Planificación, crecimiento y desarrollo acelerado necesita Bolivia y Latinoamérica

05/07/2017
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Países CELAC necesitan incrementar el comercio y las inversiones entre sí y con el mundo

 

Bolivia no tiene porqué ser pobre y hay razones para ser rica y pudiente

 

La situación de Bolivia actual amerita y requiere profundizar la planificación estatal y gubernamental hacia un mayor crecimiento y un mayor desarrollo acelerado. No se debe descansar hasta que Bolivia sea un país industrializado, solvente y pudiente, con un PIB nominal nacional anual de al menos 200 mil millones usd/año hasta el año 2025. Para esto es necesario crecer al 10% anual y por tanto hacer posible entre todos alcanzar y lograr esta meta, que consiste en más que duplicar el PIB actual en los próximos 9 años, objetivo de lograr y posible por varios motivos, a saber: a) se tiene los recursos financieros y económicos para dar este salto, b) se cuenta con materias primas y productos intermedios como para alentar las inversiones directas en las pymes y empresas líderes de base tecnológica y de valor agregado, c) se cuenta con provisión de insumos y relativamente baratos (agua, gas, energía eléctrica, RRHH tecnificados), como para atraer las inversiones privadas propias y extranjeras directas (IPPED) hacia la conformación de empresas mixtas en los parques industriales, d) se cuenta registradas en FUNDEMPRESA la cantidad de 300 mil empresas en 2017, de las que 80% son pymes, 15% medianas y 5% grandes, empresas todas que deben ser mejoradas, incentivadas y fomentadas, e) el mercado interno y externo está abierto como para demandar de la producción creciente nacional en alimentos, cemento, textiles, zapatos, metales, energía eléctrica, fertilizantes, computadoras, baterías de litio, maquinaria liviana y pesada, TICs y telecomunicaciones, etc., f) bancos privados y del estado tienen 24 mil millones de dólares en ahorros de la gente que deberán ser colocados en el fomento y crecimiento de las pymes, empresas, cooperativas y comunidades campesinas, y g) la crisis integral y radical de los países vecinos abre posibilidades para que Bolivia planifique más y mejor y les exporte bienes y servicios a precios competitivos. Usando la geopolítica de venta legal en fronteras.

 

¿Qué pasa con las 20 mil comunidades campesinas originarias?

 

En 11 años de proceso de cambio no se ha podido hacer equiparar la producción de 20 mil comunidades campesinas originarias de Potosí, La Paz, Chuquisaca, Tarija y Oruro, siempre lastradas por su bajo rendimiento y productividad, con la producción creciente de alimentos del resto del país, principalmente de la zona oriental y sus agro-empresas, las que ya producen en total 15 millones ton/año de alimentos como en 2016. Producción que 70% se exporta y 30% satisface las necesidades alimenticias de 12 millones de bolivianos. Consiguiéndose así los dos objetivos principales:

 

a) Exportar alimentos con calidad y satisfacer el mercado interno,

 

b) Traer divisas por esta exportación para el TGN, valuada en más de dos mil millones de dólares.

 

Pero, paralelamente, esta meta y praxis no está en la mente ni acompañada por 20 mil comunidades campesinas-originarias, donde además muchas de ellas abandonan sus chacras y tierras para emigrar y pedir limosnas en las calles de las principales ciudades del país y de Argentina norte. Si estos agentes económicos comunales tendieran a elevar la producción y productividad en forma planificada, sostenible y acelerada, como consecuencia de una verdadera revolución agraria y productiva, y se llegara a producir en sus predios otras 15 millones de ton/año, entonces el país ya estaría produciendo conjuntamente, oriente y occidente, más de 30 millones de ton/año de alimentos. Esta situación deberá ser corregida porque perjudica al desarrollo acelerado del país, impide su crecimiento sostenido y mantiene en el atraso productivo y tecnológico a estas 20 mil comunidades campesinas. Existe un esfuerzo cierto por parte del Gobierno nacional, pero no a la altura de reconvertir al país en una potencia alimentaria y agro-industrial. Con el agravante de que a estas comunidades poco productivas, el Gobierno nacional les da el nombre de socialistas comunitarias o de socialismo comunitario, pese a producir mucho menos que los países capitalistas desarrollados por hectárea.

