pero en acuerdo de los partidos que participarán se decidió lo ya expresado. Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/Internacional/2018/03/01/897027/Anuncian-que-elecciones-presidenciales-en-Venezuela-se-postergaran-para-mayo.html

 

La elección la realizarán con una población de 32 292 010 habitantes, con 20 482 113 inscritos para el proceso electoral que elegirá presidente para el período 2019-2025. La presión internacional se ejerce por testaferros del imperio: OEA y grupo de Río (impulsado por Perú). Empero, Avanza Progresista, una fracción de COPEI y el MAS, junto al PSUV están listo para la contienda, para lo que definen sus candidatos.

 

 

Fórmula presidencial Partido  Cargos públicos.

 

Nicolás Maduro (55 años) PSUV     

P. de la República. (2013-2018)​

 

Henri Falcón        (56 años) Avanzada Progresista.

Militar retirado y abogado.   

Gobernador de Lara (2008-2017)

 

Reinaldo Quijada (58 años) Unidad Política Popular (UPP)

 

Javier Bertucci (48 años) Pastor evangélico.  Esperanza-Por-El-Cambio.

 

Francisco Visconti Osorio (72 años) Militar retirado.    Independiente

 

Luis Alejandro Ratti. (39 años)    Pastor evangélico.    Independiente  

 

         

Organizaciones no gubernamentales como el Foro Penal Venezolano, Súmate, Voto Joven, el Observatorio Electoral Venezolano y la Red Electoral Ciudadana, muestran preocupaciones frente a diversas situaciones que consideran irregularidades de la convocatoria a las elecciones, incluyendo la falta de competencias constitucionales de la Asamblea Constituyente para convocar a elecciones, el impedimento de participación de partidos opositores –lo cual no está documentado sino como decisión unilateral de algunos de ellos, para no participar- y la falta de tiempo para los lapsos establecidos en la normativa electoral. La Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, el Grupo de Lima, y países como Estados Unidos y Colombia, rechazan la convocatoria por su “falta de transparencia”. El proceso pinta con situaciones problemáticas que podrán subsanarse con la presencia observadora de la ONU y otras organizaciones especializadas. (Continuará).

 

Puebla, Pue. 4-marzo-2018

 

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/191577

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