Educar para la igualdad social

27/02/2018
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La relevancia de la educación básica como fundamento para el desarrollo y bienestar de los individuos es objeto de riguroso análisis por el pedagogo, economista y político, Víctor Manuel Barceló Rodríguez en su libro Educar para la igualdad social. Aproximación a la nueva escuela mexicana, que circula en su segunda edición.

 

El texto es una compilación de artículos periodísticos publicados en varios medios de comunicación entre 2007 y 2014, cuyo eje vertebral es la problemática del sector educativo.

 

Barceló Rodríguez detecta que la educación en México tiene problemas de calidad, cobertura, eficacia, pertinencia y oportunidad. Prueba de ello es el alto índice de deserción anual en primarias y secundarias, así como el acumulado rezago educativo (mayores de 15 años que no saben leer ni escribir).

 

Observa que la instrucción básica es de la mayor trascendencia porque allí se prepara a los individuos para la vida y es la base para “empoderar” a la sociedad en la búsqueda colaborativa del desarrollo sostenible, el bienestar y la paz.

 

Y dice “sostenible” que no “sustentable”. El desarrollo sustentable lo describe como aquel “proceso por el cual se preserva, conserva y protegen los recursos naturales para el beneficio de las generaciones presentes y futuras, sin considerar necesidades sociales, políticas ni culturales del ser humano”.

 

En tanto que el desarrollo sostenible “busca solventar carencias económicas, sociales, de diversidad cultural, en un medio ambiente benéfico para la generación vigente, sin poner en riesgo la satisfacción de las mismas necesidades a las generaciones futuras”.

 

En el texto se resaltan las bondades del modelo colombiano conocido como Escuela Nueva. “Volvamos a la gente”. Un concepto acuñado por Vicky Colbert. Se trata de una estrategia de esfuerzos compartidos entre profesores, alumnos y padres de familia: los primeros fungen como guías y facilitadores; los educandos definen sus aprendizajes al ritmo que consideran adecuado, en tanto que los padres se involucran en el apoyo, retroalimentación y seguimiento de los objetivos planteados.

 

Los docentes diseñan el mapa curricular, tropicalizan los programas de estudio, se apoyan en guías e incorporan Tecnologías de la Información (TICs). El modelo empodera a los niños mediante su participación en el control de asistencia, limpieza y respeto del medio ambiente. Trabajan en igualdad de género, con horizontalidad.

 

Es un proyecto que nace en áreas rurales, pero que ahora mismo se replica en zonas urbanas y en diferentes países. En México, se ha empezado a implementar en el estado de Puebla, con la suma de esfuerzos y simpatías del sector privado, medios de comunicación e incluso de personajes famosos del deporte y la farándula.

 

Escuela Nueva es un modelo inclusivo, personalizado, cooperativo, innovador, flexible. Le otorga un alto valor a la lecto-escritura como base del aprendizaje. Fomenta el sentimiento de democracia participativa. El Estado colabora con la subvención de recursos públicos para lograr consolidar la estrategia.

 

En la obra de Barceló destaca la serie de diez artículos que llevan por título “La escuela del futuro o ¿el futuro de la escuela?”, seguido de cinco textos en que se interroga: “¿Es factible la nueva escuela mexicana?” Me han llamado particularmente la atención por sus aportes los escritos “Educación: leyendo a Delors” y “Frankenstein educador: mito y realidad”.

 

Víctor Manuel Barceló Rodríguez (Emiliano Zapata, Tabasco, 1936) es profesor normalista por la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. Se formó como economista en la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con estudios doctorales sobre Desarrollo y Comercio Exterior en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Forjado en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha sido subsecretario de Educación Básica en el estado de Puebla, gobernador interino de Tabasco, embajador de México en Colombia y representante de nuestro país ante la Organización de Naciones Unidas. Es autor de obras tales como México, geopolítica y relaciones internacionales (Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, 1994) y El trípode de la educación (El Colegio de Puebla, A.C., 2013).

 

Educar para la igualdad social. Aproximación a la nueva escuela mexicana es un libro ameno y aleccionador prologado por Rossana Stella Podestá Siri. Allí Barceló Rodríguez rastrea las políticas que en materia educativa promueven organismos multilaterales como la UNESCO, UNICEF, OCDE y la OEA. Del mismo modo, examina temas varios como la instrucción enfocada a grupos indígenas, la importancia de las bellas artes en la formación de los infantes, el rol de la nueva Cartilla de Educación Básica (en sustitución de las tradicionales boletas), la figura del Consejo Técnico Escolar (CTE) y del modelo denominado Educación para la Excelencia (ExE).

 

Del CTE reconoce que es un órgano colegiado establecido para coadyuvar en la gestión y administración en los centros escolares. Con la mirada puesta en la mejora continua de la calidad educativa; aspira a la reconstrucción de la escuela como centro educativo por excelencia, regresar al profesor el prestigio perdido y recuperar el rol de la familia en el proceso de aprendizaje.

 

En el caso del modelo ExE, que se pretende holístico, busca rescatar las emociones, la ética y la civilidad en los alumnos. Hace énfasis en un factor que se había olvidado: el estudiante toma decisiones basado en lo emocional, más que en lo racional. Pareciera que ésta novedosa paideía podría coadyuvar en la formación de hombres libres y con valores. Virtudes que se han perdido al suprimirse la enseñanza del civismo. Porque no es un dislate cuestionar: de qué sirve que el individuo acumule títulos o logre ascender en la escala social, si acusa un notable vacío espiritual.

 

Barceló Rodríguez exhorta a reflexionar lo mucho que la educación –y en particular, la educación básica− puede contribuir frente a la dramática ruptura del tejido social, la crisis de valores, la inequidad, el anhelo democrático y los retos futuros que inexorablemente impone la sociedad del conocimiento.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/191289
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