Internet es considerada como una valiosa herramienta de democratización de la comunicación, puesto que “su estructura descentralizada, digamos más horizontal, permite distribuir y difundir los contenidos de voces que estaban invisibilizadas por la concentración privada de los medios tradicionales de comunicación, como la radio, la televisión y los periódicos. Tiene así una ventana de exposición de sus ideas, de sus producciones, de su cultura, que no tenían espacio en los diferentes medios”, así lo afirmó la periodista brasileña Renata Mielli durante una entrevista desarrollada en el Encuentro Regional Diálogos por una Internet Ciudadana, que tuvo lugar en Quito del 27 al 29 de septiembre.

A su modo de ver, la Internet dio paso a una gran producción de nuevos contenidos, así como de nuevos actores y comunicadores que utilizaron la red de computadoras mundial para hacer su comunicación. Entonces, según Mielli, quienes éramos apenas espectadores y consumidores de la comunicación, hace pocos años pasamos a ser también productores y distribuidores de esa comunicación, lo que provocó una mirada distinta de los acontecimientos y del mundo. “Ahora podemos estar en la arena pública de discusión de la sociedad de una manera más amplia, lo cual desde el punto de vista cultural, social y político, tiene impactos importantes”, sostiene.

A partir del 2010, medios alternativos como Mídia Ninja acompañaron innumerables movimientos sociales de gran peso en Brasil, que reunieron a miles de personas, que se movilizaron también por Internet. Por tanto, Renata Mielli asegura que esta facilidad de acceso a contenidos de diversas fuentes forja una visión democratizante de la comunicación, por cuanto ha permitido incluir a millones de personas que estaban aisladas del mundo de la información y a aquellos que estaban fuera de la comunicación como productores.

No obstante, a través del fomento de la educación política, la Internet ha sido además una herramienta esencial para la disputa política en la nación sudamericana, puesto que en palabras de la comunicadora social, ha ayudado a combatir el golpe que hoy se instala en el país, además del golpe que ya ha sido consumado.

Los riesgos y desafíos de Internet

Junto con el acelerado crecimiento que ha tenido la red mundial de computadoras, empezaron a aparecer nuevas empresas, como Google, Facebook, Amazon, Yahoo, etc., que hoy son los nuevos monopolios digitales privados y que ponen en riesgo el potencial democratizador de la Internet.

“Hoy cada vez menos personas navegan por la Internet en su totalidad, cada vez menos personas ingresan a la red para visitar un museo o un repositorio de libros, o para conocer la producción de contenidos de un grupo aislado de la sociedad”, menciona la periodista brasileña, quien explica que la razón principal es que las personas que usan Internet se dirigen generalmente a las redes sociales, o a los grandes buscadores que cuentan con algoritmos que definen de manera anticipada el contenido que se va a buscar en la red.

En este sentido, además de ser una herramienta de democratización de la comunicación, Internet hoy figura como el centro nervioso de nuestra sociedad, en la medida en que “todo pasa por la Internet, desde las relaciones individuales hasta las relaciones económicas entre las corporaciones, e incluso las acciones de los Estados y los gobiernos. Todo hoy converge hacia Internet”, puntualiza Renata Mielli. Sin embargo, pese a constituirse como un espacio de grandes oportunidades, desafortunadamente no todos tienen acceso a esta revolucionaria herramienta.

La experta indica que, según datos recientes, actualmente el 52% de la población mundial no tiene acceso a Internet, lo que está dando paso a un nuevo ejército de excluidos; es decir, personas que experimentan una nueva forma de exclusión que es tan o más peligrosa que la exclusión tradicional (económica, social, etc.) y que no tendrán acceso a los servicios públicos o al mercado que se valen de la red virtual para operar.

En tanto que, del 48% de personas que sí están conectados, no todos cuentan con Internet de calidad. Si pensamos en la importancia de tener una experiencia integral de la Internet, a partir de la utilización de todos sus servicios con alta velocidad, “es prioritario enfocarnos en la inclusión social para que podamos tener de facto una Internet ciudadana para todos. Hay que tener banda ancha, acceso de Internet y conectividad sin discriminación de los paquetes de datos y con neutralidad de la red, para que todos puedan ir en Internet a donde quieran ir y no a donde dicen que tenemos que ir”, resalta Mielli.

Entonces, con miras a establecer una declaración de derechos para la red, la comunicadora sugiere una movilización de la sociedad civil en la que sea posible participar en las decisiones sobre Internet que otorguen garantías a la ciudadanía. Así fue como, después de una gran movilización y de una gran presión social, en Brasil se inició un proceso político de disposición de una ley de derechos y deberes en Internet. En este proceso colaborativo más de dos mil personas dieron su opinión de cómo debería ser una carta de derechos de la Internet y esas sugerencias fueron enviadas al Gobierno, que elaboró un anteproyecto de ley que, a su vez, fue remitido al Congreso. Posteriormente, se llevó a cabo otra consulta pública por Internet, en la que miles de personas opinaron, hubo audiencias y debates públicos, hasta que finalmente se aprobó el Marco Civil de Internet que, de acuerdo a Mielli, es considerado por los especialistas como una referencia de ley de derechos y deberes. De este modo, hoy es posible pensar en una Internet hecha por los ciudadanos para los ciudadanos, un ejemplo que todos los países latinoamericanos pueden seguir.

- María José Carrera, para ALAI.