 

El socialismo de existir en Bolivia deberá producir igual o más que los países como Alemania, España o Israel, por ejemplo. Por eso en CODEPANAL se ha denominado a este socialismo de base tecno-científica como tecno-socialismo productivo y energético en acción. Algo que no existe aún en Bolivia en forma plena, como tampoco en otros países ALBA o UNASUR. Es evidente que estas comunidades rurales deberán transformarse en entes sostenibles y rentables, o sea en OECAS (Organizaciones Económicas Campesinas), poseedoras de rentabilidad por ayuda y planificación gubernamental en alta organización gerencial, técnica, productiva y social. Mostrándosenos sus planes de negocios rentables en forma pública, dado que el Estado boliviano les dota de gratis y en forma paternalista de riego, semillas, tractores, vías, energía, etc. Es deseable exigir abiertamente a las 20 mil comunidades la construcción de la alianza campo-ciudad, para la producción mínima y consumo propio o exportación de mil ton/año de alimentos por comunidad (mejor super-alimentos, quinua, amaranto, habas, sorgo, maíz, cebada, trigo y cañahua). Esta producción mínima deberá ser hecha por cada comunidad campesina originaria. Y este fomento gubernamental deberá hacerse desde los ministerios y gobiernos sub-nacionales, otorgándoseles más apoyo técnico, semillas, créditos, más agua y riego, más tecnologías de punta, más fertilizantes, más maquinarias y más organización y certificación de calidad. Si Bolivia llegara a exportar 30 millones de ton/año de alimentos en 2025 o más, se tendría al menos un ingreso en divisas de 12 mil millones de dólares anualmente. En este caso se evitaría exportar minerales y gas.

 

Solo valor agregado como metales, urea, polietileno, plásticos y manufacturas emergentes.

 

¿Qué pasa con las Pymes?

 

El objetivo es formalizar el trabajo de las empresas pymes y de las microempresas también. Más de 200 mil pymes y microempresas existen actualmente en Bolivia, tanto en las ciudades como en el agro. El Gobierno no se ha involucrado de lleno en analizar y solucionar la problemática global de las pymes y microempresas, analizando su FODA empresarial. Con ayuda de las universidades y tecnológicos. No existen aún líderes visionarios en el MAS-IPSP que se preocupen a fondo y resuelvan el problema de la revolución y reforma industrial, agraria y rural, a nivel micro-empresarial, pequeño, mediano y menos grande. Se ha visto a líderes de la CSUTCB, COB, CEPB, CONCOBOL y CONPYMES plantear y aportar al respecto. Emergente de este estudio, se deduce que las pymes y microempresas necesitan inversiones mixtas, por rubros y por cluster sectorial hacia el valor agregado en manufacturas de calidad, es decir se necesita más créditos y tecnologías de punta y organización sectorial. Ejemplo de producción es Israel, país sumamente capitalista y ambicioso, pero que tiene los kibutz comunales con gente preparada y culta, donde se cosecha por goteo y tratamiento hidropónico hasta 15 cosechas al año. Israel y España exportan manufacturas y alimentos a Europa y el agua necesaria la obtienen y la purifican del agua salada del mar Mediterráneo, usando energía solar renovable. Así, se podría aunar los problemas reales de 200 mil pymes industriosas y de 20 mil comunidades campesinas productoras de alimentos pero con baja productividad, en un solo esfuerzo de planificación empresarial y sectorial, entre y para todos.

 

¿Qué pasa con la calidad y productividad?

