La coyuntura electoral colombiana

08/12/2017
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Foto: Revista Sur
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Colombia realizará elecciones al Congreso de la República el 11 de marzo del próximo año y elecciones presidenciales en primera vuelta el 20 de mayo. Estamos en plena campaña electoral en la cual se concretan las apuestas políticas teniendo como telón de fondo las elecciones presidenciales, pero, teniendo en primer lugar como objetivo la conquista del parlamento.

 

Hasta el momento se vislumbran cuatro opciones presidenciales que podrían concurrir a la primera vuelta presidencial del mes de mayo y alrededor de ellas se mueve la conformación de las listas electorales para la elección del Congreso de la República.

 

La derecha mantiene dos opciones alrededor de las cuáles se están organizando las distintas fuerzas electorales. En esta primera fase se ha concretado una alianza entre las huestes dirigidas por el expresidente Álvaro Uribe, el expresidente conservador Andrés Pastrana y el exprocurador Alejandro Ordoñez. Comparten ellos el deseo de hacer trizas los Acuerdos de Paz suscritos entre el Estado Colombiano y las ya desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, ahora ya convertidas en Partido Político. Tienen poco que ofrecer, pues estuvieron en el Gobierno durante 12 años y difieren muy poco en términos programáticos con el Gobierno de Juan Manuel Santos a quien apoyaron cuando se lanzó a la presidencia de la República en el año 2010. Comparten sus postulados económicos neoliberales, el extractivismo como centro del modelo de desarrollo, la creencia de que basta con garantizar que el mercado funcione que por sí mismo él se encargará de resolver los problemas. También comparten grandes escándalos por corrupción de modo que en esta coyuntura están fuera de juego en este tema que es uno de los de mayor preocupación de los electores.  Por ello sus propuestas son cosméticas y no encaran temas como el proceso de desindustrialización del país, la crisis ambiental y el cambio climático, la pobreza rural poco les interesa y mucho menos los millones de familias que constituyen la llamada economía campesina. Sus políticas sociales son asistencialistas y solo dirigidas a los más pobres de los pobres con subsidios a la demanda.    A ellos les conviene que el país siga estancado en el tema de la guerra y se aferran a que el tema central de la campaña sea el de la modificación de los Acuerdos sobre todo en el tema de la justicia que entre el Congreso y la Corte Constitucional ya han limitado seriamente al excluir a los civiles responsables de la Jurisdicción Especial de Paz así como al limitar la responsabilidad de los militares de alta graduación en esa misma jurisdicción y desestiman la preocupación sobre estos temas, reiteradas durante esta semana, por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional.

 

Presentarán una solo opción por ahora en materia de listas para el Congreso de la República en la lista del Centro Democrático de Uribe que en esta ocasión será una lista abierta con voto preferente, es decir, los electores deciden a quien apoyan en la lista. Finalmente optó por esta alternativa ante la imposibilidad de meter en cintura las aspiraciones de muchos aspirantes.  Cercanos a ellos se encuentra el Partido Conservador pero aún no se vislumbra un acuerdo. Por ahora van con listas propias cada uno y los conservadores aún no deciden sobre candidaturas presidenciales. El Acuerdo de Uribe se proyecta para realizar en las elecciones de marzo una consulta entre su candidato que saldrá de un sistema de encuestas que por ahora mantiene vivos a tres aspirantes: Iván Duque, Carlos Holmes Trujillo  y Rafael Nieto. El que gane deberá ir a una consulta en las elecciones de marzo con Martha Lucia Ramírez apoyada por Andrés Pastrana y Alejandro Ordoñez candidato de la ultraderecha que va por firmas. El que gane en marzo se presentará a primera vuelta presidencial en mayo. En las encuestas ninguno de estos precandidatos supera el 2% en la intención de voto, pero, estas encuestas a esta altura y para este sector son engañosas pues todavía están en un proceso de selección de su candidato/a.

 

El otro aspirante de la derecha es Germán Vargas Lleras quien ha acompañado a todos los gobiernos desde el primer Gobierno de Uribe, 2002,  llegando a ser ministro y vicepresidente de la República elegido en el año 2014 como fórmula de Juan Manuel Santos. Sus propuestas son también continuistas de los gobiernos de los últimos 16 años de los cuales ha formado parte. Su estrategia política ha consistido en tejer acuerdos con los barones electorales en por lo menos 22 departamentos de los 32 que existen en el país. En un intento por desmarcarse del tema de la corrupción y de los nexos de su partido político Cambio Radical no solo con la corrupción sino con el paramilitarismo pues  19 de sus parlamentarios han sido condenados por nexos comprobados con los mismos y un exgobernador de la Guajira, Kiko Gómez, condenado por asesinatos varios. Su Partido además ha recibido 349 sanciones disciplinarias por parte de la Procuraduría General de la Nación la mayor parte por hechos de corrupción. Todo ello durante el período 2012 a 2015.   Quiere huir de esa pesada sombra y por ello se inscribió por firmas que obviamente recogieron los militantes de Cambio Radical. Su mensaje político es mano dura. Quiere también modificar los Acuerdos con las guerrillas de las FARC, pero, las modificaciones ya las hicieron el Congreso y la Corte Constitucional en los puntos que ha planteado. El haberse corrido hacia el espacio político de la derecha está afectando al uribismo y a sus candidatos. No se vislumbran acuerdos entre estas dos fuerzas de la derecha hasta antes de la primera vuelta. En las encuestas Germán Vargas marcha en el lote de punta. En la última del mes de noviembre de Cifras y Conceptos marcha en el tercer lugar con una intención de voto del 14% en el mes de Julio había marcado el 13%.

