En una reunión reciente sostenida entre Theotonio dos Santos y un grupo de sociólogos panameños, nos compartió su admiración por nuestra juventud que supo asumir una posición de vanguardia frente al gigante norteamericano en la lucha por la soberanía. Los primeros escritos de Theotonio salieron a la luz pública en torno a 1964, cuando los estudiantes panameños se enfrentaron a los soldados de EEUU que ocupaban la llamada Zona del Canal de Panamá.

Theotonio era en esa época, también, un joven quien luchaba contra la dictadura militar en Brasil. Obligado a exiliarse se adscribió al CESO de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile. Junto con otros estudiosos estaba decidido a entender las profundas huellas de la injusticia social, la desigualdad y los que se llamaba en esa época el subdesarrollo.

En pocos años el grupo de especialistas latinoamericanos con Theotonio a la cabeza, lograron despejar las telarañas que cubrían no sólo las causas del subdesarrollo sino de las relaciones entre los países dominantes y dependiente. En efecto, no eran dos sistemas, uno avanzado y otro atrasado. Era un solo sistema capitalista que se alimentaba a escala global. No existía desarrollo sin subdesarrollo. No existía acumulación sin endeudamiento.

Theotonio no separó su vida de estudios de sus compromisos de lucha. En Chile puso su conocimiento al servicio de la causa de ese noble pueblo. En 1973 su trabajo se vio interrumpido por el golpe militar y se vio obligado nuevamente a buscar refugio. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo acogió en sus aulas y emprendió nuevamente su trabajo de investigación.

La teoría marxista de la dependencia se había universalizado y las nociones de superexplotación así como subimperialismo eran conceptos que manejaban los estudiantes de grado en las universidades del mundo. Theotonio, el amigo, el compañero, el maestro, ya no sólo le pertenencia a un grupo de académicos o militantes. Era universal.

Theotonio no se ha ido, sus ideas y sus planteamientos innovadores siempre nos acompañarán. Sobre todo aquellas palabras que compartió con nosotros en ese encuentro con los sociólogos panameños. La juventud está llamada a romper los moldes y abrir nuevos caminos.

Hasta luego amigo,

Hasta siempre compañero,

La lucha continua maestro.

Panamá, 27 de febrero de 2018.

Centro de Estudios Latinoamericanos, (CELA), “Justo Arosemena”