La constituyente comunal y la transformación del Estado venezolano.

29/06/2017
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Con el paso de los días la Constituyente comunal convocada por el Presidente Nicolás Maduro cobra forma. Con las bases comiciales establecidas y las previsiones hechas por las instancias electorales para que el 30 de julio se dé la escogencia de los casi 540 integrantes de dicha asamblea popular, el pueblo venezolano se dotará de un importante instrumento de transformación social y política.

 

La Constituyente será un escenario para profundizar el sentido democrático de las instituciones acordadas en el año de 1999, en el cual se aprobó la actual CRBV.

 

Sin duda, al amparo de las normas e infraestructuras gubernamentales dispuestas en la Carta del 99, el pueblo de Venezuela colocó las bases de un nuevo modelo garantista de los derechos fundamentales de millones de ciudadanos.

 

La potencia popular dotada con las garantías constitucionales hizo que el conjunto de las masas conquistaran importantes espacios y de esa manera contrarrestar los absurdos privilegios de las castas que dominaron el aparato del Estado y sus gobiernos desde los años 60 del siglo XX.

 

Sin embargo, las viejas formas del régimen oligárquico siguieron impregnado la institucionalidad bolivariana afectando de manera notable la implementación de elementos esenciales de la democracia popular.

 

Si bien en los últimos años se expidieron muy importantes leyes orientadas a dar forma al poder comunal, aun se presentan graves situaciones que permiten la manipulación de las camarillas oligárquicas de la ultraderecha mediante la alteración de los sentidos comunes que prevalecen en la cultura política.

 

Cuando se convocó la Constituyente comunal por el presidente Nicolás Maduro, uno de los temas propuestos para abordar es el de la reforma a fondo del Estado como una estrategia para superar la actual crisis de violencia y sabotaje terrorista, desatada por los grupos más retrógrados de la sociedad nacional en complicidad con los poderes del imperio gringo y las multinacionales petroleras.

 

El asunto del Estado es de una gran complejidad porque el mismo alude a diversos tópicos. El Estado es sociedad política y es sociedad civil. Es el dispositivo más sofisticado entre las diversas formas de organización de una sociedad.

 

Precisamente la Constitución política, como norma de normas, como fuente legal, se encarga de regular todo el funcionamiento del Estado y de sus expresiones administrativas en las entidades gubernamentales.

 

El Estado es un cuerpo institucional que se cubre de una ideología para indicar su neutralidad social cuando en realidad es un instrumento de clases utilizado por determinado fragmento social para subordinar el resto de los integrantes de una sociedad.

 

Es amplia la literatura sobre la materia y en el campo del análisis crítico existen diversos enfoques que deben ser considerados al momento de abordar dicho componente del campo político.

 

Sobre el Estado hay que mirar su historia, sus orígenes y sus rutas históricas.

 

Por supuesto, se debe aterrizar en el campo de las diversas reformas administrativas adelantadas en los últimos 40 años para valorar sus alcances y resultados concretos.

 

Reformas administrativas reflejadas en la organización de los ministerios, los institutos y otras entidades de gestión. Por supuesto en los niveles territoriales de su organización estadual y municipal.

 

Obviamente hay que considerar su lógica fiscal, sus presupuestos, sus rentas y sus gastos.

 

También los sistemas de planeación del desarrollo y los planes concretos de ejecución de las políticas públicas.

 

No debe omitirse el tema de la correlación entre sociedad civil y las estructuras gubernamentales a los efectos de la gobernabilidad y legitimidad de las mismas, las cuales requieren de sistemas muy eficaces de veeduría, control social, rendición de cuentas y de otros sistemas de control a la corrupción y despojo de los recursos públicos.

 

Formidable reto el de la Constituyente comunal en este ámbito, al cual todos los ciudadanos debemos concurrir para que con la participación democrática contribuyamos al diseño de un nuevo Estado comunal y popular.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/186487
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