 

Es decir calidad y productividad y eficiencia energética como para producir nivel exportación con el tratamiento adecuado y concertado de los temas de calidad, competitividad, productividad, eficiencia energética, mercados internacionales con e-comercio, certificaciones, normalización y adquisición de nuevas tecnologías industriales, sistemas energéticos y de uso generalizado de invernaderos y establos climatizados, compra negociada en grande de equipos, repuestos y maquinarias, logística de exportación, capacitación permanente y formación de redes técnicas y de mercadeo. Lo que necesitan las pymes y microempresas, comunidades campesinas y cooperativas (estas dan trabajo a 80% de la fuerza laboral), es más fomento gubernamental pleno y concertado, apoyo legal de la ALP y ALDs (existe 2/3 del MAS-IPSP en la ALP), minimización de trámites o simplificación, desburocratización del Estado y del Gobierno, asistencia técnica y crediticia y gobierno electrónico nacional y sub-nacional (360 municipios y 112 provincias). En todas las provincias se debería incubar parques industriales, científicos y tecnológicos, para promover las tecnologías y el mercado interno y las exportaciones. Solamente se pide desde CODEPANAL al Gobierno nacional de Evo Morales y su partido y fuerzas sociales, que construyamos entre todos el tecno-socialismo energético y productivo en acción. Las ferias a la inversa ya realizadas por las EEE han dado buenos resultados y se debe comprometer a las empresas públicas estatales estratégicas (EEE, 40% de la economía nacional) a abastecerse de todos los insumos que necesitan, con la producción de las comunidades campesinas, pymes y microempresas. La exportación con calidad y certificación a los países vecinos y ultramar es posible y ya se la realiza con las empresas más grandes, y sería actividad de las pymes y comunidades y cooperativas también, si se les otorgara de oficio las normas ISO y sello verde. Ejemplos para exportar, chía, habas, quinua, bananas, almendras, piñas, leche en polvo, sorgo, frijoles, café, cítricos, aceites comestibles de girasol, tortas y aceite de soya, maíz, cebada, cañahua, entre otros. Es necesario producir biocombustibles, como Brasil, por ejemplo. Y generar energía eléctrica con la biomasa de las empresas agro-industriales.

 

¿Qué pasa con los informales?

 

Los informales no pagan impuestos y pululan en las calles del país. Por tanto están fuera de la ley y en consecuencia el Gobierno nacional y sub-nacionales deberán intentar su formalización a pasos acelerados para que incuben sus propias empresas en forma legal y competitiva. La economía informal no paga impuestos ni contribuye a solventar la educación y salud gratuita del pueblo. Faltan recursos y ellos no los aportan y no se suman a los bolivianos que sí pagan impuestos de ley. La carga tributaria es relativamente baja y no excede el 25% del PIB nacional, es decir 9 mil millones de dólares recaudados por año. Y debería llegar según CODEPANAL a 30% anual y ser universal para todos, incluidos informales, cocaleros y contrabandistas, una vez legalizados en forma paulatina y concertada. Y todos deberán estar obligados por ley a pagar impuestos en el país, tanto estos sectores mencionados como los revendedores de ropa usada, entre otros. Ya que todos deberán ser absorbidos progresivamente laboral y socialmente.

 

Con la colaboración adicional y pronta de las empresas grandes, medianas y pequeñas. Debiéndoseles otorgar capacitación en trabajos técnicos, industriosos y de servicios, y certificación laboral, como para atender debidamente la construcción de casas y urbanizaciones; incubación de infraestructura y obras civiles para nuevas industrias; metal-mecánicas con uso de CAD-CAM y mecatrónica; piscicultura y procesamiento de conserva;, cultivo y cosecha de alimentos y huertos familiares; turismo interno y externo; generación libre de electricidad y de energías renovables en cada sector; soldadura de maquinarias y gasoductos; carpintería de madera y metálicos; instaladores de electrodomésticos, tinglados y ductos de agua y riego; construcción de redes de agua de desecho y alcantarillado; formación de empresas verdes o eco-empresas para la compra y el reciclaje de metales, gomas, plásticos, papel y orgánicos. El Gobierno nacional y los gobiernos departamentales del país deberán descentralizar estas tareas a los gobiernos municipales y provinciales, y a las pymes, entre otros. Comerciantes de electrodomésticos, celulares y computadoras dentro del mercado informal de la Huyustus y otros lugares similares, deberán formalizarse también y pagar impuestos de ley, como todos. Ellos realizan fiestas caras e imponentes, como la denominado Gran Poder, cada año y gastando millones de dólares por los insumos y bebidas, pero paradójicamente no pagan impuestos y no tienen espíritu de solidaridad con los pobres y con la patria. No tienen en resumen consciencia solidaria y no reciben capacitación del MAS-IPSP.