 

Por el lado del Centro Izquierda las cosas apuntan por ahora a dos convergencias lo que será una calamidad si llegan separadas a la primera vuelta presidencial pues no estaría garantizado su paso a la segunda vuelta. A no ser que una de las dos convergencias arrase en la consulta de marzo lo cual desde mi punto de vista no es realista. Una primera convergencia ha sido anunciada desde hace meses y es popularmente conocida como los Ni Ni, es decir, ni con Uribe ni con Santos. Allí convergen Sergio Fajardo exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia quien representa un movimiento llamado Compromiso Ciudadano, Claudia López, candidata del Partido Verde y Jorge Enrique Robledo del Polo Democrático. Ellos se abrogaron la libertad de excluir al resto de la franja del centro izquierda sin mayores explicaciones. Están en su derecho. El problema es que quieren repetir la historia de 2010 en que una franja del centro a la cabeza de la cual estaba Antanas Mockus logró subordinar a la izquierda y al Partido Liberal pasando a segunda vuelta. Luego en una campaña desastrosa Santos arrasó en esa segunda vuelta al candidato de la Ola Verde. Esta coalición enfrenta varios problemas además de que su estrategia de replicar la Ola Verde no se ve reflejada en las encuestas.

 

Hasta el momento de escribir estas líneas no se han resuelto dos temas de divergencia que son reales y no son inventados por ninguno de los comprometidos. El primero es que no han logrado ponerse de acuerdo en el tema de la lista para Senado de la República. Unos proponen que la lista de convergencia sea abierta, con voto preferente y otros, Fajardo, que sea cerrada. En sus últimas declaraciones Fajardo parece resignado a aceptar que la lista sea abierta. Pero donde está la mayor divergencia es en el modo de escoger el candidato de entre los tres. Fajardo se opone a que se vaya a una consulta abierta en marzo mientras Claudia López y Robledo hasta ahora han mantenido que la mejor forma de escoger el candidato sea ir a una consulta el 11 de marzo en las elecciones parlamentarias. Ante las divergencias Fajardo ha propuesto nombrar a unos compromisarios para tratar de encontrar alternativas la que él propone es que se realice una encuesta y que todos se sometan a este mecanismo. En materia programática han anunciado que no tienen divergencias y que han logrado un acuerdo el cual aún no ha sido divulgado.

 

En la última encuesta del mes de noviembre Sergio fajardo se ubica en el segundo lugar con una intención de voto del 15% mientras que en el mes de Julio tenía una intención de voto del 8%. Claudia López tiene una intención de voto del 7% mientras que en el mes de Julio tenía una intención de voto del 10% y Jorge Enrique Robledo tiene una intención de voto del 3% mientras que en Julio tenía una intención de voto del 4%. En su conjunto este sector tiene sumados matemáticamente una intención de voto del 25%.

 

La otra franja es la representada por los candidatos  Gustavo Petro, Clara López Obregón y Carlos Caicedo. Por  lo pronto han construido un acuerdo para presentar una “Lista de la Decencia” para el Congreso de la República en la cual convergen además de los tres precandidatos los partidos Alianza Social Independiente, ASI,  La Unión Patriótica, UP,  Maiz, Fuerza Ciudadana,  Todos somos Colombia y Progresistas. Lo más probable es que se planteen en un próximo futuro una convergencia entre ellos para realizar una consulta en las elecciones de marzo a la cual buscarían sumar al candidato Liberal Humberto de la Calle que también es pretendido por los NI NI aunque con dudas por parte de Sergio Fajardo.

 

En las encuestas Gustavo Petro se mantiene en el primer lugar de intención de voto con un 17% en julio pasado tenía 13%, Clara López cuenta con una intención de voto del 5% en julio pasado tenía el 7% y Carlos Caicedo cuenta con una intención del 2%. En su conjunto tienen una intención de voto del 24%.

 

Como se observa las dos convergencias del centroizquierda se mantienen muy parejas. El gran problema es que esas cifras sufrirán modificaciones a no dudarlo con la entrada de lleno del candidato de la derecha uribista que esta subrepresentado en las encuestas, por las razones ya señaladas.

 

Por su parte el candidato liberal, Humberto de la Calle tiene en esa misma encuesta una intención de voto del 10% en julio tenía una intención de voto del 3%. Este salto se explica por la exposición mediática ligada a la consulta liberal que ganó el pasado 19 de noviembre. De la Calle ha sido persistente en señalar que se requiere de una consulta de los candidatos del centroizquierda en el mes de marzo para presentarse de manera unificada a la primera vuelta presidencial del mes de mayo. Pero no se conoce cuál sea la estrategia que este moviendo para lograr esa consulta de marzo.

 

Lo más lógico sería que las dos convergencias confluyeran en una sola consulta en marzo para concurrir con mucha fuerza a la primera vuelta, pero, a ello se oponen los egos y los pequeños intereses aún predominantes. La tarea no es imposible pero se muestra difícil. Se requerirá de una gran movilización desde la sociedad civil si queremos que no solo se avance en la consolidación del proceso de Paz en serias dificultades por los reiterados incumplimientos del Gobierno y ahora del Congreso de la República y de la Corte Constitucional sino para asumir un programa de transformaciones reales que la sociedad demanda en materia de industrialización del país, de protección del medio ambiente, de lucha contra la corrupción, de una reforma estructural al sistema de salud y a la educación para mencionar los cambios más urgentes así como de una política rural dirigida principalmente al fortalecimiento de la economía campesina. Esa es la tarea.

 

Bogotá diciembre 7 de 2017

 

Pedro Santana Rodríguez

Director Revista Sur

 

https://www.sur.org.co/la-coyuntura-electoral-colombiana/

https://www.alainet.org/es/articulo/189728
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