Canese propone al Mercosur una política común de subsidio y apoyo a la agricultura familiar campesina
- Opinión
El parlamentario paraguayo del Frente Guasu, Ricardo Canese, propuso al Parlamento del Mercosur impulsar “una política común de subsidio y apoyo a la agricultura familiar campesina en el Mercosur”.
La propuesta presentada este 18 de agosto por el parlamentario frentista Ricardo Canese, insta al Consejo del Mercado Común a impulsar una política común de subsidio a la agricultura familiar campesina, que sea coordinada por los ministerios de agricultura, pecuaria y pesca de los países miembros, y que incluya: precios mínimos garantizados, seguro agrícola, asistencia técnica, promoción de la agricultura familiar campesina -en especial de la producción orgánica y agroecológica-, créditos subvencionados, apoyo para la comercialización de productos en todo el Mercosur, sin trabas arancelarias ni para-arancelarias de ningún tipo, además de provisión de servicios educativos, salud pública, trasporte, comunicaciones, agua, energía para áreas rurales campesinas.
La argumentación del proyecto enfatiza en “la grave crisis por la que pasa la agricultura campesina en el Paraguay y en toda la región”. Menciona a Japón, EEUU y países de Europa, como ejemplos de países avanzados que subsidian desde hace 70 años a la pequeña agricultura, asegurando de esa forma la producción de alimentos propios frescos y a precios reducidos para la población de las ciudades, además de evitar que el campo se despueble y aumente el desempleo.
Menciona también que el Mercosur está negociando un tratado de libre comercio con la Unión Europea, donde ésta última pretende mantener los subsidios vigentes a sus propios agricultores, lo que significa un enorme riesgo teniendo en cuenta la experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en la cual la agricultura subsidiada de los EEUU destruyó en gran medida a la pequeña agricultura no subsidiada o con escaso subsidio de México, acelerando su proceso migratorio interno y externo, además del grave impacto en su soberanía alimentaria.
En el caso de Paraguay, tal como lo explica el documento presentado, la migración a la Argentina es extenuante y ascendente. Se tienen registrados más de 60.000 paraguayos por año que acceden al estatus de residentes en el vecino país, de los cuales una aplastante mayoría proviene de zonas rurales, debido a la crisis de la agricultura campesina y al avance del cultivo extensivo de soja. El parlasuriano frentista, hace referencia también al proceso migratorio del campo a la ciudad que azota al país, agrandando los cinturones de miseria. Sólo en el departamento Central habría 1.000.000 de pobladores en situación de extrema pobreza. Prueba de esta grave situación del campo paraguayo es la histórica movilización de las últimas 6 semanas, en la que miles de pequeños agricultores de todo el país llegaron hasta Asunción en reclamo de subsidio y apoyo, tal como lo menciona el parlamentario Canese.
El proyecto presentado por el Frente Guasu a través de su representante parlasuriano, asegura que el Paraguay y el Mercosur deberían convertirse en fuentes de alimentos orgánicos, cada vez más demandados en países desarrollados. “El fortalecimiento de la Agricultura familiar campesina es una cuestión estratégica para la negociación del Mercosur con la Unión Europea”, que podría implicar la liberación de aranceles para el ingreso de nuestros productos a la Unión Europea.
Insiste en que “el Mercosur debe servir para el desarrollo de todas las iniciativas, no solo de las grandes transnacionales, sino también de la agricultura familiar campesina que tan solo en el Paraguay se compone de unas 300.000 pequeñas unidades productivas”, que de ninguna manera son menos importantes que “unas pocas transnacionales para las cuales funciona muy bien el Mercosur”, denota el documento base de la propuesta.
Según el proyecto de Resolución presentado por Canese, la implementación de una política común en el Mercosur de subsidio para la agricultura familiar campesina, evitará gastos públicos de mayor volumen al reducir la migración campo-ciudad y a otros países, además fortalecerá la capacidad de producción y abastecimiento de alimentos de calidad para el ser humano en el Mercosur, lo que implicaría a la vez, la consolidación de la región como autosuficiente, soberana en alimentación, y exportadora de alimentos de alta calidad a todo el mundo.