 

¿Qué pasa con los cocaleros?

 

Los cocaleros son un sector privilegiado y los bolivianos no sabemos hasta ahora si son socialistas o no. Para merecer el honor de ser socialistas o mejor tecno-socialistas, como plantea CODEPANAL para Bolivia y la región latinoamericana y caribeña, se debe pagar impuestos de ley en primera instancia y ellos no lo hacen. Deben ver los árboles y el bosque de la nación, y ellos solo ven los árboles, es decir su propia producción y problemática.

 

Deben contribuir a la industrialización del país, y en Chapare y Yungas especialmente, pero no se ven nuevas universidades, tecnológicos, industrias, agro-empresas alternativas, al margen de la coca cultivada, o nuevos cultivos comerciales, como de quinua tropical, más café, chía, palmito o cítricos, por ejemplo. Los cocaleros con los recursos elevados que poseen deberían construir hospitales y nuevas vías y comprar bienes de capital para nuevas industrias, con sus propios recursos. Alentar la I&D en centros de investigación propios, de nuevos procesos y productos en el agro tropical, como la piscicultura de exportación. Contribuir solidariamente al presidente Evo Morales con planes de negocios y de industrialización alternativos. Trabajar su área (kato) de coca, pero sumar otras áreas similares por familia en cultivos de bananas, frutas, palmitos, café, cría de aves, ganado, porcinocultura, construcción de barcos y barcazas en astilleros de puerto Villarroel, que deberán ser construidos, para navegar los ríos Ichilo y Mamoré, como vía expedita para exportar alimentos y manufacturas del país, por esta hidrovía, al Brasil y/o importar bienes de capital del Brasil colindante (Rondonia, Amazonas, Acre, Mato Grosso, etc). Planificar el uso del aeropuerto del Chimoré, como un centro nacional de cargas, como se pretende hacer con Viru Viru Cargo, para importar y exportar hacia los países vecinos y de ultramar, sin usar puertos o para minimizar su uso. O sea, ayudar al Gobierno nacional para que las pymes y microempresas puedan exportar su producción hacia los países vecinos. Todo este plan nacional de soberanía y dignidad y patrimonio no está en los planes de los cocaleros, pese a los recursos financieros que ya poseen. Igualmente pasa con cultivos alternativos y el combate, por parte de ellos en forma voluntaria, a los traficantes de precursores.

 

¿Qué pasa con los países ALBA, UNASUR, CELAC Y G77+CHINA?

 

El liderazgo de Bolivia en los organismos de integración como los mencionados en el título es visible pero deberá ser traducido en dos cosas importantes, a saber, a) más inversión (IPPED) de estos países (más de 2/3 de la ONU), b) más comercio con los países ALBA, UNASUR, MERCOSUR, CAN, URUPABOL, FONPLATA, etc. Entre países ALBA (Bolivia, Venezuela, Cuba, Ecuador y varios países caribeños) existe poco comercio intrarregional. Es decir que el comercio entre estos países, como con los países CELAC en conjunto, es escaso y deberá subir en alimentos, turismo, energéticos, ingeniería y servicios, maquinaria liviana y simple, manufacturas, baterías de litio para ahorrar nafta y diésel, metales base de nuevas manufacturas, fertilizantes, cemento, etc.

 

Finalmente, ¿qué pasa con el futuro de Bolivia y del estado revolucionario boliviano y de Latinoamérica y caribe como un todo?

 

