Despreciamos la democracia, Guillermo Lasso

10/07/2017
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Excandidato presidencial Guillermo Lasso: continúa trama desestabilizadora
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Una vez más el poder de la banca se expresa sin máscaras. Su opción contra los pobres y contra la ética cristiana más sencilla (de la cual se vanagloria) se evidencia. El candidato derrotado, el banquero Guillermo Lasso, ha roto en la Asamblea, con sus aliados de SUMA. El motivo es que estos últimos votaron a favor de la ley que prohíbe a funcionarios públicos y a ciudadanos y ciudadanas, en cargos de elección popular, depositar sus recursos en paraísos fiscales. Pero, y lo más grave, es que esta ley surge como resultado de una consulta popular donde el electorado ecuatoriano de manera absoluta e incuestionablemente mayoritaria votó a favor de esta propuesta.

Los parlamentarios de SUMA, ex aliados de Lasso, en un comunicado firmado por Guillermo Celi, Asambleísta y Jefe de bancada de esa fracción parlamentaria, manifiestan con precisión que : “El Movimiento SUMA fiel a su profunda convicción democrática, votó a favor de la Ley sobre Paraísos Fiscales, al igual que hicieron otros dos Asambleístas de CREO y todas las demás organizaciones políticas de oposición, respetando de esta manera la voluntad popular expresada por los ecuatorianos el 19 de febrero de 2017. El Pueblo el supremo mandante y su opinión debe ser absolutamente acogida por quienes ejercen una función de elección popular”.

No se trata entonces de derecha o izquierda. Se trata de democracia y de aceptar la voluntad electoral o de rechazarla como parece ser su costumbre.

Una vez más, como cuando gritaba fraude, fraude, y sus correligionarios amenazaban con incendiar Quito, el banquero Lasso demuestra la vocación autoritaria, su codicia desmedida y su opción inevitablemente antidemocrática.

El que aparece como el artífice de los acuerdos alrededor de principios es José Serrano, Presidente de la Asamblea Nacional. El fuerte Ministro del Interior, varias veces acusado de autoritario, logra consensos insospechados alrededor de las votaciones más importantes de la Asamblea. Y lo logra con ejemplar capacidad de concertación asombrando a tirios y troyanos. No nos equivoquemos la codicia será siempre dictadura. La democracia requiere solidaridad y entendimiento. Cuando se habla de diálogo, qué mejor ejemplo que el de la Asamblea. Sin concesiones sobre los principios. Sin concesiones sobre las leyes más duras, pero avanzando en la construcción de consensos fundamentales para el país.

El señor Lasso ha demostrado que ni siquiera tiene capacidad, por lo menos, de modernizar al capitalismo.  La Asamblea Nacional ha demostrado que tiene capacidad de concertar y avanzar, defendiendo conquistas basales de la Revolución Ciudadana, como son la solidaridad, la ética, la lucha contra la pobreza y el llamado a la unidad. Dictadura o democracia. Conclusiones simples. Lasso aspirante a dictador que no acepta el mandato popular. Los asambleístas demócratas que lo implementan y amplían la política de alianzas en los puntos concretos y simples que van a favor del pueblo. Sin entregar nada más, que la profunda vocación de servicio y el respeto a los principios y triunfos de la Revolución Ciudadana y de las mayorías electorales.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/186692
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