El futuro puede ser grande y promisorio por derecho propio, pero si se construye previamente y día a día el tecno-socialismo energético y productivo en acción, con participación de todos los agentes productivos de la nación boliviana y latinoamericana. Si se lucha sin cuartel contra la corrupción, la burocracia opresora, el enriquecimiento ilícito, y por el cobro universal de impuestos. Si se pone freno y reglas a la lucha contra sectores gremiales hegemónicos, que se consideran potencialmente con derechos como para crear un estado propio y particular dentro del Estado nacional, tratando de imponer caprichos al Estado Revolucionario, como es Bolivia desde 1938. Cuando se creó la empresa YPFB y distribuyó tierras a los campesinos. Y se nacionalizó la Standard Oil de Rockefeller. O se construyeron refinerías de petróleo en 1943. Al mismo tiempo se deberán ir poniendo las bases de una economía mixta y plural altamente productiva y eficiente, donde el Estado boliviano pueda acceder a comprar acciones en la gran agro-industria boyante oriental y en contraparte las gobernaciones y empresas puedan adquirir acciones (hasta 30%) en las EEE, como son YPFB, ENDE, ENTEL, COMIBOL, ESM, EMAP, INIAF, ABC, etc.. Bolivia necesita ya mismo de un gobierno electrónico rápido y eficaz. Donde las FFAA, Policía y Aduana ayuden y faciliten la labor de los industriales y exportadores, con amabilidad y buen gusto, y no los presionen. Los agentes productivos y sus trabajadores son los que construyen y construirán en definitiva el futuro superior de la patria y son los que cimientan a la larga el tecno-socialismo energético y productivo en acción.

 

Las alianzas público-privadas en Bolivia y la región son necesarias dentro de la economía mixta y plural, respaldada en Bolivia por la nueva CPE del 2009. Y deberá servir esencialmente para lo siguiente:

 

a) Producción de al menos 45 millones de ton/año de alimentos en 2025,

 

b) Producción de aceros de construcción en mini-acerías usando pre-aceros importados, hasta que la ESM los produzca en tres años más en el Mutún. Esto ya permite ahorrar divisas de importación de aceros laminados, que en 2020 podría llegar a mil millones de dólares año, dado el boom de las construcciones actuales del 8% anual, dando trabajo a obreros y técnicos,

 

c) Mantener con empresas nacionales las carreteras y las fábricas recién construidas por el Estado boliviano,

 

d) Lucha contra el cambio climático, estabilidad y sostenibilidad de la economía nacional. Solo así se podrá crecer a una tasa ideal del 10% anual en Bolivia, dentro de los próximos años y décadas,

 

e) Lucha con ejemplos productivos contra posiciones sectarias de grupos de extrema derecha y de extrema izquierda,

 

f) Contribuir a la estabilidad social, responsabilidad social empresarial, contratación legal de nuevos trabajadores jóvenes y a la creación de una nueva atmósfera nacional de contrato social, laboral y humano justo, entre todos los agentes económicos privados y sociales con participación de los trabajadores del área rural y urbana, inclusive con la adquisición de acciones por la parte laboral, y finalmente

 

g) Lograr acceder pacíficamente a las elecciones nacionales de 2019, buscando las partes siempre la renovación de los mandos con gente joven, con nuevos líderes formados integralmente como cuadros humanos de alto nivel, como para poder conducir como estadistas probos y capacitados los nuevos retos económicos y sociales de Bolivia y del Estado Revolucionario boliviano en el siglo XXI. Evitándose confrontaciones extremas y dando continuidad a las políticas sociales, progresistas, industriosas y socializantes de Estado, promovidas estas políticas ya desde hace 80 años, por los padres mártires de la patria boliviana moderna, es decir los militares patriotas y socializantes de RADEPA, y los civiles progresistas emergidos de la Gran Guerra patria en el Chaco, donde todos los bolivianos nos abrazamos sin distinción de clases sociales o de razas, en el crisol de los ideales promovidos por Razón y Conciencia de Patria, y con el liderazgo probo, industrializador, sublime e incorruptible de los coroneles Germán Busch y Gualberto Villarroel (1936-1943) a la cabeza. Políticas continuadas actualmente, con grandes méritos y también deficiencias, como todo proceso de cambio real, por el actual liderazgo de Evo Morales y de la nueva generación de bolivianos jóvenes afines al progreso con justicia social.

 

Ricardo Ángel Cardona

Ingeniero industrial y energético, consultor empresarial, escritor y político boliviano, bolivariano y tecno-socialista. Dirigente de CODEPANAL y miembro del MovPaz. Comité Técnico-político por la Defensa de la Soberanía, Dignidad y Patrimonio de los pueblos, Bolivia, UNASUR, CELAC, MERCOSUR, CAN, ALBA, URUPABOL, FONPLATA. La Paz-Bolivia-Suramérica. Email rancardo@yahoo.es. Fecha 5/VII/2017

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/186639?language=en
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